Esteban Ramón Delgado, el padre de Sofía Micaela Delgado –la joven de 20 años que fue secuestrada y asesinada el 30 de octubre pasado en San Lorenzo, y cuyo cuerpo fue hallado recién el 15 de noviembre atado de pies y manos, envuelto en un aislante térmico en un camino rural de la vecina localidad de Ricardone–, fue imputado este viernes por haber abusado de ella y de su otra hija cuando eran niñas.
Ante el juez Ariel Cattáneo, el fiscal Maximiliano Nicosia Herrero acusó al hombre por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por haber sido cometido por ascendiente y por haber sido perpetrados contra dos menores de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente, todos en concurso real en concurso ideal con corrupción de menores.
El fiscal precisó que a Sofía la violó “en una indeterminada cantidad de veces” desde sus 10 hasta sus 13 años, mientras que a su otra hija Lourdes, desde sus 9 años hasta los 13. El juez, una vez finalizada la imputación, le dio prisión preventiva efectiva por el plazo de ley al sospechoso.
Los ataques sexuales habían sido denunciados por Sofía el 23 de diciembre de 2022 ante el Área de Violencia de Género. Un año antes, la Secretaría de Niñez había ordenado que ella y su hermana vivieran en otra casa, para distanciarse de su padre y su madre biológica. Además, un juez de Familia de San Lorenzo había ordenado una prohibición de acercamiento del matrimonio a sus hijas.
“Hoy lo que se estableció fue el contexto de maltrato físico, sometimiento y vulnerabilidad que tenían Sofía, Lourdes y otros integrantes de la familia. En 2022 se hizo la denuncia, se había avanzado, pero no había hechos concretos para hacer una imputación. Nunca se desestimó”, expresó el fiscal Nicosia Herrero en conferencia de prensa.
El funcionario judicial señaló que a partir de la desaparición de la joven de 20 años comenzaron a llegar testimonios e informaciones que daban cuenta de mayores detalles de las violaciones que habían sufrido las hermanas a manos de Esteban Delgado. “Se coordinaron nuevas medidas de evidencia que explicaban el entramado familiar y los abusos”, indicó.
Consultado sobre el motivo de la demora en acusarlo por los hechos que habían sido denunciados hace dos años, el fiscal explicó que le faltaban elementos ampliatorios. “No puedo sentar a una víctima para obligarla a que denuncie. Eso lleva tiempo, tiene distintos niveles de intervención. La investigación nunca se cerró, nunca estuvo paralizada. De hecho, continuó hasta este resultado”, respondió.
Para Nicosia Herrero, en principio, Claudina, madre de las víctimas “estaba inmersa en un contexto de violencia de género”. No obstante, no descartó que vaya a imputar a otro familiar más, ya que comenzaron a publicarse vía redes sociales la posible comisión de abusos de las por entonces niñas por parte de otro integrante del núcleo familiar.
El fiscal también apuntó que los abusos generaron tal afectación en las víctimas que en el caso de Sofía llegó a intentar matarse -hecho por el que intervino el área de Salud Mental- y a ingerir estupefacientes.
Los abogados representantes de la querella María Laura Maderna y Gabriel Filippini indicaron al diario Pregón de San Lorenzo que, según ellos, la madre de las víctimas “tuvo una participación activa en los abusos”. “Ella fue partícipe y estaba en conocimiento de las situaciones de vulnerabilidad de sus hijas”, concluyeron.