La investigación por el presunto ataque a una mujer en el golf de Pinamar, en manos del fiscal Juan Pablo Calderón, avanza con la calificación de “lesiones leves”. Fuentes del caso indicaron a Infobae que la pareja denunciada fue identificada. A ambos el titular de la UFI N°4 de la ciudad balnearia les impuso una orden de prohibición de acercamiento a la víctima.
Pero hay más: las fuentes indicaron que hay “dudas” sobre la versión brindada por Silvia L., de 61 años y oriunda de City Bell, La Plata. “El video es posterior a la presunta agresión. Si bien presenta una equimosis (una mancha que indica un golpe), no habría sido el resultado de un golpe con un palo de golf, las heridas serían mucho más graves. Esa hipótesis no estaría cerrando”, detallaron.
Por ese motivo, Calderón citó a testigos que hayan presenciado la escena previa a las imágenes que se viralizaron en redes sociales. En cuanto a los supuestos agresores, las fuentes indicaron que se trata de M.G. y C.L. y confirmaron que el hombre, de 62 años, es dueño de una importante farmacia de Pinamar.
Según el testimonio de Silvia L., la agresión se produjo mientras se encontraba en un predio de la avenida Enrique Shaw junto a una amiga, disfrutando de una tarde al aire libre. Dijo que su presencia alteró a la agresora, una mujer de 44 años que se encontraba en el lugar practicando la actividad deportiva junto a su pareja.
La víctima explicó que suele visitar el campo de golf para distenderse: “Voy seguido al golf a pasear, a caminar, a descargar tensiones en el pasto”. Afirmó que, en ese contexto, estaba al costado de la cancha, lejos de la zona de juego, cuando notó algo inusual: “Esta gente estaba jugando al golf, lejos. Nosotras estábamos al costado de la cancha. Sabemos las reglas del golf, la etiqueta y todo. Empezamos a ver algo raro porque las pelotas volaban muy rápido. A esta gente le molestaba nuestra presencia y empezaron a tirar para nuestro lado”.
Silvia L. aseguró que, ante esa situación, decidió acercarse a dialogar sobre las normas del deporte, pero en ese momento la mujer que practicaba golf la atacó imprevistamente. “De la nada, con el palo que tenía en la mano, me pegó en la cabeza. El palo se partió y el golpe me dejó atontada. Después sacó otro y me volvió a pegar”, describió en una entrevista con el programa De Vuelta, en Radio 10.
La víctima denunció que la agresión estuvo acompañada de insultos racistas y despectivos. “Me decía: ‘Váyanse, ratas. Pago 50 mil dólares para estar acá, esto no es Ostende. No tienen que estar acá’”, declaró. Y lamentó: “Me pegaron como a una rata”.
Un hombre que se encontraba en el predio grabó los momentos posteriores a la agresión. En las imágenes se observa a la pareja señalada alejándose del lugar mientras la víctima lloraba tendida en el suelo. “Me partió el palo en la cabeza, loca de mierda”, decía entre lágrimas.
En el video también se escucha el pedido de auxilio de la amiga de S.L., quien gritaba: “¡Socorro, que nos ayuden! La golpeó con un palo”. Segundos después, se oye una frase presuntamente dicha por la agresora: “No tiene que estar acá”. A lo que el hombre que grababa respondió: “Sí, pero eso no te da derecho a golpearla con el palo”.
Mientras avanza la investigación, S.L. indicó que continúa con dolores y mareos tras el ataque. “Me duele la cabeza. Ahora estoy por entrar al médico. Estoy haciéndome estudios porque no me siento bien”, contó.
Para concluir, agradeció la asistencia que recibió del personal del club de golf: “Se portaron muy bien”.