Una empleada municipal que circulaba en su bicicleta fue brutalmente arrastrada durante dos cuadras por un motochorro para robarle la mochila. La violenta secuencia ocurrió en el partido de Merlo. A pesar de las diversas lesiones que sufrió, la víctima se encuentra “fuera de peligro” y permanece “en observación” en el hospital Héroes de Malvinas, según indicaron fuentes del caso a Infobae.
El hecho ocurrió el pasado jueves por la tarde, entre las 14.30 y las 15, cuando Claudia Berardo (50), la víctima, circulaba por las calles Fleming y Bariloche. Sin embargo, el episodio se dio a conocer en las últimas horas después de que Verónica, una de sus amigas, hiciera una publicación en Facebook relatando lo sucedido.
“Ella venía en bicicleta, a una cuadra de su casa, y apareció una moto grande”, comenzó a narrar la mujer. Y continuó: “Le arrebataron la mochila que llevaba en el canasto. Eso no fue todo. Como la llevaba atada en su mano, la tiraron de la bici y la arrastraron dos cuadras y media hasta que se pudo soltar”.
Luego explicó que la ambulancia llegó rápido, pero la empleada municipal de Merlo ya “estaba casi inconsciente, con cortes en la cara, la frente y la cabeza, toda quemada por la tierra de la calle”. Y agregó: “Cuando la vio la médica, pensó que estaba muerta, pero gracias a Dios, hoy la puede contar. Después de tres días internada, ya pudo abrir sus ojos”.
En la publicación que circuló por las redes sociales, la amiga de Claudia también compartió las imágenes que retratan el estado de la víctima tras el brutal ataque. En las desgarradoras fotos se observa su rostro lastimado y ensangrentado, cubierto con gasas, al igual que sus brazos y sus manos, y sus ojos que permanecen cerrados.
“Ella pide, por favor, que si alguien vio algo se acerque a la Comisaría 3ª de Parque San Martín. Por favor”, concluyó la mujer sobre el deseo de Claudia para hallar a los responsables.
Después de que la víctima fuera arrastrada durante más de dos cuadras, quedó tendida sobre el asfalto. “Yo sentí ruidos y salí a la puerta”, narró Mabel, una vecina que la asistió, en diálogo con Primer Plano Online. Y continuó: “Tenía su piel en carne viva. Estaba realmente muy mal esa chica”. Además, aseguró que nunca antes había visto “algo igual”.
Posteriormente, Claudia fue trasladada en una ambulancia hasta el hospital Héroes de Malvinas, situado sobre la avenida Ricardo Balbín y a poco más de cuatro kilómetros del lugar del hecho. Allí permanece internada, estable, pero en observación, mientras todos sus allegados piden por su pronta recuperación.
“Mi vida, Clau, te vi solo dos veces y lo que compartí con vos es como si te hubiera conocido de toda la vida. Pedimos que quienes tengan cámara en la zona, quienes hayan presenciado algo ese día, que se acerquen a aportar datos”, escribió una mujer en Facebook.
En tanto, otros vecinos denunciaron la falta de inseguridad en el partido. “Merlo, tierra de nadie. Totalmente desprotegida. Los trabajadores son las víctimas”, se quejó un usuario de la red social. “Necesitamos más seguridad y que controlen todas las motos. Merlo es tierra de nadie en todo el distrito”, añadió otro hombre.
El caso quedó en manos del fiscal Mario Ferrario, titular de la UFI N°3 de Morón. En principio, el hecho se investiga por robo, pero dependerá de las lesiones que sufrió la víctima, según detallaron fuentes del caso a este medio.
Lo cierto es que existen cámaras de seguridad que captaron la secuencia, como también testigos que la presenciaron y que son claves en la investigación.
Persecución y tiroteo frente a un jardín de infantes
Otro hecho de inseguridad se recuerda de Merlo en este último tiempo. Fue cuando los 70 alumnos del Jardín Nº 914 de Libertad fueron evacuados tras un violento tiroteo y una persecución que se desarrollaron frente a las instalaciones del establecimiento educativo.
De acuerdo a lo relatado por los testigos, se escucharon entre 10 y 20 disparos. La violenta secuencia ocurrió el pasado 19 de noviembre a las 13.30, en las inmediaciones de las calles Almagro y Santa Rosa. Según narró la directora del lugar, escucharon una serie de detonaciones y gritos frente al jardín.
“Lo que hice fue llamar al 911. Tenemos un protocolo que, ante una eventualidad de estas, uno comunica a los grupos de difusión que tenemos. Luego, les damos tranquilidad de que los chicos están bien. Ni los nenes y ni las maestras sabían lo que estaba ocurriendo afuera. Cuando la Policía me dio la seguridad de que todo estaba bien, avisamos a las familias para que vinieran”, dijo la mujer.