Damaris Bustamante, la mamá de Benjamín, uno de los nenes que nació sano y murió al poco tiempo en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba a mediados de 2022, declaró este jueves en la cuarta jornada del juicio por las cinco asesinatos y los ocho intentos de homicidio de bebés recién nacidos. Es la primera mamá en hablar.
En medio de un conmovedor llanto, la mujer relató cómo fueron los momentos previos al nacimiento de su hijo y acusó a la enfermera Brenda Agüero, principal imputada en la causa, de maltrato antes del parto. Además, dijo que fue víctima de “violencia obstétrica”.
“Estaba dilatando y me dijo que si mi hijo se caía y se moría iba a ser mi culpa”, relató Damaris -representada por el abogado Carlos Nayi- al referirse a la enfermera.
Antes de que comenzara a hablar, se pidió que la enfermera Agüero desalojara la sala.
“La médica no dejó entrar a mi mamá porque yo era grande”, describió. En ese sentido, agregó: “Me decían que yo podía y la obligaban a contestar datos en medio de las contracciones”.
Además, denunció: “Me hicieron poner un camisón sola y subir a una silla de ruedas. Luego, salí a un pasillo y estuve 20 minutos ahí”.
La mamá de Benjamín explicó el episodio de presunta violencia obstétrica que denunció. Afirmó que un camillero la llevó a una “sala de preparto”, donde le asignaron una camilla. “Si no podés acostarte, quedate parada”, recordó la mujer que le decían. Y que ella pedía por su mamá.
“No toleraba el dolor. Llorando, le pedí una cesárea y no me ayudaron. Me decían ‘aguantátela’”, detalló.
Damaris contó que ni siquiera la ayudaron a bajarse los pantalones para descender de la camilla, mientras estaba perdiendo sangre.
“Empecé a perder sangre o flujo con sangre y ahí fue cuando entra Brenda Agüero recogiéndose el cabello y contándole a sus compañeras que había llegado tarde porque se le habían escapado los perros. Estaba en cuclillas y Brenda me miró y dijo: ‘¿Qué le pasa a esta, por qué grita así?’”, contó en su estremecedor relato.
Después, contó cómo fue el nacimiento y lo que pasó después. Dijo que el procedimiento “estuvo bien”, pero que no dejaron pasar al padre de Benjamín.
“Cuando Benja nace, me ponen a mi hijo en el pecho unos minutos. Lo acaricié. Me preguntaron si podían llevarlo para pesarlo y yo dije que sí. Recuerdo que miraba todo el tiempo un reloj que había. Cuando se lo llevan a Benja a una mesita, entra la enfermera Brenda Agüero. Estuvo un ratito y se fue”, indicó.
La joven madre dijo que la enfermera acomodó a su hijo y que el bebé empezó a llorar. Pese a que pidió tenerlo en sus brazos, no se lo dieron. Luego, entraron otras médicas y se lo alcanzaron para que tomara la teta, pero el bebé ya no quiso comer.
“Ahí se lo llevaron de nuevo. Al rato me dijeron que le había dado un paro cardíaco y que lo iban a llevar a terapia intensiva. Que me quedara tranquila, que ellos lo podían manejar. Luego me desmayé”, dijo.
Nuevamente, Damaris ubicó a Brenda en la escena. En medio otra vez de llantos, dijo que su hijo era “hermoso”. “Lo más suave que toqué en mi vida”, se emocionó.
“Mi hijo estaba bien hasta que lo amamanté. Luego, no volvió a responder”, agregó.
Ya en sala común, dijo que la enfermera volvió a ingresar. “Me dijo que confíe en Dios que todo iba a salir bien. Yo no respondí nada”, destacó. “A Brenda la vi en la sala de parto, en sala de recuperación y en la sala común”, detalló.
Declaró la última de los imputados
Claudia Elizabeth Ringelheim, una de las médicas imputadas, declaró este jueves desde las 10 de la mañana en el edificio de Tribunales II de la capital provincial. Se trata de la última de los 11 acusados en hablar ante los jueces y el jurado popular que van a definir su futuro.
Acusada de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado, en el marco de su función como vicedirectora del centro de salud, Ringelheim relató -entre varias cosas- cómo se enteró de las muertes de los recién nacidos, cuál era su función dentro del hospital y negó haber tenido contacto alguno con la enfermera Agüero.
“Jamás conocí a la enfermera Brenda Agüero. La conocí recién en el juzgado. Nunca estuve con ella”, dijo la médica, quien además defendió al hospital y desmintió las acusaciones del abogado defensor de la enfermera, Gustavo Nievas, que dijo que las muertes de los bebés se produjeron por la suciedad y el mal estado de las instalaciones del sanatorio.