Claudia Elizabeth Ringelheim, una de las médicas imputadas en el juicio por las cinco asesinatos y los ocho intentos de homicidio de bebés recién nacidos ocurridos en el Hospital Materno Neonatal de Córdoba a mediados de 2022, declaró hoy desde las 10 de la mañana en el edificio de Tribunales II de la capital provincial. Se trata de la última de los 11 acusados en hablar ante los jueces y el jurado popular que van a definir su futuro.
Acusada de omisión de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente calificado, en el marco de su función como vicedirectora del centro de salud, Ringelheim relató cómo se enteró de las muertes de los recién nacidos, cuál era su función dentro del hospital y negó haber tenido contacto alguno con la enfermera Brenda Agüero, principal acusada en el expediente.
“Jamás conocí a la enfermera Brenda Agüero. La conocí recién en el juzgado. Nunca estuve con ella”, dijo la médica, quien además defendió al hospital y desmintió las acusaciones del abogado defensor de la enfermera, Gustavo Nievas, que dijo que las muertes de los bebés se produjeron por la suciedad y el mal estado de la instalaciones del sanatorio.
“Es un hospital de excelencia. Tengo 39 años de profesión. Nunca tuve un problema”, aseguró la acusada. En ese sentido, dijo que lo sucedido fue “algo terrible” y aseguró que “nunca habló con los padres ni conoció a los niños”.
Respecto a sus funciones, la doctora dijo que se dedicaba a tareas de consultoría y que nunca practicó un parto. También rechazó la acusación en su contra.
“Neonatología es una cosa, y obstetricia y ginecología otra. Mis funciones eran de consultoría de alto riesgo de las madres”, explicó.
“No hacía partos. Yo estaba en el internado de las madres, externo. Rezo por ellos. Por sus almas. Pero mi función de omitir creo que no es tal. Hice lo qué tenía que hacer, que realicé durante 25 años, mi trabajo. Yo en 2007 dejé la dirección”, continuó.
Además de decir que tuvo un cáncer de tiroides y desde que sucedió lo del Neonatal está con “tratamiento psiquiátrico”, Ringelheim detalló cómo se enteró de las muertes en los días que estalló el escándalo.
“Yo me entero la madrugada del 7 de junio (de 2022). La jefa de Guardia, Patricia Pereyra, me llama para que llame a derivación de pacientes que era una de mis funciones. Son líneas rotativas y es difícil comunicarse. El hospital estaba colapsado porque le llegaban pacientes de Unquillo sin derivación. Pereyra no podía cerrar la guardia y me llama a mí para que diga que no manden más pacientes de Unquillo. Me dijo que había dos niños que habían fallecido y otros dos estaban en mal estado”, contó la profesional.
Cuando se presentó a trabajar al otro día, se enteró que la doctora Liliana Asís, ex directora, y el subdirector de Gestión Administrativa del Neonatal, Julio Escudero Salama, habían realizado las denuncias.
“A los 15 minutos fuimos a la sala de Situación para una reunión. Éramos muchos. En un pizarrón nos hacen una línea de tiempo desde el 18 de marzo hasta la fatídica guardia del 6 de junio de 2022″, describió.
“No podíamos creerlo. Era algo inexplicable. No se podía entender. Nos mirábamos con otros colegas y decíamos: ´Mirá esto´. Yo ahí me anoticié de todos los casos. Sólo sabía de tres”, sostuvo.
Pasadas las 10.31, la médica comenzó a contestar preguntas de los abogados querellantes Daniela Morales Leanza y Carlos Nayi, quienes representan a las madres que perdieron a sus bebés.
Finalmente, la mujer volvió a ratificar que el Materno Neonatal es un “hospital de excelencia”. “El hospital es de excelencia. Los médicos que estuvimos ahí fuimos de excelencia. Estamos con todos los padres y madres en este dolor. Tenemos el corazón roto”, dijo.