El juicio por la muerte de Lucas Lin, el niño de 5 años que se ahogó en una pileta del colegio Lincoln de La Plata, está cerca de llegar a su fin. Luego de que declararan todos los testigos y ambas partes expusieran el material probatorio correspondiente, la Justicia fijó la fecha para el inicio de los alegatos.
El proceso judicial contra los acusados por el hecho comenzó la semana pasada en el Tribunal Oral Criminal III de La Plata. La Fiscalía apunta contra los directivos de escuela, por lo que son los principales imputados por el delito de homicidio culposo.
Se trata de Roxana Costa, el encargado de la colonia, Marcos Echaniz, el director, Osvaldo Ramos, y el dueño de la institución, Gerardo Monreal. De igual forma, el mismo cargo recae sobre el guardavidas Martín Argüelles y Carolina Muro, quien estaba a cargo del grupo del que formaba parte Lin al momento de su muerte. Ellos también están imputados por abandono de persona.
Durante varias audiencias, cada una de las partes presentó sus testigos y el material probatorio para fundamentar sus pedidos. Finalizada esta etapa, el tribunal fijó el inicio de los alegatos para el próximo 21 de noviembre, de acuerdo con la información a la que pudo acceder el medio local 0221. Ese día será el turno del bloque acusatorio, mientras que el 22 tendrá lugar el alegato de la defensa.
En ese sentido, está previsto que durante la jornada de este viernes se anuncie la fecha para la lectura del veredicto.
El juicio contó con las declaraciones de algunos de los acusados. El último en brindar testimonio fue Osvaldo Ramos, quien responsabilizó a las autoridades del colegio por lo sucedido.
Ramos alegó que, en más de una oportunidad, pidió contratar más personal. De esta manera, mencionó que “las decisiones las tomaba Ruth Passadore” —pareja de Monreal, cuyo nombre surgió en varias declaraciones—. “Nos decía ‘arreglate con lo que tengas’”, recordó.
En línea con sus testimonios, el director de la colonia precisó también que el personal contratado no tenía el 80% de la carrera de Educación Física aprobada, algo necesario para estar a cargo de los grupos de niños. Además, aseguró que había un solo guardavidas para dos piletas.
Ramos explicó que, para cubrir los faltantes de personal, las autoridades del colegio Lincoln enviaban a los docentes que cumplían funciones durante el ciclo lectivo a la colonia, pero estos no estaban capacitados para esa tarea.
Las declaraciones del imputado coinciden con lo que dijo Argüelles días atrás ante el tribunal, quien dejó en claro que reclamó que se contrate otro socorrista, debido a la cantidad de niños que conformaban los grupos.
Tanto Ramos como Argüelles mencionaron también que una abogada se les acercó, días después del hecho, a recomendarles cambiar la versión de lo que había sucedido.
Con respecto a Passadore, la defensa de la familia Lin intentó que se incorporen a este juicio dos causas de otro fuero, pero los jueces Santiago Paolini, Andrés Vitali y Ernesto Domenech rechazaron la solicitud.
El 5 de febrero de 2019, en la tarde, el cuerpo sin vida de Lucas Lin fue hallado en la pileta por el guardavidas, cerca de las 16 horas. Según el informe de instrucción, el grupo de niños, dirigido por Muro, estuvo jugando en el agua durante aproximadamente 40 minutos. Luego, al finalizar este tiempo, todos salieron de la pileta y se dirigieron a los vestuarios para cambiarse antes de reunirse en el área designada para merendar. Diez minutos después, se percataron de la ausencia de Lucas y lo encontraron en el agua.
En este proceso, también hay dos inspectores implicados, debido a que se identificaron varias irregularidades a la normativa que regula las colonias. En el capítulo V de la ley 13.424, los artículos 13, 14, 15 y 16 estipulan que debe haber un profesional por cada 15 niños en el rango de edad de tres a cinco años y un profesional cada 25 niños para aquellos entre seis y 16 años. Para las actividades acuáticas, la normativa establece una mayor supervisión: en el grupo de tres a cinco años, la relación será de un profesional cada 12 niños, mientras que en el grupo de seis a 16 años será de un profesional cada 20 niños.