No es algo nuevo, pero los datos de noviembre, que aún no ha terminado, alarman a las autoridades, sobre todo, por lo exclusivo del lugar donde ocurren. Sólo en Nordelta, uno de los countries más lujos del conurbano bonaerense, este mes se detectaron 11 casos de usuarios que roban luz. Esa cifra es la misma que la cantidad de hechos registrados en ese country en todo 2023.
Y para muestra, un botón: en las últimas horas un propietario del barrio más caro de Nordelta fue denunciado por estafa luego de que los técnicos fueran a dar de baja el suministro por una deuda de 1,4 millones de pesos y detectaran que tenía una conexión clandestina, según pudo saber Infobae.
La causa, que se investiga como estafa, llegó en las últimas horas a la UFI de Rincón de Milberg, a cargo de Sebastián Fitipaldi, y está radicada en comisaría contra un titular que figura como fallecido desde 2016, en base a lo que figura en los registros que consultó este medio.
Todo ocurrió el pasado 25 de noviembre en una propiedad de la calle De la Gavia al 100 del barrio Las Caletas a la que llegó la cuadrilla de Edenor para un operativo de rutina por una desconexión por falta de pago en una unidad funcional.
Desde la empresa de energía explicaron que la cuadrilla que se acercó hasta el lugar para realizar la verificación de la suspensión del suministro informó que había una conexión clandestina. “Además, la deuda del cliente con la compañía ascendía a más $1.400.000″, detallaron.
Así, ante la irregularidad, describieron los voceros que se realizó el acta correspondiente ante la presencia policía de la Bonaerense de Tigre y “se inició una causa penal por robo de energía con motivo de la manipulación de la red eléctrica”, que finalmente se radicó en la fiscalía de Fitipaldi como estafa.
“El cliente, que ya estaba suspendido debido a una deuda por facturas impagas, se reconectó en dos ocasiones mediante una conexión clandestina que fue realizada desde una caja toma hasta el medidor, para evitar que sea detectada fácilmente”, comentaron cómo se colgaba de la red de electricidad el vecino de Nordelta.
Además, denunciaron que, con esta información, se pudo determinar que “el cliente manipuló en dos oportunidades las instalaciones eléctricas para reconectarse sin abonar la deuda y repitió la misma metodología que había utilizado con anterioridad”.
Desde Edenor subrayaron que el robo de energía es un delito de acción pública y tiene penas de hasta 6 años de prisión y multas del 40% de la deuda, más gastos de recupero de energía, verificación, impuestos y contribuciones.
Pero también remarcaron que, además de los delitos, “se pone en juego la seguridad de quien manipula las instalaciones eléctricas”.