“Bocón” se mantuvo prófugo por cuatro años, pero su vida delictiva empezó mucho tiempo atrás. Sus días en el hampa se remontan hasta 1999 -al menos, según los datos que tiene la Justicia- y parecen haber llegado a su fin: los delitos que le imputan podrían llevarlo a varias décadas de encierro. Lo detuvieron este lunes en una casa de Florencio Varela, donde se refugiaba desde que supuestamente participó del robo en el que mataron al capitán retirado de la Policía Bonaerense, Héctor Aníbal Lagraña. Su captura estuvo a cargo de un grupo de agentes de la Superintendencia de Investigaciones de Delitos Complejos y Crimen Organizado y la Dirección de Investigaciones de Delitos Federales de la fuerza provincial.
La noche del 11 de diciembre de 2020, “Bocón” y otros cuatro delincuentes salieron armados a recorrer las calles del partido de Quilmes en un Volkswagen Vento. El objetivo era volverse con otro auto de botín. Entonces, se cruzaron con el ex uniformado, que estaba llegando a su casa con su familia. Hubo un tiroteo que impidió el robo, pero dejó herido a Lagraña, que murió tras agonizar poco más de un mes.
La investigación que condujo el fiscal Leonardo Sarra, de la UFIJ N° 2 de Quilmes, apuntó a “Bocón” como líder de la banda y posible autor material del crimen. Por la experiencia que tiene en el rubro, se cree que era coordinador de células delictivas que armaba con otros ladrones de su confianza o jóvenes que mostraban potencial en sus primeros pasos delinquiendo.
Con este nuevo crimen en sus espaldas pasó a la clandestinidad, al menos por un tiempo. En los Tribunales de Lomas de Zamora hay otra causa que se originó en julio de 2022 y se le imputa a “Bocón”, también por homicidio en ocasión de robo.
Luego no se supo más de él hasta su caída. Los investigadores recibieron el dato de dónde se escondía: Bosques, Florencio Varela. El delincuente pasó un tiempo prácticamente atrincherado, aunque no solo. Su esposa lo acompañó en todo momento y, según indicaron fuentes del caso a Infobae, ella tuvo un rol de “preservadora” y ”centinela”.
Las fuertes medidas de seguridad y cámaras que tenía la casa en la que ubicaron a esta mujer terminaron de completar las sospechas sobre el paradero de “Bocón”. Otro dato que tenía la Policía era que, desde su guarida, el criminal estaba reclutando a un nuevo equipo de ladrones para volver a las calles en la zona sur del conurbano.
Esto hizo apurar los procedimientos, y así se ordenó allanar el domicilio en cuestión. En el lugar encontraron al presunto asesino del capitán retirado y le secuestraron su celular. También incautaron una camioneta Volkswagen Amarok, una patente falsa y stickers con números y letras que “Bocón” usaba para modificar la chapa de su vehículo y despistar a las autoridades.
Por este caso quedó imputado por los delitos de “robo agravado por el uso de arma de fuego” y “homicidio agravado criminis causa”.
El prontuario de “Bocón”
Al recién detenido de 43 años se le imputa, además de los cargos por el crimen en Quilmes, otro homicidio en ocasión de robo que tuvo lugar el 14 de julio de 2022 en Lomas de Zamora.
También resta conocer su suerte en otras dos causas pasadas: una por “robo calificado por el uso de arma de fuego, atentado contra la autoridad y abuso de arma”, que data de 2007, y otra por “abuso de arma”, originada en 2008.
Esto último ocurrió mientras “Bocón”, a su vez, ya estaba cumpliendo condenas previas. Estuvo preso de forma intermitente entre 2002 y 2015 por: encubrimiento, dos homicidios -en uno de los cuales robó y mató a un gendarme-, y dos casos robos agravados y abuso de arma.
Quienes conocen de primera mano su accionar lo califican como un delincuente “peligroso, violento y organizado”. Tras 25 años en el oficio de la criminalidad, “Bocón” está una vez más tras las rejas. Ahora enfrenta la posibilidad de recibir no solo una, sino dos condenas a prisión perpetua, sin contar el resto de los delitos mencionados.