El camionero Héctor Romero, acusado del presunto homicidio de María Cash, recibió el 5 de noviembre pasado, a las 10.46, una llamada que lo alarmó y, al mismo tiempo, complicó su situación en el expediente: fue detenido 21 días más tarde. La comunicación realizada por Gustavo Lemos, encargado del supermercado de la empresa “Miguelito”, para el que ambos trabajan, duró poco más de cinco minutos. Creen los investigadores que el imputado intentó influir al testigo que había sido citado a declarar.
Lemos había marcado su número para avisarle que le había llegado una notificación “de María Cash”. Debía presentarse el 8 de noviembre, es decir, tres días más tarde. Para el fiscal general Eduardo Villalba, a cargo del caso, Romero le indica qué y cómo declarar.
A continuación, la charla:
Gustavo Lemos: Tengo que presentarme a declarar.
Héctor Romero: Bueno, pero, ¿vos qué sabes? Nada.
GL: Nada, pues. Lo mismo voy a tener que ir.
HR: Vos tenés que decir más o menos, ¿qué es lo que vos pensás decir? Porque yo lo que yo he declarado es que yo he alzado a una mujer, pues yo no sé si era ella o no era ella, pues yo nunca le he preguntado el nombre. Y la he alzado ahí en la rotonda hasta la difunta Correa y después nada más. No le he preguntado el nombre, nada. Yo lo único que le he preguntado fue a dónde iba. Me ha dicho que a Córdoba.Yo le he dicho que iba a 80 kilómetros de ahí, que agarraba otra ruta…
GL: Ajá.
HR: Y cuando llegó a la difunta Correa ya había varios camiones. Y yo le he dejado ahí. Vos tenés que decir que vos no sabés, no sé qué es lo que vos le has dicho al Policía cuando te ha ido a preguntar a vos del camión.
GL: Es que no, no le he dicho nada. Yo no me acuerdo, che.
HR: Y bueno, vos tenés que decirle que no, vos no sabés. No sé si vos le habías dicho que yo había alzado a una mujer o no.
GL: No, no, no. No me acuerdo.
HR: Vos tenés que fijarte bien y acordarte qué es lo que vas a decir, ¿ha visto? Porque no me va a meter en quilombo, pues yo no... Nada que ver, ¿ha visto? Pues yo ya he ido dos o tres veces a declarar y no me han vuelto allá más, gracias a Dios. Yo no sé…
GL: ¿Y qué has dicho vos allí?
HR: Que he alzado a una mujer, pero no sabía ni cómo se llamaba, yo nunca he dicho que era ella, nada. La verdad que no sé si era ella o no. Eso es lo que he declarado. Yo le he alzado ahí en la rotonda de Güemes y le he dejado a mi Palomita, la difunta Correa. Y después nada más. No le he preguntado cómo se llamaba, nada.
GL: Mmm.
HR: Vos no, no tenés que decir nada, lo que no sabés, vos tenés que decir, No sé qué has dicho vos cuando los policías te han preguntado del camión, qué era, cómo sabés.
GL: Mirá, si te soy sincero, no me acuerdo hasta si he declarado, pero no sé por qué salta mi nombre.
HR: No, no sé, mira, por eso te digo, debe ser que vos le has dicho algo al policía o vos tenés que acordarte qué has declarado.
GL: Pero qué raro que salte lo mío ahí…
HR: Porque vos me decís que te habían preguntado a vos de qué había ido el camión, cómo era ese día... algo así creo que me has dicho, no me acuerdo yo tampoco de eso.
GL: Y si, el camión ha llegado, ¿que no?
HR: Claro. Y sí, ha llegado más o menos en el horario normal que siempre llegó. Y nada más, por eso vos acordarte más o menos qué has dicho al policía y eso, pues si no, no tenés que inventar nada, vos tenés que responder lo que ellos te pregunten. No inventes nada porque te vas a perjudicar después solo.
GL: Claro, no, más vale. Así que bueno, voy a tener que ir, che.
HR: Y sí, para ver qué pasa, ¿ha visto?
GL: Ajá.
HR: Pero por eso te digo, seguro que me lo preguntas a mí si yo te he dicho algo... Y eso, pero no... Yo no me acuerdo que te haya dicho nada raro, ¿ha visto?
GL: Claro, por eso me parece raro, che.
HR: Por eso te digo, vos tenés que acordarte qué declaraste, qué has dicho, y hacé memoria, ¿meta? Cualquier cosa, avisame qué te han preguntado esos.
GL: Dale, meta.
HR: Pero te digo, vos tenés que responder lo que ellos te preguntan... no inventes nada de... si no, vos decís “no, no sé, no me acuerdo”. No sé yo qué has dicho vos antes. Vos tenés que decir lo mismo que has dicho antes.
Pese a que el camionero había dejado bien en claro qué quería que declarara el testigo, volvió a insistirle casi una hora más tarde, a las 11.39, cuando lo llamó. La conversación duró casi dos minutos.
HR: Che, yo me he quedado pensando lo que me has dicho… Vos tenés que hacer memoria si vos has declarado alguna vez, qué es lo que has dicho. Vos tenés que decir lo mismo, porque si declaras algo mal te vas a perjudicar vos, y me vas a perjudicar a mí también, pero… Vos tenés que hacer memoria, qué es lo que has dicho, qué sabes, qué no sabes, pero por eso te digo, vos no tenés que decir nada…
GL: Ajá.
HR: Si ellos no te preguntan.
GL: Bien.
HR: Y si te preguntan algo que vos no sabes, tenés que decir “no, no sé yo, no”… y nada más.
GL: Bien.
HR: Tampoco.
GL: Si, si, más o menos me estaba acordando si…
HR: Ah.
GL: No, no sabíamos nada, la verdad, así que quedate tranquilo, yo me he asustado también hace rato, así que…
HR: Bueno, no, por eso te digo, porque ellos te empiezan a preguntar diez veces la misma cosa, ¿ha visto? Vos tenés que hacer memoria de lo que has declarado y de lo que decís. Decís sí o no, sé o no sé, total ellos no te van a obligar a decir lo que no es.
GL: Claro, no, más vale, si, si, si…
HR: No inventes nada, vos tenés que contestar lo que ellos te preguntan…
GL: No, no, no.
HR: No digas nada que ellos no te pregunten.
GL: Bien. Yo lo mismo después te voy a llamar cuando salga de allá, si dios quiere.
HR: Bueno, meta, meta.
GL: Meta, dale, que andes bien.
HR: Chau, chau.
GL: Chau.
La hipótesis del abuso sexual
En el dictamen presentado ante la jueza Mariela Giménez, titular del Juzgado Federal de Garantías N°2 de Salta, Villalba expuso la hipótesis del Ministerio Público en torno a la desaparición de María Cash. En el mismo, explicó: “Entendemos que la hipótesis de este Ministerio Público es que Romero la levantó con la intención de abordarla sexualmente, pues lo hizo desde un lugar dificultoso para estacionar un camión de la envergadura que manejaba en ese momento, y de ahí, hasta el lugar a donde iba, Joaquín V. González, cometió el delito, e hizo desaparecer el cuerpo”.