Una joven de 25 años, que habría sido víctima de explotación sexual, fue rescatada en un domicilio de Villa Sarmiento, en el partido de Morón, donde funcionaba un prostíbulo. Cuando la Policía Bonaerense arribó al lugar, una sospechosa saltó desde un primer piso para evadir a los agentes y se fracturó el pie. Luego, quedó detenida. Fue imputada por promoción y facilitación de la prostitución, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Todo surgió este lunes a raíz de un llamado al 911 por parte de la familia de la presunta víctima que alertaba sobre la situación. De inmediato, la División de Delitos Complejos se trasladó hasta un edificio ubicado en la avenida Presidente Perón al 500 (ex Gaona). Todos los hechos denunciados habrían ocurrido a tan solo cinco cuadras de una comisaría de Morón.
Cuando arribaron al lugar, los agentes encontraron a la víctima, que vive en Gregorio Laferrere, y a varias personas reclamando sus pertenencias, detallaron las fuentes del caso. Posteriormente, los policías pudieron ingresar domicilio y constataron que allí funcionaba un prostíbulo.
Al notar que la Policía se encontraba en el establecimiento, una mujer de 38 años, identificada como T.F. y residente en Rafael Castillo, se lanzó desde el primer piso y cayó en un patio trasero. Como consecuencia del impacto, sufrió una fractura en el pie izquierdo. Finalmente, fue detenida.
En el domicilio también encontraron a la joven buscada, quien habría sido sometida a prostituirse por un joven de 23 años del partido de Moreno, identificado como A.G., según precisaron las fuentes policiales.
Durante el allanamiento, la Policía Bonaerense secuestró 30 preservativos, siete celulares, un cuchillo y documentación de interés para la causa, que es investigada por el fiscal Ezequiel Lovillo, titular de la UFI N°9 de Morón.
El funcionario judicial le tomó indagatoria a T.F., la mujer que saltó desde el balcón del primer piso, y la dejó detenida e imputada por los delitos de promoción y facilitación de la prostitución, explotación económica del ejercicio de la prostitución, sostenimiento y administración de una casa de tolerancia, todos en concurso ideal entre sí. “Es sindicada como la que regenteaba el lugar y la que lo explotaba”, confiaron fuentes del caso a este medio.
Otro caso en Salta
En Salta, una joven de apenas 17 años identificó a un hombre como su captor durante tres meses. Se trata de Roberto Altamiranda, quien presenta un largo prontuario: una condena cumplida de 5 años de prisión por promoción de la prostitución y más de veinte denuncias por robo, amenazas, abuso sexual, tenencia de drogas y facilitación de la prostitución.
Pero en las últimas semanas, fue arrestado nuevamente tras haber sido acusado de captar a jóvenes vulnerables en inmediaciones de un hogar terapéutico. Lo detuvieron mientras merodeaba ese lugar. Así, sumó una nueva causa a su extenso historial de antecedentes. Esta vez, bajo la acusación de trata de personas con fines de explotación sexual.
El caso por el que es investigado comenzó cuando la menor fue interceptada en junio pasado a la salida del hogar Kuera, un centro que asiste a niñas y adolescentes con problemas de salud mental y adicciones, ubicado en la periferia de la ciudad de Salta, y que depende de la Secretaría de la Niñez.
Altamiranda, conocido en la zona como “Perro”, se aprovechó de la situación de vulnerabilidad de la joven, ofreciéndole cigarrillos y drogas para ganarse su confianza. Posteriormente, la retuvo en un galpón que funcionaba como lavadero de autos en la zona de Villa San Antonio, conocido por sus antecedentes de prostitución.
Durante su cautiverio, la joven fue sometida a maltratos físicos y privaciones. Mientras, el acusado continuaba proporcionándole drogas para mantenerla bajo control. Además, le retuvo su documento de identidad. En este contexto, también le ofrecía los servicios sexuales de la adolescente a diversos hombres, varios identificados como choferes de remiserías locales, quienes la conocían bajo el título de “dama de compañía”.