Seguirán tras las rejas los tres detenidos por el aberrante crimen de Aralí Vivas, la nena que fue abusada y quemada en Córdoba

La fiscal Yamila Di Tocco dictó la prisión preventiva para la madre de niña, su pareja y un amigo. Los últimos dos podrían recibir perpetua

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Aralí Vivas tenía 8 años
Aralí Vivas tenía 8 años cuando fue asesinada

La fiscal de Instrucción de Morteros, Yamila Di Tocco, dictó la prisión preventiva para los tres detenidos por el crimen de Aralí Vivas, la niña de 8 años que fue abusada sexualmente antes de ser asesinada, y cuyos restos fueron incinerados para ocultar el crimen. El hecho ocurrió a principios de noviembre en la localidad cordobesa de Brinkmann.

Rocío Milagros Rauch (28), mamá de la nena, Matías Ezequiel Simeone (33), el padrastro, y su amigo Cristian Hernán Varela (40), son los involucrados en la causa. Si se demuestra su culpabilidad, los últimos dos enfrentarán la pena de prisión perpetua.

Para el Ministerio Público Fiscal de Córdoba, la madre de Aralí fue partícipe necesaria penalmente responsable de los abusos que sufrió la nena y su posterior asesinato. La calificación, además, está agravada por haberse cometido “contra un menor de 18 años, aprovechando la situación de convivencia preexistente con el mismo, por ser cometido por dos o más personas en reiteradas oportunidades, y por mediar violencia de género”, todo en concurso real, según surge del expediente.

De acuerdo a la investigación, Rauch no estuvo implicada directamente en el crimen, pero sí en el contexto que rodeó a los abusos. De hecho, no habría estado en la casa cuando terminaron con la vida de la menor.

Los vecinos de Brinkmann marcharon
Los vecinos de Brinkmann marcharon para pedir Justicia por Aralí

En tanto, el padrastro de la víctima es investigado como coautor de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo, por ser cometido contra un menor de 18 años de edad aprovechando la situación de convivencia preexistente con el mismo, y por ser cometido por dos o más personas” en reiteradas oportunidades, y “homicidio criminis causa calificado por el vínculo, por mediar violencia de género”. También lo imputaron como autor del delito de “incendio”.

El amigo de este último, Cristian Hernán Varela, enfrenta los mismos cargos, a excepción de la acusación por la quema de la casa en la que dejaron el cuerpo de Aralí.

Para la fiscal Di Tocco, Simeone y Varela la mataron para ocultar que la habían violado repetidas veces.

El caso y la autopsia

El estudio forense que se practicó al cuerpo de Aralí Vivas reveló la presencia de material genético masculino. Es la prueba central que tiene la fiscalía para sostener la acusación contra los detenidos.

La muerte de Aralí ocurrió cerca de la medianoche del viernes 1 de noviembre, aproximadamente 14 horas antes de que las autoridades policiales encontraran sus restos.

Las cámaras de seguridad en la zona posibilitaron rastrear los movimientos de los detenidos el día de los hechos. La reconstrucción inicia el viernes a las 21.16, cuando Varela llega en bicicleta a la casa de Simeone. Posteriormente, ambos realizaron varias idas y venidas, incluyendo momentos en los que el padrastro utilizó la bicicleta de Varela. Finalmente, el padrastro de la menor retornó a su domicilio a las 3.27 de la madrugada del sábado.

Pasado el mediodía, Simeone fue visto saliendo de la vivienda junto a los otros dos menores -serían los hermanos de Aralí-, llevándolos a una plazoleta ubicada a unas dos cuadras. Más tarde, a las 13.46, regresó a la casa y, según indicaron los testigos, se produjo un incendio. A las 13.54, un hombre dio aviso a los bomberos al observar el humo; estos llegaron al lugar a las 13.59 y lograron controlar las llamas. Durante la inspección en el interior de la casa, los bomberos hallaron el cuerpo de la nena.

El domicilio donde los bomberos
El domicilio donde los bomberos encontraron a la víctima

Durante el lapso entre el crimen y el incendio, los dos menores estuvieron en la vivienda junto al cadáver de su hermana.

El análisis de las llamadas telefónicas posterior reveló que existieron comunicaciones entre los tres acusados antes y después del asesinato, entre la 1 y las 6 de la madrugada.

Simeone, quien ya había sido condenado por amenazas y violencia de género en septiembre de 2023, se encontraba en libertad condicional al momento del crimen.

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