El country Estancias del Pilar fue escenario esta madrugada de un violento hecho de inseguridad: delincuentes armados ingresaron al predio con la intención de robar, pero fueron observados por policías que cumplían labores adicionales, luego de que se encendiera una alarma del cerco perimetral del club de campo.
En ese momento se inició persecución por las inmediaciones del lugar, ubicado a la altura del kilómetro 56,5 de la autopista Panamericana ramal Pilar, que incluyó un intenso intercambio de disparos. Tras la rápida intervención del personal de la Sub DDI de Pilar, pocos minutos después, la secuencia terminó con los tres ladrones detenidos y uno de los efectivos herido en una pierna.
El oficial fue llevado al Hospital Central de Pilar. El fiscal que investiga el caso, Raúl Casal, acudió al lugar.
Fuentes policiales señalaron a Infobae que el hecho fue descubierto después de que personal de la empresa de seguridad Watch Men se comunicara con el 911 para alertar que los efectivos que cumplían tareas adicionales se enfrentaban con delincuentes que habían violentado el cerco de seguridad del predio.
Los sospechosos fueron captados por las cámaras de seguridad mientras se movilizaban en un auto Volkswagen Fox de color negro, que presuntamente fue robado a un empleado de seguridad del complejo.
El enfrentamiento se produjo entre los asaltantes y dos efectivos policiales. Uno de ellos se desempeña como numerario de la Delegación de Drogas Ilícitas de Pilar, y la otra es una oficial principal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Miguel. El hombre fue quien resultó baleado y trasladado al hospital por personal del SAME. Está fuera de peligro.
De acuerdo con las fuentes consultadas por este medio, ambos policías, que cumplían servicio adicional, lograron la detención de dos sospechosos: Nicolás Javier Ríos, de 30 años, domiciliado en Guernica, y Carlos Armando Ibáñez, de 33 años, con residencia en el barrio San Cristóbal, en la Ciudad de Buenos Aires. Durante la intervención, los oficiales incautaron dos armas de fuego. Una pistola calibre 11.25 sin numeración visible y una pistola calibre 7.65 de marca Gabilondo.
El operativo continuó con un rastrillaje en el barrio, donde la Policía detuvo a un tercer sospechoso. Se trata de Elías Agustín Romero, de 20 años, quien se hallaba escondido en una laguna del lugar. Según las fuentes, Romero ya contaba con antecedentes por robo agravado, tras un incidente ocurrido en Lanús en 2022, aunque había sido liberado días después de ese episodio.
En el perímetro del barrio, específicamente en la calle 70 y Ruta 34, fue incautada una camioneta Peugeot Partner blanca, que tenía una solicitud de secuestro activo por robo agravado desde el 2 de noviembre de 2024, según un pedido de la Comisaría 6º de Avellaneda. Se presume que este vehículo fue utilizado por los sospechosos para llegar a la zona.
El fiscal Casal los imputó de los delitos de homicidio en grado de tentativa, robo calificado por ser en poblado y en banda en tentativa, tenencia ilegal de arma de guerra, abuso de arma y lesiones.
Violento robo en un country: golpes y amenazas de muerte
El viernes pasado, otro country del mismo partido bonaerense, fue asaltado por un grupo comando. En esa oportunidad el robo sí se concretó, según confirmaron fuentes judiciales a este medio, aunque no brindaron mayores detalles.
De acuerdo con lo que pudo reconstruir este medio, en base al testimonio de un vecino del barrio privado que mantuvo contacto con las víctimas, el hecho ocurrió en el Club de Campo Lago de Manzanares, donde una banda de al menos ocho asaltantes encapuchados armados ingresó al predio en una camioneta y permaneció durante al menos dos horas.
Para lograr entrar, redujeron al único guardia de seguridad y a la persona que controla el ingreso al predio. Luego, asaltaron tres casas.
De acuerdo con el testigo, todo ocurrió poco después de las 21.30 y se trató de un golpe violento. En las viviendas a las que ingresaron, los moradores fueron golpeados y amenazados de muerte.
En una de las propiedades sorprendieron al hijo de los dueños cuando comía un asado con tres amigos. En ese lugar, los ladrones golpearon y arrastraron del pelo a una mujer hasta la habitación de la planta alta. Creían allí tenía una caja fuerte donde guardaba dinero. “El dueño de la propiedad apareció y les dijo a los ladrones que tenía 700 mil pesos en la camioneta, pero no aceptaron. Se tomaron todo el tiempo del mundo”, dijo el vecino.
Fue ese momento que ocurrió otra secuencia dramática. El hombre, al ver que los delincuentes rechazaron el dinero que les ofreció para irse, les dijo que no le importaría si lo mataban “porque tenía cáncer”. Fue ahí que uno de los ladrones le dijo que en ese caso iban a matar a su hijo. “Le pegaron una patada en la nuca al joven. Luego, le ofrecieron un vaso de agua. Claramente, eran muy violentos, pero sabían lo que hacían”, reflexionó el testigo consultado por Infobae.
En otra casa, amenazaron a un joven con cortarle un dedo si no hacía lo que ellos querían. Lo golpearon y lo fracturaron. Con las tres casas ya robadas, les avisaron a través de un handy que la Policía se acercaba al lugar. Fue ahí que apuraron el paso y emprendieron la huida, contó el vecino. “Pasaron más de dos horas. No sé por dónde se fueron”, agregó.
El hombre que relató los detalles a este medio llegó al barrio en medio del robo. Eran casi las 23.30 cuando cruzó el portón. Allí, la persona que se encarga del control de acceso y salida de vehículos lo saludó con la mano, aunque no como siempre.
“Veo el portón abierto. Es una puerta corrediza. El chico como que me hace unas señas con la mano. Yo pensé que me estaba diciendo que apagara las luces de afuera y prendiera las interiores para que me pudiera ver. Yo lo hago, paso y le digo ‘¿Todo bien?’ Sí, todo bien, me dice. Le digo ‘está el portón abierto. Qué raro’. Y me dice que había una fiesta en la casa del lago y que la dejaba abierta por eso. Es lo que le permite a los que están ahí en la guardia ver cuando llegan los autos. Eso me llamó la atención, pero no pensé nada raro”, comentó el vecino.
A las pocas horas se enteraría de que, justo en ese momento, un ladrón estaba apuntando al guardia con un arma de fuego en la espalda y lo amenazaba para que no hiciera ningún movimiento extraño. Al empleado lo golpearon con la culata y debió ser atendido en el Hospital Austral
El testigo pasó por la casa donde las víctimas fueron sorprendidas cuando comían un asado. Le pareció extraño lo mal estacionada que estaba una camioneta. Luego sabría también que era el vehículo en que se movilizaban los ladrones.
Una vez que los delincuentes huyeron, las víctimas hicieron la denuncia en el Destacamento Policial Manzanares de la policía bonaerense. La causa quedó en manos también del fiscal Casal. Los ladrones huyeron con dinero, joyas y objetos de valor.
En ese barrio privado viven 20 familias. Se trata de un country con más de 30 años de antigüedad que tiene una particularidad que lo hace más vulnerable que otros barrios: el propietario del terreno se presentó en quiebra, proceso que tramita ante el Juzgado en lo Comercial de la Capital Federal. Por esa razón, no cuenta con más de un guardia de seguridad.
Al tener un trámite legal en curso, el desarrollo del emprendimiento no se pudo concretar de forma plena.
De acuerdo a la fuente, un vecino presentó ante el juez de la quiebra un escrito en el que hizo referencia al asalto comando que se vivió en el barrio y solicitó que se adopte el “procedimiento de venta directa” para que un desarrollador se haga del emprendimiento y mejore las condiciones.
“Básicamente, le dice al juez que se deje de joder con esto porque estamos a la buena de Dios”, dijo el testigo.