Cayó uno de los acusados por el crimen del periodista que murió tras ser brutalmente golpeado en Turdera

La Fiscalía a cargo del caso ordenó allanamientos en Temperley, Esteban Echeverría y CABA, donde fue encontrado el ahora detenido. Otras dos personas fueron imputadas por encubrimiento, pero se encuentran en libertad

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Miguel Montefusco, el periodista de
Miguel Montefusco, el periodista de 77 años, asesinado en su casa de Turdera a fines de octubre

La policía detuvo a uno de los acusados del crimen de Miguel Montefusco, el periodista que fue brutalmente golpeado el pasado 22 de octubre en su domicilio de Turdera y por el cual permaneció 11 días internado hasta que falleció. Tras una serie de allanamientos ordenados por la Fiscalía, las autoridades encontraron al sospechoso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires e imputaron a otros dos bajo el delito de “encubrimiento agravado”.

A través de un operativo ordenado por la Unidad Fiscal de Investigación N° 18, de Lomas de Zamora, se detuvo a un individuo en CABA identificado con las iniciales F.G.D, por tratarse de uno de los autores materiales del asesinato del periodista.

Fuentes del caso informaron a Diario Conurbano, que los allanamientos también se realizaron en Esteban Echeverría y Temperley. En este último sitio, dos personas fueron imputadas por “encubrimiento agravado” debido a que en la vivienda se secuestraron objetos que pertenecían al periodista y también un Peugeot 207 gris, que había sido usado el día del robo. Ambos fueron identificados como partícipes del violento hecho, pero hasta el momento no han sido apresados.

Según detalla el mismo medio local, la fiscalía no descarta que Montefusco haya sido víctima de una “entrega”, es decir que alguien de su entorno podría haber filtrado información respecto a sus bienes, lo que habría facilitado el delito.

La víctima de 77 años, que sufrió severas lesiones, incluyendo fracturas en el cráneo y las costillas, en su casa de la calle Puig, en la localidad de Turdera, no pudo recuperarse a tiempo para una intervención quirúrgica y murió en el hospital tras permanecer 11 días internado. En tanto, su nieto, fue maniatado y encerrado en una de las habitaciones de la casa. Los asaltantes lograron huir con varios electrodomésticos, una cantidad de dinero en efectivo, ropa y teléfonos celulares.

Quién era el periodista asesinado

En 2019, Miguel Montefusco fue galardonado con el premio “Orgullo de ser de Lomas” por su destacada contribución al desarrollo de jóvenes deportistas en el club Juventud Obrera de Turdera. Su muerte generó una profunda conmoción entre los vecinos de esta localidad, quienes lo recordaron por su dedicación y compromiso con los equipos de baby fútbol de la institución barrial.

Miguel Montefusco, en el club
Miguel Montefusco, en el club de su barrio

Siempre es doloroso despedir a un gran hombre. Y más aún cuando la muerte es producto de la paliza a la que lo sometieron los ladrones que entraron en su casa de Lomas de Zamora. Te vamos a extrañar mucho, querido Miguel Montefusco”, escribió una vecina de la víctima.

Las autoridades del club expresaron su pesar a través de un emotivo mensaje, destacando su labor en la formación de jóvenes talentos y su influencia positiva en la comunidad. “Por vos, lo que haga falta”, le dedicaron con afecto.

El periodista, conocido por su dedicación a la docencia y su carrera en medios nacionales, también fue recordado por colegas de todo el país, quienes se lamentaron por la trágica pérdida a través de las redes sociales. “Con mucha tristeza y dolor despedimos a nuestro querido Miguel Montefusco”.

Por su parte, El Cronista, medio donde trabajó como coordinador durante 22 años, le dedicó una columna de despedida. “Si las injusticias duelen, la partida de un ser luminoso como Miguel se vuelve aún más dura. Lo saben Agustina y Juan Manuel, sus hijos, que perdieron a alguien que estaba siempre disponible para ellos. Lo que no se va son las alegrías y los recuerdos de todos los días compartidos. Y esta vez tampoco se van a ir los camiones. Te van a esperar, Miguel”, escribieron bajo el título “Los camiones no se van”, rememorando una frase que el periodista solía decir para apurar el cierre de las ediciones antes de que ingresaran a la imprenta.

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