“Piraña” tiene 12 años. Los chicos de su edad que terminan en una comisaría suelen ser arrestados por hechos menores; hurtos en un kioscos, supermercados chinos, cosas así. En las últimas horas, la Policía Bonaerense lo detuvo en un conocido shopping de la zona norte. Apeló a su edad; les aseguró a los detectives que había perdido a su mamá. La acusación en su contra, No lo detuvieron por ratero: “Piraña” intentaba comprar 500 mil pesos en ropa de marca, pagándola con dólares cash.
Ese dinero, según la acusación en su contra a cargo del fiscal Patricio Ferrari, le pertenecía a un jubilado de 86 años que, el sábado pasado, fue asaltado y torturado en su casa de Acassuso por la banda a la que pertenecía el menor, la misma banda que en marzo pasado asesinó al empresario Jorge De Marco y que el 6 de noviembre último le robó al periodista “Baby” Etchecopar, chicos de Villa La Cava, ninguno mayor de 25, presuntos asesinos, presuntos torturadores, ladrones teenager de carrera que manejan autos BMW y brindan con champagne Dom Perignon, con una predilección por víctimas mayores de edad que no ofrecen resistencia.
Otros tres sospechosos también fueron detenidos en la redada a cargo de la Superintendencia de Seguridad AMBA Norte I, a cargo del comisario mayor Lucas Borge: dos de ellos son menores de edad también, uno inimputable. Cuatro objetivos en el perímetro de la Villa La Cava fueron allanados; en una propiedad de la calle Rolón se encontraron los 220 mil dólares que le habrían pertenecido al jubilado torturado. Su casa fue allanada, no lo encontraron; finalmente, “Piraña” fue arrestado mientras iba de shopping junto a sus cómplices.
No es la primera vez que arrestan a “Piraña”, apodado así por su habilidad para colgarse de sus víctimas al golpearlas: registra varias caídas en el sistema penal sanisidrense. Su hermano Thiago, mayor de edad, de 18 años, ya había sido detenido como supuesto miembro de la banda y por su rol en el homicidio de Jorge De Marco. Otro hermano suyo, Jonás, también es miembro de la pandilla, señalado como parte del asalto a Etchecopar.
“Piraña” mismo fue señalado por el fiscal Ferrari por su participación en al menos otros dos escruches junto al asalto en Acassuso. En uno, cometido a fines de noviembre, utilizó su particular forma para espiar a sus víctimas y recolectar inteligencia: se hizo pasar por repartidor, con una moto con una caja de delivery, el método que empleó para supuestamente preparar el robo al jubilado.
El hecho de Acassuso fue particularmente cruel: al menos tres delincuentes ingresaron a la casa de la víctima tras violentar una reja. Allí, lo golpearon severamente mientras le exigían que entregue una supuesta suma de dinero que tenía en el lugar. Las manchas de su sangre quedaron en el piso de cerámica.
Un llamado al 911 alertó sobre el hecho a las autoridades. Se despachó al lugar un patrullero del comando local de la Policía Bonaerense, así como una ambulancia. El jubilado fue internado en un centro médico de la localidad de Olivos, donde fue estabilizado y se recupera.
Los hampones, antes de huir, escribieron las paredes con un marcador rojo. “Sin armas ni rencores, solo plata y amores”, decía su graffiti, una frase acuñada por la banda que asaltó el Banco Río en 2006, también en la zona de Acassuso.