A una semana de la brutal agresión contra una mujer que tomaba mate en el golf de Pinamar, el fiscal a cargo de la investigación, Juan Pablo Calderón, llamará a indagatoria a la pareja imputada, indicaron fuentes del caso a Infobae. El titular de la UFI N°4 de la ciudad balnearia espera el resultado de un informe médico para definir la calificación legal que les endilgara: si se trata del delito de lesiones leves o graves.
Las fuentes detallaron que el examen está a cargo de médicos de Policía Científica de la Bonaerense. Por el momento, se conoce que Silvia Lopresti, la víctima, presentaba un hematoma en la cabeza, uno en antebrazo y otro en hombro, tal como se detalló sobre las marcas que dejó el ataque en el cuerpo de la mujer oriunda de la localidad bonaerense de City Bell, en el partido de La Plata.
Celeste López, la presunta autora de los golpes, y su pareja, Mariano Girini, dueño de una importante farmacia de la zona que este lunes amaneció cerrada, tienen una orden de prohibición de acercamiento a la platense.
En el caso, por los presuntos dichos de la agresora, se habla de discriminación como móvil, sin embargo, la figura de odio racial no cuadraría para Calderón debido a que consideraría que no sería el motivo principal del ataque, según revelaron las fuentes del caso.
Este lunes, dos testigos complicaron la situación de la pareja. Ambos confirmaron la versión de la damnificada sobre los golpes. “Le partió un palo de golf en el cuello”, dijo la amiga de Lopresti al fiscal al reconstruir con su relato lo que había sucedido.
En el mismo sentido, declaró el hombre que registró el momento posterior a los golpes con su celular. El testigo dijo que, primero, hubo una discusión y que, luego, López la golpeó.
La pieza fílmica, aunque no registró el ataque en sí, es clave en el expediente debido a las expresiones que se escucharon sobre lo sucedido, mientras Lopresti permanecía tendida en el pasto del campo, a donde había concurrido a pasar el día y tomar mate, algo que, al parecer enojó a López y a Girini.
El llamado a indagatoria no es la primera mala noticia que recibirían en las últimas horas. En un comunicado, el golf de Pinamar, bajo la concesión del club Links, se informó que fueron suspendidos hasta que no se resuelva su situación judicial.
“Ante las consultas recibidas por el hecho acontecido en nuestra cancha entre una jugadora, un jugador y una persona que se encontraba en las instalaciones, queremos compartir con nuestra comunidad que desde que tuvimos conocimiento del hecho se ha tomado la decisión de suspender el uso de la cancha a estos jugadores hasta que contemos con toda la información sobre el caso y las medidas tomadas tanto por la A.A.G. (Asociación Argentina de Golf) como por la Justicia”, indicaron en el documento difundido.
En el mismo aclararon que el club “no cuenta con socios”, sino que abren sus puertas a “jugadores de todo el país y del mundo que practican este deporte con la ética y reglas que caracterizan esta actividad deportiva, donde no son tolerados ni la violencia ni el racismo, ni cualquier agravio”.
El caso
El hecho ocurrió el martes 19 de noviembre pasado en el campo de golf de Pinamar, ubicado en la avenida Enrique Shaw. En ese lugar, Lopresti y una amiga disfrutaban de la tarde hasta que su presencia desató un conflicto inesperado.
La víctima explicó que suele visitar ese campo para distenderse: “Voy seguido al golf a pasear, a caminar, a descargar tensiones en el pasto”.
Afirmó que, en ese contexto, estaba al costado de la cancha, lejos de la zona de juego, cuando notó algo inusual: “Esta gente estaba jugando al golf, lejos. Nosotras estábamos al costado de la cancha. Sabemos las reglas del golf, la etiqueta y todo. Empezamos a ver algo raro porque las pelotas volaban muy rápido. A esta gente le molestaba nuestra presencia y empezaron a tirar para nuestro lado”.
Ante esa situación, decidió acercarse a dialogar sobre las normas del deporte, pero en ese momento la mujer que practicaba golf la atacó imprevistamente. “De la nada, con el palo que tenía en la mano, me pegó en la cabeza. El palo se partió y el golpe me dejó atontada. Después sacó otro y me volvió a pegar”, describió en una entrevista con el programa De Vuelta, en Radio 10.
La víctima denunció que la agresión estuvo acompañada de insultos racistas y despectivos. “Me decía: ‘Váyanse, ratas. Pago 50 mil dólares para estar acá, esto no es Ostende. No tienen que estar acá’”, declaró.
La víctima lamentó: “Me pegaron como a una rata”.