El barrio privado Santa Bárbara, ubicado en el corredor Bancalari de Tigre, vivió anoche una jornada convulsionada cuando se desalojó al futbolista Mauro Icardi de la vivienda que le prestó su expareja, la empresaria y conductora Wanda Nara.
Al lote 126 se acercaron el agente fiscal de intervención y abogados particulares de ambas partes que presenciaron el procedimiento por “exclusión de hogar” a pedido del Juzgado de Garantías N°2 de Tigre con intervención de la UFI Género de Tigre.
Además, se le informó al jugador del Galatasaray de Turquía la prohibición de acercamiento tanto a Nara como a su domicilio. Las fuerzas policiales realizaron una inspección de la propiedad a los fines de establecer si había armas de fuego o elementos peligrosos, pero no hallaron nada.
La denuncia, radicada por Wanda Nara en la comisaría 2° de Tigre, quien a su vez fue entrevistada por el Sistema de Emergencia Social del municipio tigrense, fue por las amenazas sufridas por parte del deportista, por lo cual se requirió la medida cautelar. Por su parte, Icardi publicó en redes la solicitud de un bozal legal que emitió ante la visita que ella hará al programa de Susana Giménez.
Esta situación tuvo un fuerte epílogo en medio de un divorcio plagado de tensiones en donde la conductora intentó desalojar previamente al futbolista. Horas más tarde, la situación escaló luego de que la empresaria realizara una denuncia por amenazas contra su expareja.
Según el informe policial al que accedió Infobae, la animadora se cruzó durante la tarde del viernes con Icardi, con quien “mantuvo una discusión por la ocupación de la vivienda en donde el jugador del Galatasaray terminó amenazando a su exesposa”. Una vez que la situación volvió a la calma, el jugador del Galatasaray tomó su teléfono para compartir ante sus casi 13 millones de seguidores en Instagram cómo estaba viviendo el final del viernes. En una respuesta indirecta al conflicto, el futbolista publicó una imagen que mostraba la pileta infinity de la propiedad y las vistas al río, destacando la tranquilidad que parecía reinar en el lugar a pesar de la disputa legal.
El inicio de esta nueva etapa del conflicto empezó una vez que Mauro Icardi incumplió, según Wanda Nara, el plazo de estadía en la casa de Santa Bárbara. “Presté mi casa de corazón, como haría con cualquier persona, como lo hago con mi ex Maxi López cada vez que él viene a la Argentina. Le ofrezco mi casa y se la presto. El préstamo era hasta el 25, después necesito la casa por motivos personales”, había comentado la conductora de Bake Off Famosos (Telefe) a la prensa. Sin embargo, con el correr de los días, la hermana de Zaira Nara buscó recuperar la vivienda con otros medios. Por esta razón, Nara visitó al jugador con un equipo de abogados.
El hecho se dio un día después del mediático encuentro que tuvo la pareja en un restaurante de la Costanera: en ese sitio coincidieron con la China Suárez, que estaba junto a un grupo de amigas, y L-Gante, quien llegó junto a la conductora de Love is blind.
Si bien, en un principio, la empresaria se negó a hablar con los cronistas presentes en el lugar, finalmente dio su versión acerca de lo que se vivió. “No pasó eso. Me acerqué a saludar y ella tenía muy buena onda”, respondió a una seguidilla de preguntas por parte de la cronista enviada. Cuando le consultaron acerca de los rumores de un enfrentamiento con la China y de mala onda entre los tres, contestó: “Muy buena onda, yo ya había hablado con ella por teléfono”.