Quedó en libertad el hombre que, accidentalmente, mató a su hijo de 20 años con una escopeta en la ciudad de Córdoba tras confundirlo con un ladrón. “No existen indicadores de riesgo de fuga”, argumentaron desde el Ministerio Público Fiscal, durante este lunes. También modificaron la acusación a homicidio culposo, de acuerdo a lo dispuesto por el fiscal de la causa, Gonzalo Berrotarán.
A través de un comunicado, el MPF de la provincia de Córdoba dio a conocer la noticia y explicó: “La Fiscalía de Instrucción en Violencia de Género y Familiar del quinto turno dispuso modificar la calificación legal por el hecho ocurrido el sábado 30 de noviembre de 2024 en una vivienda de barrio Guiñazú, de la ciudad de Córdoba, tipificado en un primer momento como homicidio calificado por el vínculo por la de homicidio culposo. En el mismo, resultó víctima Rodrigo Padilla Marcani, de 20 años de edad, e imputado su padre, Víctor Hugo Padilla Pérez”.
Y concluyó: “Asimismo, se ha ordenado la libertad del imputado, en atención a que no existen indicadores de riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación. En consecuencia, el proceso continuará su curso con el imputado en libertad mientras se practican el resto de las medidas probatorias pertinentes”.
De este modo, Padilla Pérez dejó de permanecer en el Establecimiento Penitenciario N°9, donde había sido alojado después del trágico episodio ocurrido durante la noche de este sábado.
Rodrigo Pérez Marcani, de 20 años, murió tras sufrir una herida de arma de fuego a la altura del omóplato. Se trató de un confuso episodio. Ocurrió en una vivienda ubicada sobre la calle Del Moreno y a metros de la avenida Juan B. Justo, en el barrio Guiñazú, situado al norte de la capital.
Allí, se encontraba Víctor Hugo Padilla Pérez, un hombre de 49 años, quien creyó que un grupo de ladrones había entrado a su domicilio para robarle durante la noche. Todo comenzó cuando el dueño de la casa escuchó ruidos en el patio y se puso en alerta. El hombre, según la hipótesis principal de la investigación, intuyó que estaba siendo víctima de un hecho de inseguridad.
Como consecuencia, se acercó para observar lo que sucedía y notó que había siluetas y movimientos de personas en su propiedad. Luego, el hombre -ahora imputado- tomó su escopeta calibre .16 y disparó. Casi de inmediato, lo hizo por segunda vez.
Después de efectuar ambos tiros, Padilla Pérez escuchó gritos y pedidos de auxilio. En ese momento, se percató de que no se trataba de delincuentes intentando robarle sino que había herido a uno de sus hijos, de apenas 20 años. La víctima sufrió una herida a la altura del omóplato izquierdo.
De forma desesperada, el hombre llamó a su esposa y sus otros hijos para avisarles lo que había sucedido. Rápidamente, cargaron a al joven en su vehículo, un Fiat Duna Weekend, y la trasladaron hasta el Hospital Elpidio Torres, que está ubicado sobre la avenida Juan B. Justo.
Una vez que arribaron al centro de salud, los médicos constataron el fallecimiento de Rodrigo, según informaron fuentes vinculadas a la investigación a Infobae.
Tras el trágico hecho, la causa quedó en manos de la Fiscalía de Violencia Familiar N°5, que está a cargo de Gonzalo Berrotarán. La primera hipótesis sostiene que se trató de un accidente en medio de la confusión.
Por su parte, la Policía de Córdoba detuvo al padre de la víctima fatal, y también secuestró la escopeta, junto a dos cartuchos. Así, el hombre quedó detenido hasta este lunes, cuando recuperó su libertad, mientras la causa por el homicidio de su hijo continúa en trámite.