La investigación por el derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en Villa Gesell, ocurrido el pasado 29 de octubre, no se detiene. Esta mañana, la Justicia puso en marcha una serie de pericias sobre los celulares vinculados al expediente de la tragedia que dejó ocho personas y una herida. Se trata, entre varios, de los celulares incautados a los imputados y uno que pertenecía a una las víctimas fatales, confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Según informó la agencia Noticias Argentinas, los peritajes comenzaron este jueves a partir de las 8.00. por parte de especialistas, quienes comenzaron a examinar en detalle las comunicaciones y datos en los dispositivos de las víctimas y de varias personas implicadas en el proyecto, la administración y el desarrollo de las obras re refacción en el edificio. Las pericias apuntan a obtener elementos de prueba que permitan esclarecer las causas y responsabilidades en la tragedia.
Entre los aparatos analizados, se encuentra el de Nahuel José Stefanic, el sobrino de la ex dueña (María Rosa Stefanic) que murió durante el desmoronamiento. Asimismo, se revisan los teléfonos de Antonio Arcos Cortés, el nuevo propietario del establecimiento, así como del arquitecto Jorge Bonavita y del contratista Rubén Taquichiri.
Estos últimos dos fueron detenidos, aunque obtuvieron la excarcelación, y actualmente enfrentan cargos bajo la figura de estrago culposo agravado. La justicia los señala como presuntos responsables de una negligencia que habría desembocado en el colapso del edificio.
Los peritajes también incluyen los teléfonos de Oscar Roberto Velázquez y Sergio Aníbal Álvarez, quienes se encuentran bajo la lupa de llos investigadores por una supuesta vinculación con el caso. Entre las personas cuyos dispositivos serán peritados figuran también las arquitectas María Laura Lagana y Martha Pérez Schneider.
Las profesionales participaron en las obras de refacción del apart hotel y, según indicaron fuentes cercanas a la investigación, su rol en el proyecto es de interés para determinar si existieron alertas previas o advertencias sobre las condiciones estructurales del edificio que no fueron atendidas.
Por otro lado, en un giro en la conducción de la investigación, la causa pasó a estar bajo control del fiscal Walter Mercuri, luego de que la fiscal Verónica Zamboni solicitara licencia por motivos personales.
Mercuri apeló las excarcelaciones otorgadas a Bonavitta y Taquichiri, quienes obtuvieron la libertad, seis días atrás, aunque con restricciones.
En ese momento, la medida fue dispuesta por el juez de Garantías de Villa Gesell David Mancinelli, quien impuso a los acusados dos condiciones para seguir el proceso en libertad: no pueden salir del país sin autorización judicial y deben presentarse una vez por semana en la comisaría más cercana a su domicilio durante los próximos cuatro meses.
Según la acusación, Bonavita dirigía clandestinamente las obras de reforma del hotel sin contar con los permisos municipales. Por su parte, Taquichiri fue aprehendido en Ostende por la PFA y la Policía Bonaerense, luego de que la fiscal recibiera un informe pericial que reveló “varias anomalías en la construcción de un nuevo ascensor” en la parte del hotel que permanecía en pie.
De esta manera, ya no quedan detenidos por el caso. Previamente, habían sido liberados los capataces y albañiles Celso Paco Pérez (66) y su hijo, Sergio Daniel Paco Laura (33), ambos de Villa Gesell; Miguel Andrés Choque Juchani (26), domiciliado en Ostende; y Diego Alberto González. Los cuatro, sin embargo, siguen vinculados al expediente.