La Policía Bonaerense desarticuló una banda que comercializaba cigarrillos truchos en diversos puntos del Conurbano y en la ciudad santafesina de Rosario. Durante los allanamientos realizados, los agentes detuvieron a 12 sospechosos de integrar la organización criminal y secuestraron más de 400 mil atados valuados en 1.156.260.000 pesos, tres armas de puño, más de 110 mil dólares y 13 celulares.
Este amplio operativo derivó de una investigación que comenzó en abril pasado, a cargo de la División de Delitos Económicos de la fuerza policial. Todo surgió a partir de cierta información que ponía la lupa sobre un grupo de Facebook en el que numerosas personas, todas residentes en el conurbano bonaerense, se dedicaban a comercializar cigarrillos apócrifos o provenientes del contrabando, a precios muy por debajo de los originales, según informaron las fuentes policiales.
En La Matanza, Moreno, Lanús, Florencio Varela y Berazategui se desarrollaban estas actividades ilícitas, exactamente, que consistían en ofrecer y distribuir cigarrillos de numerosas marcas pertenecientes a empresas tabacaleras.
Desde entonces, intervino el Juzgado Federal y Correccional N°2 de Morón, a cargo de Jorge Ernesto Rodríguez.
De esta manera, los efectivos lograron establecer que los sospechosos realizaban su operación ilegal a través de diferentes canales: ventas telefónicas, ofertas en redes sociales -principalmente por Marketplace- y de forma presencial en los lugares con los que contaban para vender.
Posteriormente, se identificó a las personas y se intervinieron siete líneas telefónicas que pertenecían a los involucrados.
Fueron en total tres meses de escuchas los que permitieron entender diversos aspectos claves de esta comercialización de cigarrillos truchos o “alternativos”, tal como los denominaban los sospechosos.
Según precisaron las fuentes policiales, en junio se pudo identificar a un miembro clave en este negocio. Se trata de un hombre que es conocido como “el señor del tabaco trucho” y cuenta con un frondoso prontuario que incluye antecedentes no solo en la Argentina sino también en Uruguay.
El hombre vive en Rosario. Desde allí, ordenaba la fabricación de los artículos y los comercializaba por medio de empresas a su nombre y de sus hijos.
Fue entonces como las tareas de investigación también se llevaron a cabo en la provincia de Santa Fe, en paralelo a lo que ya se venía realizando en el Conurbano bonaerense.
De este modo, los efectivos lograron identificar diversas sedes de las empresas fantasma que se usaban para disimular las operaciones, depósitos en los que guardaban la mercadería, puntos de venta y otros sitios que resultaron de interés para la causa.
Ya en agosto, hallaron el depósito principal. Allí, la banda alojaba camiones cargados con mercadería ilícita. Así, tras numerosas vigilancias encubiertas, se siguieron vehículos de mediano porte que viajaban desde Rosario hasta diversos puntos del Gran Buenos Aires, donde los productos eran descargados para su reventa.
Los cigarrillos truchos simulaban ser de diferentes marcas, tales como Phillip Morris, Lucky Strike y Pall Mall, Red Point, Master, Pier y Dolchester y Boxer.
Finalmente, ya con el diagrama de la organización armado y los roles de los diferentes involucrados identificados, se avanzó con los allanamientos. Fueron 22 operativos en total que tuvieron lugar en depósitos clandestinos, distribuidoras, puntos de venta y sedes de empresas fantasma.
Trece de los allanamientos ocurrieron en el Conurbano, mientras que los nueve restantes se llevaron a cabo en Rosario. Como resultado de los procedimientos, se detuvo a 12 sospechosos: siete hombres y cuatro mujeres, todos mayores de edad. Están acusados de infringir la ley 22.362 de Marcas, el art. 289 de violación de sellos y timbres del Código Penal, el art. 864 del Código Aduanero de contrabando y la ley 27.430 de evasión penal tributaria.
Además, se secuestraron numerosos elementos de interés para la causa. Un total de 462.504 atados de cigarrillos, que representan 9.250.080 cigarrillos, valuados en 1.156.260.000 pesos, aproximadamente, según indicaron las fuentes policiales. Los atados encontrados contaban con envoltorios apócrifos y estampillas impositivas falsificadas.
También importantes sumas de dinero en efectivo: 251.152.920 pesos argentinos, 110.759 dólares estadounidenses, 1000 reales y 600 pesos uruguayos.
Pero eso no fue todo. Los efectivos también incautaron tres armas de puño, 13 celulares, cinco grabadoras de video, cuatro CPU, dos discos rígidos, cuatro notebooks, un pendrive, dos tablets, dos tarjetas de memoria, documentación falsa de las supuestas empresas y otros archivos relevantes en el caso.
En total, los elementos secuestrados equivalen a 1.518.947.233 pesos, aclararon las fuentes. Todo fue puesto a disposición de la Justicia.
La Dirección de Delitos Económicos, la Superintendencia de Delitos Complejos y Crimen Organizado, la Superintendencia de Cuerpos y la Superintendencia de Apoyo Logístico de la Policía de la Provincia de Buenos Aires fueron las fuerzas que intervinieron en el caso.
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