A más de 20 días de que los restos de Candela Ayoza, la adolescente de 17 años que fue asesinada, calcinada y descartada en las vías del Ferrocarril Roca en Lomas de Zamora, la Justicia confirmó que las partes halladas eran compatibles con su ADN. Pese a que ya había sido reconocida por su madre, los resultados sirvieron para determinar lo que ocurrió con la joven, que había sido reportada como desaparecida el día previo al hallazgo.
Si bien no existían dudas respecto a la identidad de los restos calcinados que fueron localizados en la zona de Villa Albertina a finales de noviembre, el fiscal a cargo de la investigación, José Luis Juárez, perteneciente a la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 12 de Lomas de Zamora, aún esperaba la confirmación de las pruebas de ADN que había solicitado.
A raíz de esto, el investigador adelantó que pedirá la prisión preventiva para los dos imputados por el hecho. Se tratan de Carlos Ayoza, el primo de la víctima acusado de haberla llevado a la casa de los otros dos prófugos de haber participado en el crimen, y Alan Vega, un vecino de los sospechosos que habría colaborado en el descarte de los restos de la adolescente.
De acuerdo a la información publicada por Diario Conurbano, el primo de Candela fue la primera persona en ser detenida al ser señalado como la última persona que la vio con vida. Luego de que se negara a declarar en su primera citación, el acusado pidió dar su versión de los hechos la semana pasada con la presencia de su abogado.
El 26 de noviembre pasado, día en el que se reportó la desaparición de la menor de edad, los familiares de la víctima indicaron que había ido junto a su primo a buscar unas zapatillas que había comprado por internet. El dato fue corroborado por el sospechoso, quien agregó que había ido junto a su novia y Candela a la casa de los dos prófugos. Asimismo, contó que la habían dejado en el domicilio porque ella quería esperar a uno de los hijos de los fugitivos.
“Se hizo casi medianoche, no venía y yo decidí irme”, aseguró Ayoza al enfatizar: “Mi prima se quedó en la casa. Ella estaba viva”. Por este motivo, sostuvo: “Soy inocente. No tengo nada que ver en esta causa”, sin embargo, el relato no fue suficiente para que se modificara su situación procesal.
Por otro lado, las autoridades indicaron que Vega sería el más complicado de los dos, debido a que se habrían recabado las pruebas suficientes para comprobar su participación en el crimen. En este sentido, afirmaron que en el expediente fue agregado un video que lo habría captado junto a los dos prófugos mientras trasladaban el cadáver de Candela.
Días más tarde, unos vecinos denunciaron el hallazgo de restos humanos calcinados en el tramo que conecta a las estaciones de Temperley y Haedo. “Encontraron, entre basura quemada y a la vera de las vías, un pie semi calcinado y un tobillo, también una media que fue la que luego reconocería la mamá de Candela”, describió la fiscal Carla Furingo de la UFI N°1 de Lomas de Zamora, quien había caratulado al caso como homicidio triplemente agravado por ser cometido en contexto de violencia de género, por la participación de tres personas y por ensañamiento.
Tras el hallazgo de los primeros restos y la llegada de los peritos de la Policía Científica de la Bonaerense al lugar, por orden de la fiscal se hizo un rastrillaje en la zona. A 300 metros de allí encontraron la cabeza y diferentes huesos, todos calcinados, pero no darían con el torso de la víctima, al menos, hasta este domingo. “Todo estaba tan quemado que es muy difícil que se pueda extraer ADN”, describieron las fuentes el estado de lo encontrado.
Los investigadores están convencidos de que la mataron horas después de que desapareció en un aguantadero de la zona donde se comercializa paco en el barrio y al que fue por sus propios medios, junto a su primo y los dos prófugos. “El cuerpo lo habrían quemado con nafta y las partes las sacaron en bolsas de arpillera y la trasladaron en un carro que le pidieron a un vecino”, contaron las fuentes a este medio los detalles macabros del caso.