La teoría de la pantalla política y la reaparición del ex ministro imputado: así fue el primer día del juicio por la muerte de bebés en Córdoba

La fiscalía y la defensa presentaron sus casos ante el tribunal y el jurado, y la enfermera acusada se quebró apenas entró a la sala de audiencias. Diego Cardozo, ex titular de Salud, aseguró que es inocente

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La enfermera Brenda Agüero se quebró antes de empezar el juicio por la muerte de bebés en Córdoba

En el edificio de Tribunales II de Córdoba comenzó este lunes el histórico juicio contra Brenda Agüero, directivos del Hospital Neonatal y funcionarios del Ministerio de Salud provincial. En el debate oral se buscará esclarecer por qué murieron cinco bebés y otros ocho enfermaron entre marzo y junio de 2022. La fiscalía defenderá la hipótesis de que la enfermera les inyectó potasio e insulina a los recién nacidos para ser la primera en advertir sus descompensaciones y así destacarse en su trabajo.

La audiencia empezó alrededor de las 10. Horas antes, las familias de las víctimas esperaron afuera de la sala con remeras que recordaban a sus hijos y banderas que exigían Justicia. Más tarde empezaron a dar el presente los imputados.

La primera sorpresa de la jornada la dio uno de ellos: el ex ministro de Salud cordobés Diego Cardozo que habló por primera vez desde su renuncia. Ante los medios presentes en el lugar, ratificó su inocencia: “He mantenido un silencio respetuoso, principalmente por respeto a las mamás y a la Justicia, para que actúe como tiene que ser. El momento de la discusión es ahora”.

También resaltó que solo se arrepiente de una cosa: “Lo único que me puedo reprochar es no haber podido hablar con las mamás y poderles contar de mi boca cómo fueron los acontecimientos”.

Diego Cardozo, ex ministro de
Diego Cardozo, ex ministro de Salud de Córdoba, está imputado por las muertes en el Neonatal

El ex funcionario, que está imputado por encubrimiento doblemente agravado, contó además que el proceso judicial empeoró el cáncer que padece. De hecho, usó barbijo durante todo el día.

Ya con todos los participantes del debate en la sala, la Cámara en lo Criminal y Correccional de la 7ª Nominación informó un cambio en el jurado popular: uno de los ocho titulares contrajo dengue. Lo reemplazó un suplente.

Así se abrió paso al alegato de apertura de la acusación. Comenzó la fiscal de Cámara Mercedes Ballestrini, quien se mostró eufórica y se tomó un momento para mencionar, una por una, a las 13 víctimas del caso.

“Vamos a acreditar con pruebas fehacientes que Brenda Agüero mató a Francisco, Benjamín, Ibrahim, Angeline, a Melody Luz, y vamos a acreditar que intentó matar, pero no lo hizo, y ellos son nuestros milagros: Uma, Francesca, Luna, Isabella, Gino, Junior, Melody Eleonora, y Delfina Pilar”, dijo la acusadora.

Según definió la representante del Ministerio Público Fiscal, que trabajará a la par del fiscal Sergio Ruiz Moreno, el potasio y la insulina que habría usado la enfermera funcionaron “como un arma de fuego” contra los recién nacidos.

Tras la presentación de ambos acusadores, llegó el turno de la querella. A fines prácticos, dividieron sus presentaciones en grupos. Es que el juicio tiene 14 querellantes particulares y 29 actores que iniciaron demandas civiles contra los imputados y el Estado cordobés.

Familiares de las víctimas asistieron
Familiares de las víctimas asistieron al inicio del juicio con remeras en memoria de los bebés

La teoría de la pantalla política

Más tarde fue el turno de Gustavo Nievas, abogado de la enfermera. Al presentar su caso, sostuvo la inocencia de Brenda Agüero y la calificó como “un perejil”. Afirmó que la causa de muerte de los bebés fue una “infección generalizada producto de la invasión de virus y bacterias dentro del Hospital Neonatal”.

El letrado también empezó a dar indicios de lo que será la columna vertebral de su defensa: la teoría de que el caso es una pantalla para tapar irregularidades políticas.

En este sentido, Nievas apuntó directamente contra el fiscal Raúl Garzón, quien condujo la investigación. “Entró a la causa puesto por el poder político para desvirtuar las pruebas y para vender para afuera un montón de mentiras”, le endilgó.

“El ministro (Diego Cardozo) tiene una visión parecida a la nuestra, pero no le dejaron decir la verdad. ¿Por qué Brenda? Porque es mujer, débil y humilde, es el eslabón más corto de la estructura, y servía para calmar la ansiedad de una sociedad”, completó el defensor, sin brindar más precisiones.

A este lo siguieron los abogados de los otros diez acusados. Son empleados y directivos del Neonatal, y otros ex funcionarios del Ministerio de Salud. Entre ellos se reparten imputaciones por omisión de deberes de funcionario público, encubrimiento doblemente agravado y falsedad ideológica. Así se completó una extensa primera jornada del juicio, que continuará mañana y se extenderá durante varios meses.

Este martes iniciarán las indagatorias a los acusados. La primera en tener la palabra será la enfermera Brenda Agüero. No abrirá esta etapa por ser la principal acusada, sino porque los imputados pasarán al frente en orden alfabético. Además, durante las declaraciones -que son voluntarias- tendrán que salir de la sala los padres de los bebés y cualquier otra persona que esté entre la lista de testigos.

La reconstrucción del caso

El tribunal lo integran los
El tribunal lo integran los jueces camaristas Patricia Soria, José Daniel Cesano y Laura Huberman

El 18 de marzo de 2022 falleció la primera víctima, Francisco Calderón Cáceres, a horas de nacer por cesárea. Su madre y él estaban sanos tras el parto. El mismo día, otro niño se descompensó en el Materno Neonatal, pero sobrevivió.

A la primera familia se le entregó el certificado de defunción. La única sospecha sobre la causa de muerte era que algo había pasado con la vitamina K, un complemento que se le aplica a todos los recién nacidos para que la sangre coagule normalmente y ayude a activar sus órganos. Ante esta situación, el hospital cambió los lotes de esa sustancia. Pero los casos siguieron ocurriendo.

A fines de abril ocurrió otra muerte dudosa, en un contexto similar al de Francisco Calderón Cáceres. La madre estaba sana. El bebé, al nacer, también.

Durante esos días se detectó otro indicio que sería determinante en la causa: madres, médicos y enfermeros detectaron pinchazos inexplicables en varios recién nacidos. “Ninguna inyección se le coloca a un bebé en un lugar antojadizo, y acá vimos marcas en la espalda, en lugares muy aleatorios”, relató a Infobae una fuente del caso.

La explicación de la vitamina K ya no cerraba. La jefa del servicio de Neonatología elevó el 6 de mayo una nota a la dirección del hospital. En el documento, que consta en la investigación, advirtió que para esta fecha había dos bebés muertos y otros cinco que se habían descompensado. También señaló los pinchazos y pidió que se averiguara qué estaba pasando.

El subdirector de Gestión Administrativa del Neonatal, Julio Escudero Salama, solicitó una ampliación detallada de ese informe. La recibió el 10 de mayo. Seis días más tarde se reunió con el fiscal Guillermo González y el jefe de los médicos forenses, David Dib, en el edificio de Tribunales II.

¿No se habló en ese encuentro de lo que estaba pasando en el hospital y del reciente informe que había elevado Neonatología? Y si el tema se tocó, ¿por qué el fiscal González no tomó cartas en el asunto?

El fiscal Raúl Garzón denunció el hecho para que se investigue y se abrió una investigación paralela. Finalmente, el tema quedó en la nada: en junio de 2024 el fiscal de la Cámara de Acusación, Jorge Leiva, archivó la causa. Concluyó que en la reunión se habló “de la situación general” del hospital.

Brenda Agüero en el banquillo
Brenda Agüero en el banquillo de los acusados, acompañada por su abogado Gustavo Nievas

El 24 de mayo de 2022 se registró la tercera muerte de un bebé en el Neonatal: Ibrahim Guardia. Aunque puertas adentro del hospital las sospechas de que algo estaba pasando ya eran evidentes, a este niño tampoco se le practicó una autopsia. Pocos días antes, incluso, había aparecido el sexto recién nacido con marcas de inyecciones en su cuerpo.

Entre el 6 y el 7 de junio la situación explotó. En esas horas dos bebés murieron y otros dos se descompensaron: así se completaron los 13 ataques que se analizarán en el juicio.

Estas dos muertes sí fueron denunciadas como dudosas: una la reportó una enfermera, y la otra un policía que estaba a cargo de la custodia del hospital. Sin embargo, ambas fueron advertidas aisladamente, sin una correlación directa entre ellas o con todos los casos anteriores. Cinco niños habían muerto y otros ocho se habían descompensado, y aun así nadie llevó el tema ante la Justicia de forma unificada.

Luego de estas dos denuncias se abrió un sumario administrativo en el Ministerio de Salud, y se apartó del hospital a 15 profesionales de la salud, entre ellos la enfermera Brenda Agüero. Desde ese día desaparecieron los pinchazos, las descompensaciones y las muertes de bebés sanos.

El caso llegó a la Justicia recién un mes más tarde. El marido de una médica del hospital, un ingeniero cordobés, escuchó el relato de su esposa sobre toda la secuencia de tragedias que se habían sucedido. Inmediatamente, se presentó en tribunales y, por primera vez, denunció que todo estaba conectado.

Las sospechas fueron respaldadas por las autopsias que le practicaron a las últimas dos víctimas fatales. Estos bebés tenían cuadros de hiperpotasemia, “niveles de potasio extraordinariamente altos”, según consta en el expediente: “Los valores normales son entre 3 y 3,5 miliequivalentes por litro, cuando se produce la muerte las células liberan un poco más y se puede encontrar hasta 4.5 miliequivalentes″, detallaron las fuentes consultadas. En los dos cuerpos analizados, los forenses detectaron niveles de 18 y 22 miliequivalentes por litro respectivamente.

La autopsia reveló que la aplicación del potasio fue exógena -es decir, alguien se los inyectó-. Las víctimas también tenían niveles altos de insulina -cuando ninguno tenía indicado recibir esta hormona-, y todo esto ocurrió con “inoculaciones erráticas”.

La fiscalía argumentará ante los jurados que si bien la enfermera tenía conocimientos técnicos para vacunar correctamente a una persona, esas inoculaciones erráticas “son compatibles con quien lo hace a escondidas, cuando hay un segundo de descuido”.

La investigación, además, descartó que todo haya ocurrido de forma accidental. Es una hipótesis a considerar si se tiene en cuenta que el potasio tiene el símbolo K en la tabla periódica y suele traer confusión entre los pacientes. “En ningún lugar del mundo se pone la letra K en las ampollas de potasio, sino que lleva su nombre completo, y las ampollas de vitamina K tienen otro tamaño”, le explicó a este medio una fuente clave del caso.

Fuentes consultadas coinciden en que existieron lotes pasados de fecha, pero al menos en la investigación no hay pruebas certeras que los conecten con los bebés fallecidos.

La imputación formal contra la enfermera es por cinco casos de homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado, y otros ocho por el mismo delito, en grado de tentativa. Está detenida en la cárcel de Bouwer desde el 19 de agosto de 2022.

*Fotos: Mario Sar

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