Se trata de una organización que comparte el deseo de trabajar "por un mundo más justo", según declaran en su consigna institucional. Sostienen una organización social que desde 1979 está comprometida con la solidaridad y el desarrollo humano a través del acceso a la vivienda digna y al hábitat adecuado.
El sistema es simple: quienes tienen sobrantes de construcción o muebles los donan para que puedan ser comprados por familias carenciadas a un precio muy inferior y con facilidades de pago.
Vivienda Digna recibe donaciones de sobrantes de construcción o muebles para ser vendidos a bajo precio y con facilidades de pago a familias carenciadas
Cuentan con numerosos voluntarios, donantes, asesores y aliados de todos los sectores. Su función principal es participar en los proyectos de construcción o de mejora de la vivienda para que quienes lo necesitan puedan tener acceso.
Fernando Uranga, director de la organización, remarca que Vivienda digna desarrolla proyectos integrales de hábitat y promueven el acceso al suelo urbano y a la vivienda completa y definitiva. "Para ello trabajamos en proyectos de lotes con servicios, provisión de infraestructura, vivienda nueva y mejoramiento de aquellas viviendas deficitarias en cuanto a su construcción", afirma Uranga.
Hace décadas que trabajan por la concientización en esta temática; que participan en el debate sobre una política pública que regule y tienda un puente entre las familias sin acceso a la vivienda digna y el sector público, las empresas, las organizaciones sociales y la sociedad en general. Los proyectos son financiados a las familias a largo de plazo y adecuado a la posibilidad de cada una.
Las acciones de Vivienda Digna se desarrollan siempre estimulando el "esfuerzo propio" y la "ayuda mutua". Esos dos conceptos son la clave para promover que la sociedad pueda dar un paso más allá del interés individual-familiar y pueda abrirse a experiencias como la organización comunitaria barrial.
“Trabajamos en proyectos de lotes con servicios, provisión de infraestructura, vivienda nueva y mejoramiento de aquellas viviendas deficitarias en cuanto a su construcción”, dijo el director de la ONG Vivienda Urbana
Para eso sus organizadores y voluntarios trabajan permanente en procesos grupales y participativos que tienden a la promoción humana y al desarrollo de las capacidades autogestivas de las familias.
Uno de los instrumentos principales del programa de ayuda es el acceso de las familias al microcrédito con garantía solidaria. Esta herramienta contribuye a la mejora en las condiciones de hábitat de sus viviendas, supera situaciones de hacinamiento y optimiza la instalación de los servicios para la prevención de accidentes domésticos.
Para poder lograr esta verdadera hazaña la organización cuenta con equipos técnicos que realizan el acompañamiento social y un grupo de 30 arquitectos que voluntariamente, aportan su conocimiento para llevar a la realidad, los proyectos soñados por cada familia para la mejora de su hogar.
Vivienda Digna tiene sedes en San Isidro, San Martín, San Fernando, Tigre, Malvinas Argentinas, Pilar y Escobar
El programa se localiza en varios distritos del conurbano norte de la provincia de Buenos Aires. Vivienda Digna ha logrado instalar diversas sedes en San Isidro, San Martín, San Fernando, Tigre, Malvinas Argentinas, Pilar y Escobar y brindar en los últimos 25 años ayuda a más de cuatro mil familias que pudieron mejorar su casa no solo con microcréditos, sino también con el acompañamiento de un equipo solidario que brega porque cada argentino pueda tener el hogar que se merece.
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