La anteúltima jornada del juicio por el doble parricidio de Vicente López sorprendió con la declaración de Martín Del Rio, acusado por el crimen de sus padres José Enrique Del Rio y María Mercedes Alonso en su casa de Melo 1101. “Soy completamente inocente, antes de haber tocado a mis padres me hubiera matado”, aseguró ante el jurado popular que este viernes determinará si es culpable o no.
El acusado de “doble homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma y por ser premeditado” habló durante cerca de una hora y media y dio su versión de los hechos en la sala del Tribunal N°7 de San Isidro.
“Quiero hablar de mi familia, de mis padres, de todo lo que yo viví en estos 50 años, que hace poco los cumplí detenido con una acusación totalmente injusta. Soy totalmente inocente de este cargo. Hace dos años y tres meses que vengo sufriendo el encierro, sufriendo haberme quedado sin mi familia, y hasta la violencia en la cárcel”, comenzó diciendo Del Río, quien se mostró emocionado, pero solo durante los primeros minutos.
En su declaración, el acusado negó haber sido el homicida, dijo que él no es el “hombre caminante” que se ve en las pruebas expuestas por la Fiscalía y remarcó la buena relación que tenía con sus progenitores. También compartió su teoría sobre el los crímenes: consideró que ambos fueron asesinados en el marco de un ataque comando realizado en Melo 1101 durante la madrugada del 25 de agosto de 2022.
“A mis padres les ingresó un auto comando liderado por alguien que tiene un auto negro y otros dos atrás, eso lo sabemos desde el primer día”, aseguró. La Fiscalía, por su parte, dijo que le tomó declaración al dueño de ese vehículo y que era un vecino de la cuadra.
No obstante, Del Rio insistió: “Lo único que pido es que se investigue. Que se investiguen las 13/14 horas que faltan. Y de la puerta del portón para adentro, no vayamos a buscar personas a 50 cuadras. De la puerta del portón para adentro, donde pasó el hecho. Soy inocente, los voy a amar toda la vida, los voy a necesitar como los necesité todo este tiempo”.
Acerca del juicio en su contra, el acusado contó cómo atravesó las audiencias en las que los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semeria y Gastón Larramendi presentaron 16 testigos que declararon en su contra. Entre ellos, su hermano, su ex mujer Cecilia Sánchez y su ex amante Paola Coquiara.
“Estoy muy angustiado, hace cuatro días no duermo”, dijo el representado por los abogados Mónica Chirivín y Gastón Salamón, que presentaron solo tres testimonios a lo largo de las audiencias.
Y agregó: “He visto en estos 4 días pasar mucha gente por la que yo he dado todo, como ellos a mi. He visto pasar a mi hermano también, que se sentó acá. El hermano que a los 18 años se fue porque nunca estuvo con nosotros, diga lo que diga. Mi madre lo tuvo que llamar para decirle que vuelva. Estuvo 32 años desparecido, llamaba cada 15/20 días a mis padres”.
Con respecto a las declaraciones que escuchó desde el banco de los acusados, dijo: “Me han tratado de gestor, de vago, de mentiroso, de estafador, de chanta, de garca. Yo creo que un estafador que entrega garantías legales no es ningún estafador. Bicicletero puede ser. Pero yo siempre pague, al día de hoy no le debo un solo dólar a nadie”.
Del Río también aclaró sus vínculos con las víctimas, con su hermano y con su mujer. Dijo que las únicas cuatro personas que el siempre amó fueron sus padres y sus dos hijos, Santiago y Milagros.
A José Enrique Del Rio, el acusado lo definió como su “confidente” y su “maestro”. “Él me enseñó a caminar la calle”, destacó. Sobre Mercedes Del Rio, su mamá, dijo: “Era una persona extraordinaria, la persona que se preocupó por mi familia por mis hijos, éramos un complemento de tres”.
En este sentido, le reprochó a su hermano haber estado ausente durante varios años: “En mi familia éramos tres: mi hermano siempre hizo su vida aparte, nunca estuvo”. Diego Del Rio, que presenció todas las audiencias desde que declaró, lo escuchó sentado casi al fondo de la sala con la mirada para abajo y se agarró la cabeza en varias oportunidades.
Sobre su ex mujer, que el miércoles dio un duro testimonio contra él y hasta lo reconoció en la prueba del hombre caminante, aseguró que la amaba y que hasta le había vuelto a pedir casamiento cuando finalizó la relación con su amante, Paola Coquiara. Una relación que ella desconocía.
“Nosotros estábamos de novios desde los 19 años. Yo sé que me equivoque con ella, lo se, lo tengo clarísimo. Vino dos veces a visitarme al penal y durante cinco horas le pedí perdón, lo quise corregir. Cuando yo termine mi relación con Paola le dije ‘casémonos devuelta por civil’”, contó.
En su declaración, Del Rio contradijo a casi todos los testigos que pasaron por el Tribunal N°7 de San Isidro en el marco del juicio en su contra. Incluso dijo que él no es el hombre caminante, marcado como el presunto homicida por la Fiscalía, y aseveró: “Yo en el habitáculo (del auto donde ocurre el crimen) no estoy. No hay nada mío ahí. Y ese es el lugar en el que matan a mis padres”
Del Rio se negó a responder preguntas de los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semeria y Gastón Larramendi durante su defensa: “Cuando ellos terminen de investigar, voy a responder”, explicó. Tampoco quiso contestarle a los abogados de su hermano Diego Del Rio, Félix Linfante y Marcelo D’Angelo.
La audiencia de este viernes está convocada para las 11 de la mañana. Será el turno de los alegatos finales de las partes. Luego, el jurado popular se juntará para analizar las pruebas expuestas durante las audiencias y definir el destino de Del Rio: los 12 integrantes tendrán que estar de acuerdo para declararlo culpable o inocente del los asesinatos.