Una mujer fue asesinada a balazos durante un violento enfrentamiento entre vecinos en el cruce de las calles 2 y 141, ubicadas en la localidad bonaerense de Quilmes. En un principio pensaron que había sufrido una descompensación a raíz de que su hija había sido herida, pero horas más tarde descubrieron que un disparo le provocó la muerte.
El hecho ocurrió el jueves por la tarde en el marco de una disputa entre dos grupos rivales que terminaron por iniciar un enfrentamiento armado. La víctima, identificada como Andrea Alejandra Trinidad, fue trasladada al Hospital Zonal General de Agudos Doctor Isidoro Iriarte de emergencia luego de que creyeran que se había desvanecido producto de una descompensación. La realidad era que la vecina quilmeña había sido asesinada de un disparo.
Después de que la mujer fuera ingresada al centro médico, el personal de salud constató la muerte bajo la sospecha de que el tiroteo le habría provocado un shock fatal. Sin embargo, el caso fue notificado a la fiscal Silvia Noemí Borrone, titular de la Unidad Funcional Descentralizada N°4 de Quilmes, por lo que ordenó a la Policía Científica que revisaran el cadáver.
Según la información publicada por Diario Conurbano, los peritos descubrieron que Trinidad contaba con un orificio de bala oculto en la zona de la axila izquierda. Asimismo, los investigadores concluyeron que la herida mortal había sido provocada por un revólver calibre 32 largo.
El arma homicida logró ser secuestrada durante una serie de allanamientos realizados en el barrio por los oficiales de la Comisaría de Quilmes y la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI). Como consecuencia de los procedimientos, varias personas fueron demoradas como sospechosas de haber participado en el homicidio.
Al igual que se confirmó que en el altercado la hija de la víctima, una joven de unos 20 años, resultó herida por un disparo en la pierna derecha, las autoridades informaron que un domicilio de la zona había sido incendiado en medio de la balacera. Por el momento, la fiscal no señaló a ninguna persona en particular, por lo que centrará la investigación en determinar las responsabilidades que habrían tenido las personas señaladas como sospechosas.
Por otro lado, la Policía bonaerense detuvo al sospechoso de haber asesinado a Gastón Javier Altamirano, el sereno que fue apuñalado en 20 oportunidades mientras dormía en un predio de Bernal Oeste el pasado 24 de octubre. Luego de una larga tarea investigativa, los investigadores dieron con el paradero del presunto responsable, quien fue detenido en el barrio Los Pinos, en Villa Luzuriaga, partido de La Matanza.
El único acusado fue identificado como P.D.C, un hombre de 43 años, que solía ir a la fábrica para reparar las maquinarias. Los agentes lo hallaron en un pasillo del barrio, en las inmediaciones de Pujol y Carabobo. Apenas lo reconocieron, los agentes procedieron a detenerlo y trasladarlo a la sede judicial.
Según señalaron las fuentes policiales, el ataque se habría producido durante un confuso episodio entre ambos involucrados. “Creyó que era ‘el Pomberito’ y lo apuñaló”, aseguraron. Previo a esto, la víctima había llegado a informar a los policías que lo socorrieron antes de morir que el responsable había sido “Pablo”.
Tras la gravedad de su estado de salud, Altamirano fue trasladado en una ambulancia del SAME al Hospital Iriarte. Una vez en el lugar, inicialmente, la víctima quedó internada en estado reservado. Pero, horas más tarde, las autoridades confirmaron que había fallecido.
La investigación de la causa está en manos de la fiscal Ximena Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N°7 de Quilmes, quien había solicitado que los peritos analizaran la escena del suceso. Fue así que detectaron que en la propiedad faltaba dinero y el teléfono celular de Altamirano.