La titular del Juzgado Criminal y Correccional N°34, Laura Bruniard, indagó este martes a dos de los acusados de haberle vendido cocaína a Liam Payne, el ex One Direction que murió el 16 de octubre pasado al caer desde el tercer piso del hotel CasaSur del barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Se trata Braian Paiz, quien conoció al cantante fallecido cuando era camarero de un restaurante del barrio porteño de Puerto Madero, una de las zonas más lujosas de Buenos Aires. En esa oportunidad, el músico estaba acompañado por su novia, Kate Cassidy y otras dos personas.
El otro imputado que fue indagado por la muerte de Payne este martes es Ezequiel Pereyra, un empleado del hotel CasaSur donde falleció el cantante hace ya dos meses.
Tras la indagatoria, los dos acusados quedaron imputados por el delito de suministro de estupefacientes a título oneroso, que prevé de 4 a 15 años de prisión, y ahora la jueza tiene 10 días hábiles para decidir su futuro en el expediente.
“La audiencia duró tres minutos, literal, porque ninguno de los dos habló. Sólo presentaron un escrito”, confiaron fuentes del caso a Infobae.
Sin embargo, este medio accedió a parte de lo que decía el escrito presentado por el abogado de Paiz, Fernando Madeo Facente, ante el fiscal Andrés Madrea y la jueza Bruniard. Hay que recordar que al imputado la Cámara de Apelaciones le revocó la exención de prisión que había presentado y que el delito del que lo acusan no es excarcelable.
Paiz, de 24 años y oriundo de la localidad bonaerense de Berazategui, no puso en el escrito nada que no haya dicho antes públicamente. Él niega haberle vendido drogas al cantante, y concede que compartieron un ámbito de privacidad donde no hubo contraprestación.
“En uno de esos momentos, él se me acercó, me pidió mi contacto, yo le pasé mi Instagram y él me envió mensajes porque quería drogarse. Él ya estaba drogado y creo que se iba a un concierto”, recordó Paiz en una entrevista con el canal Telefé sobre ese 2 de octubre en que dijo que se conocieron.
También el imputado se defiende al decir que en su celular, que fue incautado por la Justicia, hay pruebas de todo lo que dice, según el escrito que ya está en manos de la magistrada y del fiscal; y donde el imputado rechaza las acusaciones sobre el mote de dealer que le valieron hasta insultos de las fans de la víctima, en base a sus dichos.
Justamente, desde la Justicia consideran que los chats entre Paiz y Payne son la llave de la acusación contra el camarero que ha sido despedido del restaurante de Puerto Madero donde trabajaba -y donde conoció al ex One Direction en octubre pasado- tras ser acusado de la muerte del músico. Las cámaras de seguridad secundan las conversaciones.
Payne se hospedó en el CasaSur a la medianoche del 13 de octubre pasado. La Justicia acusa a Paiz de haberle suministrado cocaína al músico en dos oportunidades el pasado 14 de octubre, dos días antes de la muerte en el hotel: a las 3.24 AM y a las 10 AM.
“En el chat entre Paiz y Payne del pedido de la madrugada del 14 de octubre hay una foto de la bolsita de cocaína de 5 gramos que le ofrece. En el de la mañana de ese mismo día, le dice al cantante que tiene de 3 gramos y de 7. Payne se toma un taxi y va a buscar la droga”, contaron fuentes con acceso al expediente a Infobae.
Pereyra y los USD100
El segundo en presentar un escrito en su indagatoria de este martes fue Ezequiel David Pereyra, de 21 años, empleado del hotel CasaSur que el día de la tragedia “fue suspendido de su trabajo por 30 días por haberle dado drogas a un huésped”, según detallaron fuentes del caso.
También lo acusan de haberle suministrado cocaína, pero en su caso los días 15 de octubre a las 7.25 AM y 16 de octubre a las 15.47. “Recibió 100 dólares y en el chat del día de la muerte, el fallecido le pidió: ‘7 gramos más de lo que me diste ayer’. Luego, le hace entrega trabando la puerta del ascensor en el subsuelo y eso está en video”, apuntaron las fuentes de la causa.
Este miércoles será indagado por Zoom Rogelio Luis Nores, de 36 años, que vive en Boulogne y se dedica a asesoramiento y gestión empresarial. Acompañaba a Payne en su estadía en Buenos Aires y ahora enfrenta cargos por abandono de persona en concurso con suministro y facilitación de drogas.
“Alega que jamás lo vio consumir a Payne y que no sabía de sus problemas de adicción”, indicaron a este medio quienes accedieron a sus primeros dichos en la causa.
La fiscalía atribuyó la provisión de sustancias a Nores y los otros acusados, luego de que los análisis toxicológicos de Payne revelaran rastros de alcohol, cocaína y un antidepresivo, indicando policonsumo en las horas previas a su muerte.
Las últimas indagatorias de esta semana serán a Esteban Reynaldo Grassi y Gilda Martín, el jefe de seguridad y la gerenta del CasaSur presentes el día de la muerte. El hombre fue quien realizó la llamada al 911 que alertó sobre la crisis que Payne atravesó antes de su muerte.