Un violento enfrentamiento entre simpatizantes de Gimnasia, se desató en el entretiempo del partido disputado ante Newell’s Old Boys el domingo, en el estadio Juan Carmelo Zerillo, de la ciudad de La Plata. El encuentro, que finalizó con una escueta victoria del “Lobo” por 1-0 sobre el equipo rosarino, se vio opacado por una pelea entre las dos facciones que agrupan a los simpatizantes de Gimnasia. Según trascendió, los testigos informaron a la policía que había personas de la UOCRA, que lideran Iván Tobar, y por el otro, familiares del Pata Medina.
Todo quedó registrado en un video grabado por hinchas que estaban en la tribuna Centenario y pudieron observar los incidentes en la zona baja del estadio del Bosque. Las imágenes, acompañadas de gritos, tanto de hombres como mujeres, mostraron al menos 30 personas que se enfrentaban a golpes de puños y patadas. Varios de los participantes corrían de un lado a otro, lanzando golpes al azar y provocando a otros que trataban de frenar los disturbios.
Debajo de las columnas de hierro de color celeste, se puede observar a un joven tirado en el piso, que recibe patadas en el cuerpo, en la cara y una directamente hacia el rostro. Este golpe fue suficiente para quedar inconsciente, mientras un grupo de personas intenta actuar de escudo y evitar que le sigan pegando.
Muy cerca del chico que yace en el piso, se puede ver la caída de un hombre de contextura grande, usando remara y pantalones azules, abatido tras recibir un desprevenido golpe de puño propiciado por un joven sin remera. Previamente, se llega a apreciar que la persona que recibe el golpe de puño, le da una patada al joven, informó el sitio 0221.
Fuentes policiales indicaron al medio local que por el enfrentamiento en el estadio conocido comúnmente como “El Bosque”, sobre la intersección de la avenida 60 y calle 118, no hubo detenidos ni tampoco quedaron heridos de gravedad, aunque sí lesionados por los violentos golpes. Además, informaron que la situación pudo controlarse rápidamente.
En un partido crucial para escapar de los últimos lugares de la tabla, Gimnasia venció este domingo por 1-0 a Newell’s en un encuentro marcado por la intervención del VAR y las expulsiones. El único gol del partido llegó temprano, a los 10 minutos, gracias a Rodrigo Castillo, quien anotó para el equipo local. Sin embargo, el partido no estuvo exento de polémicas, ya que ambos equipos terminaron con diez jugadores tras las expulsiones de Nicolás Garayalde de Gimnasia y Leonel Vangioni de Newell’s, sancionados por el árbitro Sebastián Zunino por duras infracciones.
La tensión en torno al liderazgo de la hinchada no es un fenómeno nuevo. Según informes, en encuentros anteriores ya se habían registrado pequeños incidentes que, aunque rápidamente controlados, apuntaban a la creciente rivalidad entre los grupos. Sin embargo, la reciente escalada de violencia ha marcado un nuevo capítulo en esta contienda interna.
El contexto de esta disputa se enmarca en la lucha por el poder dentro de la hinchada, donde Camilleri, sucesor de su padre y jefe hace 25 años, se enfrenta a amenazas de grupos rivales.
Marcelo Amuchástegui, residente de La Plata y de 36 años, es conocido en la Ciudad de las Diagonales no solo por su nombre, sino por su vínculo con un personaje emblemático del fútbol local. Su padre, también llamado Marcelo, fue conocido como el Loco Fierro, un nombre que resuena en la historia de la barra brava de Gimnasia y Esgrima La Plata, el club al que ambos son fervientes seguidores.
El legado del Loco Fierro en el mundo de las barras bravas es significativo. Durante su tiempo como líder, se convirtió en una figura central en la cultura del club, dejando una marca indeleble en la memoria colectiva de los hinchas de Gimnasia. Marcelo hijo reclama ahora su lugar.
La respuesta de El Volador Camilleri no se hizo esperar. En un intercambio de palabras cargado de tensión, Camilleri desestimó el ultimátum de Amuchástegui, acusándolo de no tener el coraje de su padre y desafiándolo a ganar el liderazgo por sus propios medios. Este enfrentamiento ha generado una atmósfera de incertidumbre en la capital provincial, donde la comunidad sigue de cerca el desarrollo de los acontecimientos.
El conflicto interno ha estado gestándose desde el inicio del nuevo torneo, y ahora ha alcanzado un punto crítico.