Rafael Horacio Moreno, el policía retirado de 74 años detenido por el homicidio del colectivero Sergio David Díaz en Lomas del Mirador, declaró este jueves ante el fiscal Matías Folino. Durante la indagatoria, el acusado afirmó que el disparo fue accidental y que en ningún momento tuvo intención de abrir fuego.
Según detallaron fuentes judiciales a Infobae, Moreno -que fue asistido por un defensor oficial- aseguró que el arma se accionó mientras era empujado y golpeado por la víctima. Los investigadores del caso evaluarán su versión junto a los distintos videos que registraron el hecho.
En su declaración, el jubilado admitió haber salido armado para pedir que bajaran el volumen de la música, aunque no pudo explicar por qué tomó esa decisión. Aseguró que, un rato antes del desenlace fatal, había intentado mediar con los vecinos por los ruidos que le molestaban, sin llegar a un acuerdo.
Las fuentes consultadas por este medio agregaron que Moreno aún “se encontraba en estado de shock” durante la audiencia y reiteró que no se trató de un hecho premeditado. Frente al fiscal, manifestó signos de arrepentimiento y reconoció las consecuencias que el hecho tendrá para él y su familia.
El policía retirado enfrenta una acusación por homicidio agravado por al uso de arma de fuego, un delito que, de acuerdo con la legislación, establece penas de entre 8 y 25 años de prisión. En este caso, se aplica además el agravante contemplado en el artículo 41 bis del Código Penal, el cual incrementa en un tercio tanto el mínimo como el máximo de la pena prevista.
Por su edad, se encuentra en condiciones de solicitar el arresto domiciliario, medida que deberá ser evaluada por el juez interviniente. Por lo pronto, sigue encerrado en una celda.
El homicidio tuvo lugar en la madrugada de ayer, en pleno festejo de Navidad, en la calle Acevedo al 4100 de la mencionada localidad del partido de La Matanza. Según las imágenes captadas en un video difundido posteriormente, Moreno cruzó a la vereda de enfrente para regañar a un grupo de vecinos por el alto volumen de la música. Ante la falta de respuesta, sacó de debajo de su remera un revólver calibre .38 y amenazó al grupo.
Sergio Díaz, quien tenía 40 años y trabajaba como chofer de la línea 109 de colectivos, se acercó a Moreno para confrontarlo. En la filmación se observa cómo ambos discutieron cara a cara, mientras la víctima fatal lo empujaba hacia la calle. En un momento, Moreno disparó a quemarropa, impactando en el costado izquierdo del abdomen del colectivero.
Herido de gravedad, Díaz intentó caminar unos pasos, pero rápidamente se desplomó. Fue trasladado de urgencia al Hospital Paroissien, donde falleció pese a los esfuerzos médicos. Mientras tanto, Moreno regresó a su casa, donde fue detenido minutos después por la Policía Bonaerense. Junto al acusado, se incautó el arma utilizada, un revólver Taurus, que será sometido a pericias.
Este jueves, la escena del crimen volvió a ser escenario de tensión tras una discusión que protagonizaron familiares de Díaz y Liliana, pareja del policía retirado imputado por el homicidio.
La situación ocurrió frente a las cámaras de televisión que cubrían el caso. En medio de las entrevistas, Karina, prima de Díaz, enfrentó a Liliana cuestionando su versión de los hechos y la acusó de mentir para proteger al acusado.
“Es una sinvergüenza. Sos una mentirosa, caradura. ¿Por qué no decís la verdad?”, exclamó la prima del colectivero ante las cámaras, mientras Liliana afirmaba que el incidente no comenzó por el volumen de la música, sino porque el grupo de Díaz habría forcejeado la reja de un kiosco en la cuadra.
Liliana afirmó que Moreno había salido a pedir a los vecinos que se retiraran y que alguien del grupo del colectivero tenía un arma.
Tras escuchar esas palabras, la prima de Díaz negó de inmediato esta versión. “Nada que ver. ¿Qué reja estábamos robando? Estábamos festejando, nada más. Se ve en las cámaras”, sostuvo Karina, quien además recriminó que Liliana celebró tras el disparo fatal. Según su relato, “se burlaba de la víctima” mientras las demás personas intentaban auxiliarla.
La discusión concluyó con Liliana retirándose hacia su casa mientras hacía un gesto ofensivo hacia los familiares de Díaz.
Los dichos de Liliana respecto a la secuencia de los hechos no fueron ratificados por Moreno en la indagatoria.
Con el correr del día, familiares de la víctima se reunieron en el lugar y comenzaron a protestar contra la vivienda del detenido. En medio de la situación, también arrojaron piedras. Liliana fue retirada de su vivienda en un patrullero, escoltada por la policía.