La lucha contra la crueldad animal también es parte de una pelea solidaria. Día tras día, en nuestro país van quedando las secuelas de la tracción a sangre en el transporte. Hablamos de caballos que sufren, claro: maltratados, desnutridos y amputados.
De esa realidad surgen a veces quienes dan batalla para aplacar y combatir un poco de ese dolor: jóvenes veterinarios, voluntarios compasivos y padrinos humanitarios que se suman a la acción de salvarlos. Que fuerzan milagros con tal de verlos rehabilitados. Que luchan por un marco legal que los ampare y los ayude a encontrar un mejor destino y una adopción responsable.
El Centro de Rescate y Rehabilitación Equino se dedica a salvar vidas de caballos que se encuentran en situación de abandono, maltrato o negligencia de sus propios dueños
Es el caso, por ejemplo, del Centro de Rescate y Rehabilitación Equino, ubicado en la zona sur del conurbano bonaerense, que se dedica a salvar vidas de caballos que se encuentran en situación de abandono, maltrato o negligencia de sus propios dueños.
Esta institución, reconocida en toda Sudamérica por ser pionera en la implementación y colocación de prótesis en equinos amputados, fue fundada por Florencia Sampietro y Facundo Frigerio, dos jóvenes estudiantes de la carrera de veterinaria. Hoy cuenta con más de veinte colaboradores de entre 18 y 30 años de edad: un claro ejemplo de que siempre se alzará alguien que quiera luchar por los derechos y el respeto a la vida.
Pero en esta moneda siempre existe la otra cara: la realidad de los caballos de tracción es dura y cruel. Eso se percibe con tan solo mirar a los animales del lugar.
Esta institución es reconocida en toda Sudamérica por ser pionera en la implementación y colocación de prótesis en equinos amputados
Para Florencia Sampietro lo que está pasando con los caballos no es producto de la ignorancia. Ella sostiene que una cosa es que una persona no le brinde alimento a un animal porque no puede hacerlo y otra cosa "es lo que le pasó a Pimienta".
Cuando muestra las inenarrables heridas de la yegua que porta este nombre, Florencia se quiebra: "Pimienta traccionaba un carro. Lo hizo hasta que no pudo más. Y en ese momento le pasó lo que le pasa al 100 por ciento de los caballos de carro cuando no pueden más: fue golpeada, atacada, torturada. Solo para que trabaje aunque sea, un día más", señala.
Aquí las historias de caballos cargadas de sufrimiento, impunidad y desidia son miles. Se aprecia el abandono, la explotación, la desnutrición y hasta las heridas de arma blanca que los animales portarán por el resto de sus vidas. Es difícil hablar de la crueldad que el CRRE quiere visibilizar sin golpes bajos.
Unos 20 voluntarios, entre 20 y 35 años, luchan por salvar las vidas de los caballos que son explotados y maltratados
Sus profesionales y voluntarios luchan día tras día contra el maltrato pero generalmente no hay tiempo para lamentos ni denuncias, porque todo lo que llega viene cargado de urgencia: dañar un animal le puede insumir un minuto al victimario pero curar y rehabilitar a la víctima puede llevar años.
Estos jóvenes decidieron dedicar una parte de sus vidas a salvar caballos. La sociedad tiene que conocer la tarea que hacen. En esta lucha no hay solo veterinarios y voluntarios sino también vecinos que denuncian, policías o bomberos que actúan a tiempo y legisladores que batallan por una ley que ponga fin a la tracción a sangre en la Argentina.
Denunciar, pelear y trabajar por una vida mejor para estos animales que sufren y mueren en nuestras calles ante la indiferencia de todos vale la pena.
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