En medio de la conmoción que desató el caso conocido como “Niña Cielo”, luego de que la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia, Claudia Karina Feldmann, le quitara la tenencia a la madre de la menor para que la menor de edad quede bajo el cuidado de sus abuelos y padres de su presunto abusador, la Justicia de Chaco descartó el amparo que presentó la mujer para que la nena de 6 años y su hermana de 2 años vuelvan a vivir con ella.
La resolución fue rechazada este viernes por la Sala Cuarta de la Cámara de Apelaciones Civil y Comercial, tras considerarse que el fallo de la jueza no había sido inconstitucional. Además de haberse desestimado la solicitud, la mujer deberá hacerse cargo del pago de las costas y abonar los honorarios del abogado Mladen Ignacio Sinkovich. Las sumas decretadas fueron de $380.200 y $152.080, sin incluirse el IVA y los intereses.
Por este motivo, los magistrados Eloísa Araceli Barreto y Fernando Heñín sentenciaron que “resulta desfavorable a la peticionante el haber acudido a esta vía teniendo a su disposición las acciones y vías recursivas procesales habilitadas por la legislación aplicable a fin de obtener la solución jurídica a sus problemas, las que básicamente lucen más idóneas para obtener la tutela de los derechos involucrados en el caso”.
De acuerdo a la información obtenida por Diario Chaco, la madre de la Niña Cielo había presentado un amparo, con el objetivo de que la tenencia de sus hijas fuera restablecida y que se prohibiera la revinculación de la menor de edad con sus abuelos paternos, a quienes había acusado de presuntamente haber sido cómplices de los abusos denunciados en contra del progenitor de la niña.
La decisión de que las menores de edad quedaran bajo el cuidado de su familia paterna fue expedida el pasado 16 de diciembre por el Juzgado de Niñez, Adolescencia y Familia N°1, lo que derivó en que las niñas fueran separadas de su madre el martes pasado. La situación se dio en un contexto violento, debido a que se registró en videos la resistencia que ofreció la víctima para quedarse con su madre.
A pesar de eso, la menor fue arrebatada y escoltada junto a sus abuelos, con quienes deberá vivir sin tener contacto con su madre por disposición de la jueza Feldmann bajo el fundamento de que “no se observan riesgos, al momento de la evaluación, en la convivencia”. Incluso, el informe realizado por el Equipo Interdisciplinario del Fuero Civil recomendó que se mantenga la estadía de la niña en la casa de sus abuelos para “afianzar y fortalecer el vínculo con ellos”.
Las sugerencias emitidas por el Equipo Interdisciplinario se basaron en entrevistas con los abuelos y la “niña Cielo”, como así también, a partir de observar la dinámica familiar entre ellos. Por eso, se planteó que la menor “se encuentra contenida” y “se la nota con un comportamiento fluido, un intercambio con los adultos, a quienes llama “abu”. Se evidencia planes, afectos hacia estos abuelos y hacia su tía y primos”.
Frente a esto, la resolución fue criticada por la abogada defensora, Aldana Ross, quien remarcó que los abusos sufridos por la Niña Cielo fueron comprobados por medio de informes médicos y pericias psicológicas. Incluso, reiteró las acusaciones contra el matrimonio por presuntamente haber sido partícipes de los abusos en contra de la menor de edad.
Poco después de que se conociera el rechazo de la Justicia al amparo, la madre de las pequeñas publicó una carta en las redes sociales, en donde aseguró que se mantendría alejada de las menores para “proteger a mi hija y evitarle sufrimientos innecesarios”, según los detalles brindados por Diario Norte.
“He decidido no concurrir a ninguna plaza ni espacio de juegos de la ciudad de Resistencia, a fin de que ella pueda disfrutarlos sin tener que preocuparse por cruzarse conmigo, debido a la prohibición de acercamiento que poseo hacia ella, justificada en el daño psicoemocional que le causaría”, anunció al agregar que tampoco se comunicará con los padres de sus amigos y compañeros de la escuela, con el fin de evitar falsas especulaciones sobre intentos de contactarse con ella.
Finalmente, la mujer explicó que “todas las restricciones que hoy he decidido imponerme son para proteger a mi hija y evitarle sufrimientos innecesarios”, y concluyó: “Yo, como adulta, podré superar y saber esperar todo el tiempo que demandan los trámites judiciales; mis hijas, a sus 6 años y casi 2, no tienen las herramientas para entenderlo”.