El lunes 9 de diciembre, casi dos años y medio después, Martín Santiago Del Rio enfrentará a un tribunal en San Isidro, acusado de uno de los crímenes más perversos de la historia reciente: el doble asesinato de su madre y su padre, llamados José Enrique y Mercedes, muertos a tiros por la espalda dentro su BMW en su casona de Vicente López 24 de agosto de 2022.
Del Rio, tal como es su derecho según la ley de la provincia de Buenos Aires, optó por ser juzgado por un jurado popular.
La pena, de cara a la imputación, doble homicidio criminis causa, agravado por alevosía, por el vínculo y por el uso de arma de fuego, podría ser la de prisión perpetua. El móvil, según creen los fiscales acusadores, según creen los propios familiares de Del Rio, fue la codicia: el acusado, ante un negocio fallido, una pésima inversión, asediado por deudas, le habría exigido dinero a sus padres.
Al no obtenerlo, buscó, en cierta forma, acelerar la llegada de su herencia.
Mientras espera su turno en el Tribunal N°7 sanisidrense encerrado en un penal de San Martín, los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semería y Gastón Larramendi fortalecen la acusación con una larga lista de testigos. La empleada doméstica Ninfa Aquino, la primera detenida del caso, luego exonerada, será citada a declarar. Sin embargo, los forenses y los peritos expertos serán la clave del proceso.
En una presentación audiovisual, se analizará el cruce de cámaras, la secuencia de comunicaciones telefónicas y la extracción de información del teléfono del padre de Del Rio, que será contrastado con la coartada del acusado, según confirman fuentes del caso a Infobae.
También, declarará como experto forense el perito criminalista Daniel Salcedo, ex jefe de la Policía Bonaerense, integrante del equipo de peritos de la querella colaborador frecuente en causas del MPF provincial. Hoy, Salcedo trabaja en un análisis de un video que podría demostrar la fuga de Del Río de la escena del crimen, si es que es culpable. El hombre en las imágenes, que ilustran esta nota, y que fueron tomadas por cámaras de seguridad después del hecho a poca distancia de la casona, lleva gorro y barbijo. Por lo pronto, se debe probar que es el acusado.
Para Salcedo, hay una forma.
La pericia en la que trabaja Salcedo, que fue convocado luego de la elevación a juicio del expediente, es un reconocimiento biométrico, un término al menos familiar en la actualidad: la biometría, por ejemplo, se emplea en aplicaciones bancarias para evitar el robo de cuentas. El punto, precisamente, es distinguir el andar humano, la forma de caminar de la figura y si corresponde con la de la persona investigada. El término es “RAH”: reconocimiento del andar humano, o “gait-based person verification” en inglés.
Salcedo, para contrastar, cuenta con un video donde se lo ve al acusado caminando de frente, con su cara visible. El análisis, que implica el uso de varios programas de software, se realiza cuadro por cuadro: hay cerca de 40 mil cuadros distintos.
Se espera que Salcedo entregue sus conclusiones en los próximos días, confirmaron fuentes del caso a este medio.