Dos sospechosos de 18 y 23 años fueron arrestados en la localidad de Castelar, partido de Morón, tras ser sorprendidos mientras intentaban robar en una vivienda de la calle Alem al 1900, una nueva zona caliente del conurbano bonaerense, donde el mes pasado se produjo una violenta entradera a una fiscal.
Según fuentes policiales, los detenidos fueron identificados como Dion Nehuén Prestes Criado y Valentín Lozano. Un tercer cómplice logró escapar. Los atraparon este martes por la noche.
De acuerdo con el relato oficial, todo comenzó cuando los agentes de la Comisaría 7ª de Morón, durante un patrullaje de rutina, observaron un Peugeot 408 azul que llamó su atención.
Dos hombres descendieron del vehículo y se detuvieron frente a una casa, donde uno de ellos tocó el timbre y, con su teléfono celular, hizo gestos que indicaban que estaba fotografiando el lugar.
Al notar la presencia policial, ambos comenzaron a alejarse a pie, caminando en dirección al vehículo, que se desplazaba lentamente. Los oficiales solicitaron apoyo y procedieron a identificarlos. Tras dar la voz de alto, arrestaron a uno de los sospechosos y al conductor del vehículo. El tercer implicado, en tanto, huyó corriendo, llevando consigo un objeto similar a una barreta.
En el interior del coche, los efectivos hallaron tres celulares, herramientas, guantes, joyas, una barreta, un reloj, dinero en efectivo y una sustancia polvorienta rosa, que se presume podría ser la droga conocida como “tusi”.
Además, el vehículo presentaba adulteraciones en la numeración del chasis y el motor. Todos los elementos fueron secuestrados.
El caso está siendo investigado por la Unidad Funcional de Instrucción N°5 de Morón, bajo la dirección de los fiscales Claudio Oviedo y Marisa Monti. Prestes Criado -que tiene domicilio registrado en Villa Celina- y Lozano -oriundo de Gregorio de Laferrere- se negaron a declarar ante las autoridades judiciales. Fueron imputados por robo en grado de tentativa y violación de la Ley 289.
Los arrestos se produjeron a solo dos cuadras de la propiedad de la fiscal Gabriela Millán, la titular de la Fiscalía Descentralizada N°1 de Ituzaingó, cuyo hogar fue asaltado el mes pasado.
Millán fue atacada por un grupo de cuatro delincuentes armados que irrumpieron mientras estaba con su pareja y le pegaron culatazos en la cabeza e intentaron asfixiarla con un almohadón.
“Estábamos sentados mirando la televisión. Fue muy rápido, en un estallido se abrió la puerta. Eran cuatro personas masculinas, robustos y de alto porte. Entraron con un ariete, que lo dejaron apoyado ahí. Armados, llegué a ver dos calibre 9, mínimo dos. Encapuchados, creo haber visto a dos, el que estuvo conmigo no estaba encapuchado”, relató la funcionaria judicial.
Apenas ingresaron, los ladrones exigieron dinero y objetos de valor. “Querían plata, dólares. Me preguntaban por la caja de seguridad, si tenía, cosa que no tengo”, expresó la funcionaria. A pesar de sus negativas, los delincuentes se mantuvieron hostiles y forzaron la situación.
La fiscal explicó cómo los ladrones sometieron a su esposo, a quien llevaron al primer piso de la casa, mientras lo interrogaban insistentemente sobre el paradero del dinero. Mientras tanto, Millán fue reducida en la planta baja y retenida bajo amenaza de armas de fuego. “A mi marido lo pusieron en la cama y lo ataron boca abajo. A él le pedían donde estaba la plata. Mientras tanto, yo estaba en el mismo sillón, reducida con esta persona”, comentó Millán, haciendo referencia al ladrón que la custodiaba y que no dejaba de intimidarla.
Durante el asalto, los delincuentes le quitaron el anillo de matrimonio, pero no se lo hicieron a su esposo. Entre los objetos que se llevaron, mencionó algo que le resultó inusual: “Se llevaron los controles remotos de las alarmas, cosa bastante rara”.