Los investigadores recibieron esta madrugada el dato que más esperaban. “Castillito”, de 19 años y cuyo nombre completo es Hugo Isaías San Martín Castillo, estaba en “Karma”, un boliche situado en Colectora Oeste Panamericana y ruta 202 en Don Torcuato, partido de Tigre. Enseguida, armaron el operativo con el comando de patrullas local: se camuflaron en la disco y, no bien tuvieron la oportunidad, lo capturaron. Un video interno del local bailable, al que accedió Infobae, captó el preciso momento del arresto.
Según pudo saber este medio, a “Castillito” lo buscaban desde el 14 de marzo pasado, con un pedido de captura activo sobre su cabeza por el crimen de Jorge de Marco, empresario y rescatista de animales, asesinado durante un robo en su casa de las Lomas de San Isidro.
Pero, además, por otros ataques con su banda, la banda del Millón, al periodista Baby Etchecopar y a Federico Lanús, hermano del intendente de la zona, entre otras víctimas.
En un operativo llevado a cabo por la Superintendencia AMBA Norte I, bajo el mando del comisario mayor Lucas Borge, la Policía Bonaerense detuvo esta madrugada a “Castillito” en la discoteca Karma.
El fiscal de San Isidro Patricio Ferrari, a cargo del caso, lo indagó por su participación directa en el asesinato de De Marco, pero el acusado se negó a declarar: quedó imputado por el homicidio. El empresario del rubro inmobiliario, de 65 años, fue hallado maniatado y sin vida en su casa, ubicada en la intersección de Obispo Terrero y San José, de San Isidro, el pasado 14 de marzo.
Fue un amigo y vecino de la víctima quien denunció que encontró el cuerpo del hombre en la planta alta de su domicilio, ya que, al notar su ausencia, decidió ingresar a la vivienda con una copia de la llave. Al entrar, según relató más tarde, encontró el lugar revuelto y el cuerpo atado de pies y manos.
Por este hecho “Castillito” ya era buscado antes de que su banda cometiera los otros robos: tras la indagatoria también se endilgaron uno de los asaltos que cometió con los del Millón en octubre pasado.
La banda está acusada, por ejemplo, de robarle a Baby Etchecopar el miércoles 6 de noviembre. Ese día, Silvina Cupeiro, la esposa del conductor, aseguró que ingresó a la casa -de la que se habían ya mudado, pero donde todavía conservaban varias pertenencias- y vio que varios desconocidos entraban por una ventana que se encontraba abierta. Así, revolvieron la habitación principal. Sin embargo, Cupeiro no detectó faltantes.
Otra de las víctimas fue Federico Lanús, asaltado en su domicilio de Beccar.
La banda de “Castillito”
El hermano de “Castillito”, Elián David Castillo, señalado como uno de los líderes del grupo, fue arrestado la semana pasada. Sin embargo, las investigaciones apuntan a que el verdadero poder dentro de la organización recaía en Hugo.
La banda, presuntamente con base en la villa La Cava, también es investigada por una serie de, al menos, diez robos violentos en el norte del conurbano bonaerense entre octubre y noviembre pasado. Entre las víctimas de estos ataques se encuentran el Etchecopar y el hermano del intendente Ramón Lanús.
Cuatro miembros de la organización ya habían sido detenidos previamente, todos con antecedentes y órdenes de captura pendientes. Según un informe oficial, otro miembro clave del grupo, identificado como Brandon, mayor de edad, pero recluido en un instituto de menores en Virrey del Pino, cumplía un rol estratégico desde su lugar de detención.
Brandon proporcionaba información sobre posibles objetivos a través de medios digitales, que luego eran verificados físicamente por otros integrantes. Estas verificaciones se realizaban con tácticas como el “falso repartidor”, una modalidad común en los asaltos.
Los objetivos de la banda eran claros: casas lujosas de la zona norte del conurbano bonaerense habitadas por personas de entre 60 y 80 años. No aceptaban otras víctimas, básicamente, porque buscaban botines millonarios sin que exista resistencia. Los métodos para conseguir las recompensas eran sumamente violentos. Si era necesario golpear y torturar, lo hacían. Esa era una de sus características. Pero no la única.
Por otro lado, chats y publicaciones en redes sociales analizados por el fiscal Ferrari revelan un estilo de vida extravagante entre los miembros de la banda. Las imágenes muestran botellas de champán Dom Perignon, un BMW y montones de dólares en efectivo, en contraste con la violencia y la intensidad de sus actividades delictivas.