- Jorge Enrique Bonavita, bombero y arquitecto, fue detenido tras el derrumbe en el Hotel Dubrovnik de Villa Gesell.
- La investigación liderada por la fiscal Verónica Zamboni lo señala como responsable de la obra ilegal.
- El derrumbe dejó tres muertos y cinco desaparecidos; y Bonavita enfrenta cargos por “estrago culposo”.
Lo esencial: Jorge Enrique Bonavita, un bombero voluntario con 17 años de servicio, fue detenido por su presunta responsabilidad en el derrumbe del Hotel Dubrovnik en Villa Gesell. Según la fiscal Verónica Zamboni, dirigía clandestinamente las obras de reforma del hotel sin permisos municipales. El obrero que lo señaló como responsable indicó que controlaba la construcción y tuvo contacto frecuente con los dueños del lugar. La fiscalía busca pruebas adicionales en allanamientos a la empresa responsable del ascensor del edificio.
Jorge Enrique Bonavita (55) pasó de héroe a criminal en un abrir y cerrar de ojos. Fue uno de los primeros bomberos en sumarse a las tareas de rescate en el Hotel Dubrovnik de la localidad de Villa Gesell y este sábado lo detuvieron al descubrir que también era el arquitecto que dirigía la obra de forma clandestina, según se desprende de la investigación que lleva adelante la fiscal Verónica Zamboni, quien lo indagó este domingo.
“Después de reunirse dos horas con su abogado, decidieron que no declare”, explicaron fuentes del caso a Infobae sobre la indagatoria ante la fiscal Zamboni. Lo imputó por el delito de “estrago culposo agravado por existir víctimas fatales y por acusar peligro de muerte a otras personas”.
Antes de que lo detuvieran, Bonavita cumplía funciones en el cuartel de General Madariaga, donde alcanzó el rango de ayudante mayor tras 17 años de servicio. Además, es profesor y cuenta con antecedentes en la Dirección de Cultura y Educación de la Provincia desde 2015.
El bombero tiene un estudio en Madariaga, conocido como El Modulor Arquitectura, que comparte con su colega Virginia Zanini. La Justicia llegó a él a partir de la declaración de uno de los albañiles detenidos. Su firma “no figura en ningún lado, pero todos lo señalan como el responsable” de la obra, aseguraron fuentes con acceso a la investigación.
La obra era “regenteada” por una arquitecta, pero Bonavita “controlaba la construcción”, reveló el obrero que lo apuntó como responsable. También se dejaba ver con los dueños del hotel en una camioneta. Visitó el lugar por última vez en septiembre, de acuerdo al trabajador.
Desde el Municipio de Villa Gesell ubicaron al arquitecto detenido como uno de los voluntarios que llegó al lugar de la tragedia en las primeras horas del operativo. Se habría presentado con planos del edificio para facilitar las tareas de remoción de escombros, según el portal local Minutog.
Sin embargo, el bombero se habría encargado de aclararles a quienes sabían que él estuvo al frente de la obra que su trabajo en el lugar había terminado en agosto, y se limitó a la refacción del ascensor en el frente del hotel, justamente la parte que quedó en pie.
A partir de este y otros datos incorporados al expediente es que la fiscal Zamboni ordenó su detención y una serie de allanamientos. Requisaron su casa y una oficina que tiene a metros de ese domicilio “para secuestrar documentación de interés, dispositivos electrónicos y celulares”.
Para la funcionaria del Ministerio Público Fiscal, Bonavita ejerció “clandestinamente la dirección técnica de las obras de reforma” en el Hotel Dubrovnik, con el agravante de que lo hizo “sin contar con los permisos municipales de obra pertinentes para la realización de dichas labores”. Podría enfrentar una pena de cinco años de cárcel.
En paralelo, en el mismo procedimiento, la fiscalía mandó a allanar la sucursal de Villa Gesell de la empresa Ascensores del Sur y el domicilio del encargado de la compañía, con el objetivo de encontrar más documentación que pueda esclarecer el rol que tuvo en la obra el bombero, docente y arquitecto detenido.
Más allá de su accionar, el futuro de Bonavita ante la Justicia está atado al resultado de la pericia en la que trabaja la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal Argentina, que determinará exactamente qué causó el derrumbe. Para esto, primero deberán mover todos los restos de la edificación y llegar a sus cimientos. Las sospechas de los peritos apuntan a daños estructurales y movimiento de maquinaria pesada en la obra que conducía el último detenido del caso.
Previamente, ya habían sido capturados un capataz, tres albañiles y un contratista de la localidad Ostende, identificado como Rubén Osvaldo Taquichiri, involucrado en las refacciones del túnel del ascensor.
A la espera de un milagro, este domingo llegaron al Hotel Dubrovnik otros 300 bomberos desde distintos puntos de la Provincia de Buenos Aires para acelerar las tareas de rescate y remoción de escombros, donde todavía hay cinco desaparecidos. Ya se lamentaron tres muertes por el derrumbe: Federico César Ciocchini (84), Nahuel Stefanic (25) y María Rosa Stefanic (51).