Liam Payne murió al intentar escapar de su habitación en el tercer piso del hotel CasaSur de Palermo el 16 de octubre último. Por lo menos, es lo que cree la jueza Laura Bruniard, encargada de esclarecer su muerte junto al fiscal Andrés Madrea. Así lo asentó en el procesamiento a los cinco acusados del caso, entre ellos el empresario Rogelio Nores, señalado como un “garante” y “referente de contacto en el hotel” del ex cantante de One Direction, un dato que adelantó Fiscales, el portal de la Procuración.
“Sostengo que el nombrado quiso irse por el balcón del lugar donde fue dejado porque los forenses dieron cuenta que no perdió el equilibrio. De esta forma se produjo la caída”, explicó la magistrada en su procesamiento. Payne, al morir, incluso llevaba un bolso cruzado, el mismo con el que fue visto en videos de cámaras de seguridad durante al menos dos entregas de cocaína.
Sin embargo, difícilmente pueda decirse que Payne haya decidido escapar a conciencia.
Los forenses que analizaron su cadáver en la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema no hallaron ninguna lesión defensiva en sus brazos o manos; un impacto en la base del cráneo contra la base de cemento de una sombrilla fue lo que le costó la muerte. La jueza luego agregó: “El cuarto de Payne estaba en completo desorden. Ello es compatible con el cuadro de adicción verificado en la causa”. La conciencia de Payne, ratificó la jueza, “estaba alterada”, en un evidente “estado de vulnerabilidad”. Gilda Martín y Esteban Grassi, gerente y jefe de recepción del CasaSur respectivamente, fueron procesados por el delito de homicidio culposo al llevar a Payne a su habitación
Payne consumió grandes cantidades de alcohol y cocaína a lo largo del día de su muerte. Tras un desayuno de scotch a las 6 AM, el personal del CasaSur tuvo que dirigirse a un supermercado chino para comprar una botella de Johnny Walker Black. Luego, bebió champagne con dos prostitutas a las que citó poco antes del mediodía. Así, la interacción entre cocaína, alcohol y sertralina -el potente antidepresivo con el que estaba medicado-, particularmente el alcohol y la sertralina, se vuelven una clave para explicar la crisis que
El análisis toxicológico reveló, precisamente, cuánto alcohol tenía Payne en su sangre y orina.
Payne, de acuerdo al estudio al que Infobae accedió en forma completa, tenía 2,3 gramos por litro en su sangre.
En su humor vitreo, recolectado de sus ojos, 2,5 gramos por litro.
En su orina, se determinó que tenía 2,7 gramos por litro.
Por otra parte, los metabolitos de cocaína -así como la cocaína sin metabolizar- que prueban un consumo “de 72 horas previas a la muerte hasta pocos minutos antes del fallecimiento” atraviesan el organismo del ex One Direction en el estudio, con trazas en su estómago y sus fosas nasales. El metabolito cocaetileno, producto de la conjunción de cocaína y alcohol, estaba presente en su sangre y orina. “La presencia de cocaetileno en sangre y orina producen la potenciación de efectos de ambas drogas (cocaína y alcohol)”, sigue un documento de la causa.
La advertencia de la psiquiatra
Un correo electrónico de la psiquiatra que trataba a Payne en Estados Unidos, aportado a los investigadores por Geoff, el padre de Payne, que data de fines de octubre y cuyos contenidos fueron adelantados por Infobae revela, según la imputación original del fiscal Madrea, que Nores habría tenido conocimiento, al ser advertido por la especialista, de que la mezcla de alcohol y sertralina podría ser fatal.
La especialista, con base en Miami, aseguró que no podía continuar con el tratamiento de Payne, al no poder acompañarlo en sus repetidas crisis, con la imposibilidad, por otra parte, de colocar un acompañante terapéutico. Sin embargo, instó a que busque ayuda con un tratamiento completo. Así y todo, Payne llegaría a la Argentina un mes después, donde finalmente moriría.