A más de una semana del choque fatal entre dos lanchas a la salida de una fiesta en el río Paraná, la Justicia dictó prisión preventiva para el conductor que provocó el siniestro, que dejó un saldo de un muerto y siete heridos.
Se trata de un hombre de 34 años, identificado como P.B., que se puso a disposición de las autoridades horas después de la tragedia. Llegó acompañado por su abogado y reconoció su rol en el incidente. El capitán quedó detenido desde entonces y fue sometido a los testeos de alcoholemia y drogas correspondientes.
Durante una audiencia realizada el lunes, el fiscal a cargo de la investigación, Arturo Haidar, lo imputó por el delito de homicidio culposo causado por la conducción imprudente, negligente y antirreglamentaria, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local Rosario3. A su vez, se lo acusó por lesiones leves culposas contra otras siete personas.
El fiscal argumentó su solicitud de prisión preventiva al plantear que el imputado limpió la embarcación durante el período transcurrido entre el hecho y su presentación ante la Justicia. “Aunque no registra antecedentes penales condenatorios, la jueza contempló que el riesgo de entorpecimiento probatorio estaba latente: si recuperaba su libertad, podía obstaculizar la investigación”, indicó Haidar.
Entre sus fundamentos, el funcionario mencionó que el hombre se presentó en una dependencia policial a la mañana siguiente del hecho, lo que “impidió determinar científicamente si al momento del homicidio él estaba alcoholizado, mientras que la mayoría de las personas que viajaban con él dieron cuenta de que todos habían tomado bebidas alcohólicas”.
Según pudo reconstruir, el siniestro ocurrió entre las 22 y las 22:30 del sábado 7 de diciembre. La única víctima fatal fue Adrián Javier Taborda, de 35 años, quien se encontraba en su lancha, bautizada como “Anita”, junto a otras siete personas más, de entre 24 y 35 años. Su embarcación estaba amarrada en el muelle. Como había poca iluminación, Adrián estaba haciendo señas con la linterna. “La otra lancha no tenía luces y venía muy rápido, llena de gente”, explicó la novia de la víctima, una de las sobrevivientes.
La embarcación que conducía P.B., llamada “Samira”, chocó de lleno contra “Anita”. Todos habían asistido a la misma fiesta. “Lo único que escuchamos fue ‘¡Ese chico, no nos ve... No nos ve!’. No pudimos esquivarlos. La punta de su lancha pasó por encima de la nuestra, nos agachamos, pero golpearon en el medio. Algunos de ellos cayeron al agua también, pero no se detuvieron. Nos dejaron solos”, dijo una de las personas que resultaron heridas en el siniestro.
Entre las irregularidades señaladas por el fiscal en su planteo, se encuentran: navegar sin las luces de posicionamiento nocturnas, superar la velocidad máxima requerida para realizar las maniobras y exceso de peso en la embarcación, por la gran cantidad de tripulantes. Sobre este último punto, aclaró que “iban once personas cuando la capacidad máxima estipulada para ese tipo de lanchas es de seis”.
A pesar de los daños materiales y humanos, los tripulantes lograron llevar a “Anita” hasta el Club Náutico Sur, donde pidieron auxilio. En el lugar intervino Emergencias Náuticas y personal de la Prefectura Naval Argentina se dirigió rápidamente al sitio. Los heridos fueron trasladados por los médicos al Hospital Cullén, donde algunos recibieron atención por heridas severas.
La sobreviviente que habló con la prensa local también lamentó la pérdida de Adrián Taborda: “Era una persona increíble… Estamos devastados”. “La bronca es enorme, no solo por lo que pasó, sino porque quien nos chocó se dio a la fuga y nunca trató de ayudarnos”, apuntó contra el conductor ahora imputado.