En la madrugada de Navidad, un grupo de vecinos de Guaymallén, provincia de Mendoza, se reunieron para incendiar y balear las casas de los detenidos por el crimen de Isaías Benjamín Rivas, el niño de 10 años que murió el domingo pasado de un disparo.
Por el hecho, hay cuatro personas arrestadas: F.O.N, de 19 años, que se encontraba en el barrio Evelyn; M.L.F, de 23 años; un joven de 27 años, identificado como N.P.; y una mujer de 25 años, cuyas iniciales son M.M.F. Todos fueron aprehendidos horas después del homicidio.
A modo de represalia por el crimen del niño, un grupo de personas se hizo presente en las viviendas de los acusados durante la madrugada del miércoles. De acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Diario Jornada, incendiaron y balearon cuatro viviendas en el Barrio Puente de Hierro.
“No voy a tener piedad porque ustedes no la tuvieron con mi hijo”, dice un mensaje que fue publicado en un grupo de Facebook vinculado con el barrio y que fue adjudicado a la madre de Isaías.
Frente a esto, se desplegó un gran operativo policial en la zona para evitar nuevos enfrentamientos, del que participaron la Unidad Motorizada de Acción Rápida (UMAR), la División VANT con drones y las unidades de Patrullaje y de Acción Preventiva. Todos ellos colaboraron con los oficiales de Puente de Hierro, Los Corralitos y la Comisaría 58°.
El crimen ocurrió el domingo alrededor de las 23.20 horas en la intersección de las calles Ferrari y Mortaro, en Los Corralitos. Mientras el niño jugaba en la vía pública, un auto gris, en el que circulaban los detenidos, pasó por el lugar. Desde el vehículo, abrieron fuego y la bala impactó en el pecho del menor.
Según el portal El Sol, tras el impacto de la bala, el niño fue trasladado de urgencia al Micro Hospital Puente de Hierro, donde se confirmó que el proyectil había atravesado el costado izquierdo de su tórax. Debido a la gravedad de las heridas, fue derivado al Hospital Notti, donde horas más tarde falleció.
Al poco tiempo, cayeron los primeros tres sospechosos, mientras que el cuarto (N.P.) fue detenido luego de un operativo realizado en el Barrio San Vicente VI, donde reside. Se trata de un individuo con antecedentes penales por desobediencia y robo simple. Además, tendría vínculos con negocios relacionados con la droga.
De acuerdo con testimonios recogidos por MDZ online, algunos residentes de la zona señalaron que la muerte de Isaías Rivas fue consecuencia de una “venganza”. Una mujer relató al medio que el origen del conflicto estaría vinculado a una disputa en una finca por una tijera de cortar ajo, que derivó en una pelea a golpes y, posteriormente, en el trágico episodio.
La mujer detalló que el conflicto tuvo su origen en el trabajo con el ajo, donde “si no tenés tijeras, le tenés que pedir al cuadrillero, que después te la va descontando del sueldo”. Según su relato, el problema surgió porque “el chico prestó la tijera, no se la devolvieron y se la descontaron. Entonces fue a reclamar”, lo que provocó una pelea que, posteriormente, derivó en la muerte de Isaías Rivas.
Por otro lado, los investigadores manejan diversas hipótesis para esclarecer lo ocurrido esa noche. Una línea de investigación apunta al ajuste de cuentas por la cuestión laboral, mientras que otra sugiere que podría tratarse de una represalia por una denuncia presentada por los familiares de la víctima, quienes habían señalado un incremento en la venta de drogas en el barrio.
Actualmente, el caso se encuentra en etapa investigativa, y las autoridades esperan avanzar en las declaraciones de los detenidos y en los testimonios para reconstruir los hechos con mayor precisión.