El abuelo de Aralí habló sobre los imputados por el crimen de su nieta: “No sé si vamos a saber algún día cuál de los dos la violó”

Omar Rauch se refirió al homicidio de la niña en Córdoba y afirmó que para él “la violaron y la mataron”. También mencionó que en la casa se hacían “fiestas negras”

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Aralí Vivas, la niña asesinada
Aralí Vivas, la niña asesinada en Córdoba

Mientras la Justicia continúa avanzando en la investigación para determinar en qué circunstancias ocurrió el crimen de Aralí en Córdoba, el abuelo de la niña se refirió a la última novedad revelada en el caso: la confirmación de que su nieta de 8 años tenía signos de abuso en el cuerpo.

Visiblemente conmovido por el hecho, Omar Rauch dijo no tener dudas de que la menor fue abusada sexualmente antes de ser asesinada y apuntó tanto contra el padrastro de la víctima, Ezequiel Simeone, de 33 años, como contra uno de sus amigos, Cristian Hernán Varela, de 40 años. Los dos fueron detenidos acusados de ser coautores del hecho en el marco de la causa.

No sé si vamos a saber algún día cuál fue de los dos el que la violó, pero los dos están implicados en el hecho”, aseveró el padre de Rocío Milagros Rauch, la mamá de Aralí y la tercera imputada en la investigación, en su caso como partícipe necesaria del homicidio.

Los vecinos marcharon en los
Los vecinos marcharon en los últimos días para pedir justicia por la víctima

En diálogo con el medio local El Doce, el hombre resaltó el accionar de las autoridades ante el incendio en el que encontraron sin vida a la menor y describió que los bomberos “salieron de adentro de la casa llorando” por el horror que habían visto. “Los vi con mis ojos, como si hubieran sido familiares directos de la criatura”, recordó.

Asimismo, hizo mención a unas “fiestas negras” que se hacían en la vivienda cuando la madre de los niños (Aralí tenía dos hermanos) no estaba presente. En este sentido, aseguró que su hija no fue culpable del homicidio y remarcó que llevaba un tiempo recuperándose de adicciones. No obstante, tampoco le restó responsabilidad sobre lo ocurrido.

“Nosotros no sabíamos de las jodas esas negras que se hacían, porque no se hacían así. Solo esa vez fue, porque no estaba la madre. Ella no es culpable, pero no es inocente tampoco”, señaló Rauch.

Acerca de novedades en la investigación, el abuelo de Aralí repitió las palabras del fiscal a cargo de la causa, Oscar Gieco: remarcó que el cuerpo de su nieta se encontraba con los órganos muy deteriorados y que aún resta que le realicen algunos estudios más precisos para determinar algunas cuestiones sobre el abuso sexual que sufrió.

El domicilio donde encontraron a
El domicilio donde encontraron a la víctima (Foto: La Voz del Interior)

En las últimas horas, el magistrado que subroga la Fiscalía de Instrucción de Morteros reveló un dato estremecedor: uno de los imputados, espontáneamente, afirmó que “era costumbre abusar de esa niña”.

Sin decir a cuál de los tres detenidos por el crimen de la nena se refería, Gieco explicó que esas palabras surgieron de “testimonios de dichos espontáneos” que uno de los acusados por el homicidio calificado por el vínculo de Aralí dio durante su arresto. Todo fue frente a tres policías.

El crimen de Aralí

Según el informe forense, la muerte de la nena se produjo sobre la medianoche del viernes 1° de noviembre, unas 14 horas antes de que los policías hallaran el cuerpo de la niña. Durante ese tiempo, dos menores convivieron con el cadáver de su hermana.

Por el asesinato están imputados como coautores el padrastro de la víctima, Ezequiel Simeone, de 33 años, y uno de sus amigos, Cristian Hernán Varela, de 40 años. También la madre de Aralí, Rocío Milagros Rauch, de 28 años, quien es considerada partícipe necesaria del crimen.

La autopsia reveló que la niña había sufrido un traumatismo craneal y descartó la muerte por inhalación de humo.

En diálogo con Cadena 3, el fiscal consideró que “la mataron para tapar un delito precedente”. En este caso, el abuso. Por lo que el funcionario judicial estudia agravar la imputación a homicidio criminis causa: matar para ocultar otro delito. La pena en expectativa es prisión perpetua.

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