Julián Weich, el actor que se convirtió en una marca argentina del compromiso con los que menos tienen

El trabajo solidario de Julián Weich fue creciendo al compás de su carrera artística, puso todo su esfuerzo y carisma para lograr originalidad a la hora de ayudar

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Parece mentira pero Julián Weich tiene apenas poco más de 50 años y ya forma parte de la historia de la televisión argentina. Sus primeros programas acompañaron y divirtieron a niños y adolescentes; luego llegaría una gloria de la pantalla dedicada a "sorprender" a la gente a partir de cumplirles un sueño. Y definitivamente, cuando su simpatía se puso disposición de un sol para los niños, la generosidad se convirtió en su marca personal.

Su acercamiento a acciones nobles y solidarias fue muy temprano y fue creciendo con su carrera televisiva. Cuando las organizaciones no gubernamentales de ayuda al prójimo eran prácticamente inexistentes, él fue llevando adelante todo tipo de ideas y de acciones que servían para que los argentinos tomaran conciencia de que ayudar al prójimo siempre fortalece a toda la sociedad. Tampoco había en el espectro televisivo de aquellos años 90 un espacio que diera lugar a la hidalguía y la bondad.

Tras la explosión mediática de
Tras la explosión mediática de los mensajes positivos que divulgaba Julian Weich, Unicef Argentina no dudó en convocarlo
Julián Weich fue elegido como una de las cara de Unicef para  incentivar y promover de forma masiva la optimización de la calidad de vida de los niños y adolescentes argentinos que se encontraban por debajo de la línea de pobreza

Por eso, la actividad de Weich en la pantalla cobró tanto interés y envergadura. Y él fue muy cuidadoso ante semejante notoriedad: "Creo que nosotros, la gente conocida o los políticos, tenemos la capacidad de tener injerencia en la gente. Cuando les decimos a las personas que hagan una cosa y tenemos credibilidad, seguramente ellos la harán. Por eso los comunicadores tenemos que ser muy responsables con las cosas que decimos", sostiene.

Tras la explosión mediática de los mensajes positivos que divulgaba, Unicef Argentina no dudó en convocar a Julián para incentivar y promover de forma masiva la optimización de la calidad de vida de los niños y adolescentes argentinos que se encontraban por debajo de la línea de pobreza. La televisión fue el medio elegido para llegar con un mensaje solidario a millones de personas.

Weich fue entrevistado por Guillermo
Weich fue entrevistado por Guillermo Andino y Carolina Prat

De toda aquella experiencia con Unicef, que aún continúa, el actor obtuvo una valiosa lección. "Aprendí que no hay que compartir lo que te sobra. Se comparte lo que uno tiene. Porque el que recibe aprecia eso. Lo que le cambia la vida a la gente no es tan solo lo que le das: es también cómo se lo das. Uno genera vínculo y otro no: dejar un pullover que te sobra en una bolsita para que otro lo agarre no es lo mismo que tocarle el timbre y decirle este pullover a mí me abrigó durante mucho tiempo, ojalá ahora te ayude a vos como me ayudó a mí", recalca el actor.

“Aprendí que no hay que compartir lo que te sobra. Se comparte lo que uno tiene”, asegura Weich

Hoy Julián sigue predicando ese mensaje. "Yo le digo a la gente que ayude a la ONG que tenga más cerca de su casa. Siempre hay cerca una iglesia, un templo o un hospital. Mucha gente cree que para ayudar hay que irse lejos, a una escuela de frontera. Yo les digo que no, que siempre es más fácil ayudar en el lugar adonde uno vive. Ayudar cada 10 días a un lugar es mejor que hacer un esfuerzo una vez al año".

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