A cuatro años del crimen, la Justicia condenó a 28 años de prisión a uno de los acusados por la muerte de la beba que recibió un disparo en la cabeza en medio de un enfrentamiento entre barras en Dock Sud. Otro de los imputados resultó absuelto.
La decisión estuvo a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC1) de Avellaneda-Lanús, cuyos jueces encontraron culpable a Hernán García del delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego” y por tenencia ilegal de armas.
De acuerdo con la información del medio local Diario Conurbano, se trató de una decisión unánime. Por otro lado, los magistrados resolvieron absolver a Iván Amarilla.
El crimen ocurrió el 22 de octubre de 2020 cerca de las 13 horas en el complejo habitacional Nicolás Avellaneda, conocido como “Las Torres” y ubicado junto a la Autopista Buenos Aires-La Plata.
En ese lugar, se desató una balacera en los alrededores de la torre 5, en la calle Estévez al 1000, por un enfrenamiento entre las barras de Dock Sud y San Telmo y dos hombres armados dispararon seis veces contra un grupo rival.
Una de esas balas impactó en el lado izquierdo de la cabeza de Lola Jazmín Montero, una beba de cinco meses que se encontraba en los brazos de su madre cuando esta fue a comprar el pan. Sus padres la llevaron rápidamente al Hospital Fiorito, donde falleció pese a los esfuerzos médicos.
La Unidad Funcional de Instrucción Nº 3, liderada por los fiscales Solange Cáceres y Elbio Laborde, llevaron adelante la investigación por el homicidio. Según el Ministerio de Seguridad, ambos sospechosos fueron identificados al poco tiempo y se dispuso un operativo para capturarlos antes del final del día. Horas después del crimen, el personal de seguridad informó que dieron con el paradero de los prófugos.
Finalmente, ambos fueron detenidos en la torre 3 del complejo habitacional. Durante el operativo, se incautó una pistola calibre 9 mm, compatible con las vainas encontradas en la escena del crimen. García contaba con antecedentes judiciales por violación.
La captura de los acusados generó una gran tensión en el lugar, ya que los vecinos, enfurecidos por el asesinato de la bebé, lanzaron insultos y piedras contra los policías que custodiaban a los detenidos. Debido a la magnitud del conflicto, fue necesario el despliegue de efectivos del cuerpo de Infantería de la Policía Bonaerense, en un operativo en el que también participó quien era en ese momento ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
Tras el crimen de la beba, Carolina y José, padres de la víctima, expresaron su dolor. La mujer relató la dramática secuencia en la que su hija recibió el disparo fatal. Según explicó, se encontraba a punto de pagar el pan en un negocio cuando, de repente, comenzó un tiroteo. En ese sentido, continuó al asegurar que ni siquiera llegó a salir del local antes de que empezaran los disparos.
“Escucho el tiro y la nena grita”, contó Carolina mientras explicaba cómo se desarrollaron los hechos. “Cuando la di vuelta ya tenía el agujero en la cabeza. Una mujer me dijo que le salía sangre”, continuó y agregó: “A mí nadie me la va a devolver por más que hayan agarrado a esos hijos de puta”.
Según su testimonio, el tiroteo comenzó justo frente a la panadería, en la zona donde también se encuentra una verdulería. Carolina relató que un hombre apodado “Marianito” salió de ese local, y fue entonces cuando empezaron a dispararle. Para ella, está claro que su hija fue una víctima inocente en un ataque dirigido a otra persona.
En esa oportunidad, José manifestó “No sé cómo nos vamos a recuperar”. Con la voz quebrada, añadió: “Somos gente de trabajo, gente buena, luchamos día a día, y ahora nos toca vivir esto que siempre veíamos por la tele. Hay que acabar con todo esto”. En medio de su lamento, José recordó que su hija de cinco meses “nunca se le cayó una lágrima. No conoció lo que es llorar. Nunca. No la vimos llorar”.