En la voz de los vecinos que fueron testigos del horror en el barrio privado Fincas de Hudson se puede sentir la desesperación e incredulidad por lo que estaban viendo. Allí, un chico de 14 años mató de un tiro a su padre este domingo por la mañana. Con la misma pistola hirió a su madre y a su hermana menor, para después dispararse en la cabeza: está grave.
El silencio del country parecía imperturbable, hasta que se empezaron a escuchar los disparos. Fueron al menos tres. Inmediatamente, empezaron a acumularse los mensajes de WhatsApp en el grupo vecinal, donde algunos preguntaron temerosos qué estaba sucediendo: “¿Por favor, vecinos, qué pasó? Están todos a los gritos, escuché tiros, ¿alguien sabe algo? Estoy acá en el K21″, dice una mujer en uno de los audios a los que accedió Infobae.
Otros contaron, asustados y con urgencia, lo que se alcanzaba a ver en la escena del crimen: “Por favor, llamen a la Policía, hay una persona armada, y mató a la familia”, dijo otra propietaria. Todo ocurría entre el temor de que se produzcan nuevas detonaciones y el apuro para que aparezcan las fuerzas de seguridad.
Una tercera vecina se metió en la conversación online para echar más luz sobre el asunto: “Es enfrente de casa, yo estoy enfrente de los K, creo que es el K13. Hay un chico que se volvió loco y empezó a los tiros, mató a la familia, la madre está con heridas de bala en el medio de la calle, métanse todos adentro y llamen a la Policía”, alcanzó a decir la testigo, notablemente conmocionada por lo que veía.
Fuentes policiales precisaron a Infobae que todo ocurrió en el lote K20. Al llegar, los policías encontraron en la planta baja de la vivienda el cuerpo de Ramiro Rotelo (49), el padre de la familia, con una herida de arma de fuego en el pecho: el disparo tenía orificio de salida en la espalda. Luego, hallaron al adolescente, señalado como el autor del homicidio, en la plata superior con un balazo en la cabeza. Corrió al baño e intentó suicidarse después de tirarle a sus familiares.
Tal como quedó asentado en uno de los audios que acompañan este artículo, en la entrada de la casa estaba la madre, identificada como Ruth Semeszczuk (48), con un disparo en el abdomen. La hermana menor, de apenas 8 años, sufrió una herida por el roce de una bala, también en la zona abdominal. La rescataron vecinos que la alejaron de la escena del crimen y la contuvieron a dos casas de distancia, hasta que llegó la Policía.
Minutos más tarde, ambulancias del SAME trasladaron a los heridos al hospital Evita Pueblo de Berazategui. El estado del menor es muy complicado, según confirmaron fuentes del caso. Lo operaron de urgencia tanto a él como a su madre, que también se encuentra delicada, mientras los médicos aguardan su evolución.
En el lugar continuaba trabajando en la escena de los hechos personal de Policía Científica. En los primeros peritajes se confirmó que el arma homicida es una pistola calibre .9 milímetros, propiedad del fallecido.
En el lugar estuvo el fiscal Christian Granados, de la UFI descentralizada de Berazategui, pero se confirmó que fue el menor quien disparó, por lo que la causa pasó al Fuero de Responsabilidad Juvenil del departamento judicial de Quilmes y quedó en manos del fiscal Federico Weinstein.
La causa se investiga como homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego, y por doble tentativa de homicidio, con los mismos agravantes. Si bien en principio no se descartaba ninguna hipótesis, los vecinos refirieron a los policías que el menor podría tener problemas psiquiátricos.
En cuanto a las víctimas, se pudo corroborar que Rotelo era ingeniero químico y se desempeñaba como socio gerente de una empresa. Su esposa, Ruth Semeszczuk, nacida en Salta, es perito forense especializada en traumatología. Trabajaría en el cuerpo médico de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.