Un dramático episodio se registró en el estacionamiento del shopping de Devoto, cuando una niña de cuatro años fue rescatada del auto de sus padres, en el que había quedado encerrada. La Policía de la Ciudad llegó a la escena, alertados por un llamado que indicaba que la menor estaba desmayada.
El incidente ocurrió el domingo por la noche, cuando el personal de la Comisaría Vecinal 11B recibió la alerta, según confirmaron fuentes policiales a Infobae.
Al llegar al lugar, los agentes intentaron inicialmente hacer que la menor reaccionara moviendo el vehículo, pero a pesar de los movimientos bruscos, no despertaba.
Al no obtener respuesta, decidieron romper una de las ventanillas para sacarla. Una vez fuera del auto, la niña despertó y fue asistida por el SAME, que la trasladó para realizar estudios médicos y descartar cualquier problema respiratorio. Tras ser evaluada en el Hospital Zubizarreta, fue entregada a sus padres con la aprobación del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes. Fueron imputados por abandono de persona.
De acuerdo con fuentes allegadas al caso, los padres de la menor alegaron que la secuencia fue de pocos minutos, ya que el padre habría dejado a la niña solo un momento para ir a buscar a la madre, empleada del centro comercial. Para las autoridades, en cambio, transcurrió más tiempo.
Un trágico antecedente en Neuquén
En marzo de este año, un niño de 3 años fue encontrado en el asiento trasero de un auto estacionado en la calle Chrestía al 550, en Neuquén. Había quedado encerrado allí durante seis horas tras ser olvidado por sus padres. Una semana después murió. A fines del mes pasado, el fiscal Andrés Azar decidió aplicar el concepto de “pena natural” para resolver la situación sin imponerle una condena penal al padre, quien aquel día debía dejar al menor en el jardín.
La “pena natural” se utiliza cuando el daño moral sufrido por el acusado es tan grave que torna innecesaria la imposición de un castigo. En este caso, este criterio se aplicó al determinar que la muerte del niño fue consecuencia de una negligencia y no de una acción intencional.
El MPF recolectó pruebas suficientes para aclarar las circunstancias del hecho, incluidas declaraciones de testigos presenciales y familiares cercanos del niño y del padre. “Nos hallamos ante una actitud negligente de parte del padre”, sostuvo el fiscal, quien también destacó que esta situación constituyó un castigo más allá de cualquier pena legal que pudiera imponerse. La pena natural, explicó Azar, se refiere a un mal grave “que se autoinflinge el autor con motivo del delito, o que sea impuesto por terceros por la misma razón”.
El hecho ocurrió cuando los padres del nene fallecido se dirigían a una oficina pública del Gobierno de la Ciudad de Neuquén. Estacionaron en la calle Chrestía, pero su padre se olvidó de dejarlo en el jardín maternal Luna Morena.
La fiscal que al principio se encontraba a cargo del caso, Valeria Panozzo, comprobó a través de las cámaras de seguridad de la zona que el hombre bajó del auto sin el nene, que quedó solo en su butaca especial y con las ventanillas cerradas desde las 9 de la mañana hasta las 15 horas. A esa hora, su madre lo encontró desvanecido en la parte trasera del coche y llamó a la Policía.
Los oficiales que se acercaron al sitio intentaron hacer una maniobra de reanimación y luego lo trasladaron, en principio, a la clínica privada San Agustín, y más tarde al San Lucas. Allí permaneció intubado en terapia intensiva; al principio su estado de salud era estable, aunque se le detectaron varios moretones. De acuerdo con el informe preliminar del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial, “la causa de la muerte fue asfixia por confinamiento”. Y el documento agregó: “No se observaron lesiones de reciente o antigua data compatibles con maltrato físico”.