Luego de que se reportaran dos crímenes en el barrio Malvinas Argentinas, en Mar del Plata, en los últimos tres días, la Justicia investigará la posibilidad de que ambos casos estuvieran relacionados. En este sentido, los investigadores sospecharían de una presunta venganza por la muerte de Sebastián Medina (36), quien fue asesinado el lunes por la noche de un disparo.
En medio de los festejos navideños, otro hombre fue asesinado de un tiro a la altura del cuello y, pese a que intentaron socorrerlo, este fue declarado muerto en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA). Por el momento, solo trascendió que el apellido de la víctima era Barrionuevo y que podría haberse tratado de un familiar de una de las personas que habría estado involucradas en el crimen de Medina.
A partir de esta conexión, las autoridades profundizarían en la teoría, debido a que los hombres fueron asesinados en un perímetro de solo dos cuadras de distancia entre sí. Mientras que Medina fue asesinado en Brandsen al 8200, Barrionuevo fue atacado en la intersección entre Brandsen y Rauch.
Según la información obtenida por La Capital de Mar del Plata, el fiscal a cargo de la investigación, Fernando Berlingeri, sospecharía que la muerte de Barrionuevo habría sido una venganza en contra de la pareja que habría ejecutado de un disparo en el tórax a Medina. Pese a que los presuntos autores no fueron identificados, se tratarían de un joven mayor de edad y de una joven menor de edad.
A raíz de la muerte de Barrionuevo, comenzó a esparcirse un rumor sobre que la menor de edad podría presentarse ante la Justicia para aceptar la responsabilidad que habría tenido en el crimen de Medina. A pesar de que esto no habría sido confirmado, las autoridades habrían planteado que el vínculo familiar habría sido entre la víctima y la pareja de la adolescente.
Hasta el momento, se reconstruyó que el lunes pasado Medina había concurrido a un domicilio que funcionaba como un punto de venta de drogas. Varias semanas atrás, el búnker había sido allanado en el marco de una investigación por presunto narcotráfico, no obstante, se cree que otras personas habrían aprovechado la situación para apropiarse del inmueble y presuntamente continuar con el negocio ilegal.
Aparentemente, la intención de la víctima era reclamar por el empeño de un teléfono celular, cuando la pareja sindicada salió a la calle y le dispararon. De acuerdo a las declaraciones de los testigos del hecho, antes de que Medina fuera asesinado habrían sostenido una discusión en plena vía pública. Sin embargo, no pudieron confirmar que el motivo de la pelea haya sido el dispositivo móvil.
Producto del impacto de bala, la víctima sufrió una lesión en el tórax, por lo que fue trasladado de urgencia hacia el Hospital Interzonal General de Agudos. Minutos después de que fuera ingresado, el hombre perdió el conocimiento y, pese a los esfuerzos del personal médico, no pudo ser reanimado.
A lo largo del 2024, los homicidios de Medina y Barrionuevo fueron reportados como los casos número 38 y 40. En el medio de los crímenes, otro hombre identificado como Gabriel Alcántara (36) fue asesinado de una puñalada en el pecho. El acusado se trató de un joven de 20 años, hijo de la pareja de la víctima, quien aseguró haber actuado en defensa de su madre.
El hecho ocurrió frente a una vivienda ubicada en la zona de Lucio Varela y Eva Duarte de Perón, en el barrio El Colmenar. Según fuentes del caso, el fallecido había mantenido una relación sentimental con la madre del joven acusado que estuvo marcada por la violencia: ella incluso llegó a denunciarlo ante la Justicia y aunque en el pasado había estado vigente una restricción de acercamiento contra Alcántara, la medida ya había quedado sin efecto.
En medio de este contexto, el hombre se presentó en el domicilio de la mujer, en donde sostuvieron una discusión por motivos desconocidos. Fue en ese momento que el imputado lo confrontó y le asestó una puñalada en el pecho.
Antes de morir, la víctima llamó al 911 para denunciar lo que había ocurrido. Por este motivo, una ambulancia del SAME se presentó en el lugar para constatar su muerte y un móvil policial detuvo al acusado en la escena del crimen. De esta manera, fue trasladado a la comisaría 8° y fue imputado por el delito de homicidio simple, lo que podría prever una pena de entre 8 y 25 años de prisión.