Las fugas de los 11 presos de una alcaidía del barrio porteño de Barracas y la de los dos detenidos que se escaparon en las últimas horas del Centro de Contraventores de Nueva Pompeya tuvieron repercusiones más allá de la política. Este domingo, el Ministerio de Seguridad de la Ciudad, a cargo de Waldo Wolff, anunció la destitución de Sebastián Vela, responsable civil de la cartera, y de Martín Ochoa, director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad. Pero hubo más: una policía fue detenida por vínculos con los evadidos, según pudo saber Infobae.
Se trata de una oficial de la Policía de la Ciudad, quien fue apresada este domingo, aunque la noticia trascendió en las últimas horas. Estaba en servicio cuando la detuvieron sus compañeros de Fuerza.
Según la investigación, la policía está vinculada con la fuga ocurrida Pompeya de Darlin Javier Polanco Agüero (32), quien estaba preso por un homicidio; y Dilson Eduardo Polanco Muñoz (35), el dominicano que había sido detenido por la División investigaciones Antidrogas IV, que aceptó su culpa en un juicio abreviado y fue condenado a cinco años y medio de prisión. Lo atraparon este lunes en Paraguay.
Ninguno de los que se escaparon del centro de Pompeya es argentino, pero uno de ellos, al menos, habría logrado un vínculo con la ahora detenida: “Se la arrestó porque cuando se escapa, se ve en las imágenes de las cámaras de seguridad que él la saluda y sigue, como si nada, y ella le responde con un ademán”, detallaron las fuentes del caso consultadas por este medio.
En las investigaciones previas al arresto de la policía trabajó el área de Desempeño, a cargo de la comisaria Carla Mangiamelli, de la Oficina de Transparencia y del área de Investigaciones del Ministerio de Seguridad.
Waldo Wolff esta tarde tuiteó al respecto: “El uniforme no se mancha”. Y explicó en su posteo de la red social X que, así como respaldan los policías que arriesgan su vida todos los días, son “implacables con aquellos que mancillan a la institución” y usan el “uniforme para delinquir”.
El ministro porteño habló de “connivencia” para referirse al arresto de la policía: “El que traiciona el uniforme, preso”.
La fuga, que culminó con la policía detenida y dos altos funcionarios desplazados, ocurrió en un centro ubicado en la calle Beazley al 3800. La decisión de correr al responsable civil del ministerio y al director de Alcaidías de la Policía de la Ciudad fue comunicada por el titular de la cartera, Waldo Wolff, a través de la red social X., pero consensuada con el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
Pero no es solo un tema de nombres y cargos. Desde la administración de Wolff, se señala que la Ciudad ya transfirió el 20% de los delitos penales al Servicio Penitenciario Federal (SPF), dependiendo de la Justicia Nacional y que, además, la mayor parte de los apresados deberían estar bajo la custodia del SPF.
Este conflicto se produce en un contexto de cambios recientes en la administración del sistema carcelario tras un acuerdo entre Nación y la Ciudad para el traspaso del SPF en el área porteña, con la cárcel de Devoto como principal foco y en un distrito donde los detenidos pasaron de 1700 presos en 2023 en la Ciudad a 2300 en 2024.
“La Ciudad tiene transferido el 20% de los delitos penales, el resto los juzga la Justicia nacional. Por ende, le corresponden al Servicio Penitenciario Federal. De cada 100 detenidos, 94 tienen causas en la Justicia Nacional o Federal y el 20% tienen sentencia firme, ya están condenados”, habían destacado desde el Ministerio de Seguridad porteño.
Hay que recordar que el tema de la situación de los detenidos en la Ciudad volvió al foco tras el escandaloso escape de la alcaidía de Barracas durante un corte de luz de 11 de los reos apresados allí y que dejó cuatro agentes sumariados.
En paralelo, desde el Ministerio de Seguridad se inició una revisión de los protocolos aplicados en los centros de detención de la Ciudad, mientras continúan las investigaciones para esclarecer las responsabilidades operativas y administrativas vinculadas al caso.