En las últimas horas salió a la luz un video que muestra el momento en el que Liam Payne (31) tuvo un encuentro con Ezequiel David Pereyra (21), el empleado del hotel CasaSur acusado de entregarle drogas horas antes de su muerte, el 16 de octubre.
En las imágenes, difundidas por el portal estadounidense TMZ, se observa al ex integrante de One Direction saliendo del ascensor en el sótano del edificio, donde se encuentra con Pereyra. La conversación entre ambos, en inglés, fue breve y transcurrió cerca de las 14, unas tres horas antes de la fatal caída del cantante desde su habitación en el tercer piso del hotel ubicado en el barrio de Palermo de la Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Según pudo saber Infobae, en ese momento Liam le habría pedido siete gramos de la misma droga que el empleado le había entregado previamente ese mismo día. En el video, además de Pereyra, aparecen otros dos trabajadores del hotel que presenciaron la charla y más tarde confirmaron el intercambio ante las autoridades. De acuerdo con la investigación, alrededor de una hora después de este encuentro, Pereyra entregó la droga a Payne.
La Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°14, a cargo de Andrés Madrea, investiga la muerte de Payne como un caso de abandono seguido de muerte y suministro de estupefacientes.
Las autoridades determinaron que, en el momento de su caída, Payne presentaba trazos de alcohol, cocaína y un antidepresivo en su organismo, lo que sugiere que el músico había estado en un estado de policonsumo en las horas previas al fatal incidente.
Además de Pereyra, la causa involucra a Rogelio Nores (36), un empresario argentino que se encargaba de la gestión de las finanzas del cantante, y a Braian Nahuel Paiz (24), un proveedor de drogas. Los tres imputados fueron citados a indagatoria, aunque la fiscalía decidió no proceder con su detención, ya que los sospechosos se presentaron voluntariamente ante las autoridades y entregaron sus pasaportes, siendo prohibidos de salir del país.
Nores, dedicado a servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial y con domicilio en la localidad bonaerense de Boulogne, era quien acompañaba de manera cotidiana al artista británico durante su estadía en la Ciudad de Buenos Aires. En la investigación se lo señala como quien se ocupaba de cumplir los pedidos de Payne, quien no manejaba ni dinero ni tarjetas.
Paiz, por su parte, es acusado como proveedor de estupefacientes por “dos suministros claramente comprobados”. El joven es camarero y es de Berazategui, en el conurbano de la provincia de Buenos Aires. Según declaró, conoció al músico durante su trabajo en un restaurante de Puerto Madero, uno de los puntos más lujosos de la Ciudad.
“No le suministré drogas a Liam. Él me contactó en lo que es mi trabajo, nos pasamos el contacto y nos vimos esa noche. Dicen que él no se estaba drogando, pero cuando llegó al local en el que yo trabajo ya estaba drogado; de hecho, no comió”, dijo en una entrevista con el canal Telefé. La relación continuó vía Instagram. Luego, volvieron a verse la noche del domingo 13 de octubre. “Ahí nos drogamos, porque es la realidad, pasó algo íntimo”. “Me quedé toda la noche”, aseguró.
El video filtrado forma parte de un extenso cuerpo de pruebas que incluye más de 800 horas de grabaciones de seguridad, análisis del teléfono móvil de Payne y testimonios de testigos. La investigación sigue en curso bajo la supervisión de la jueza Laura Bruniard, quien podría determinar nuevas medidas conforme avance el proceso judicial.
Según consta en la causa, la estrella del pop británico había reservado la habitación 10, ubicada en el tercer piso del Hotel CasaSur, el 13 de octubre pasado hasta el día de su muerte, el miércoles 16. Ese mismo día, pero a las 11, recibió la visita de dos mujeres que no se conocían entre sí y que habían sido contratadas por Payne: debieron permitir que sus identificaciones fueran fotografiadas en la recepción antes de subir al cuarto.
El ex One Direction las esperó en su habitación, según se desprende de la testimonial de las mujeres. Conversaron y bebieron. El cantante tenía una botella de scotch y les ofreció champán. Nadie tomó cocaína, según los dichos de las invitadas. Luego se fueron del hotel sin cobrar lo que les había prometido el artista y en la habitación comenzaron los desmanes.
Ese trágico miércoles de octubre, el cuerpo fue encontrado desplomado en un patio interno de la propiedad. El encargado del lugar había llamado al 911 minutos antes pidiendo asistencia para el artista: “Tenemos un huésped que está sobrepasado de drogas y alcohol... Está rompiendo toda la habitación y, bueno, necesitamos que manden a alguien, por favor”.