- Una niña de 12 años oriunda de Mendoza murió en un parque acuático durante su viaje de egresados.
- La autopsia no halló lesiones internas o externas en el cuerpo, pero se esperan estudios complementarios.
- La fiscalía investiga posibles fallas de seguridad en el parque Mundo Cocaguana.
Lo esencial: la autopsia de la niña mendocina de 12 años fallecida en el parque acuático Mundo Cocaguana en Villa Carlos Paz, Córdoba, descartó lesiones previas a su caída en la piscina. Aunque no se hallaron indicios de golpes, la causa de muerte sigue pendiente de estudios anatomopatológicos. La fiscal Silvana Páez ordenó la clausura del parque y convocó testigos y responsables para investigar si hubo fallas en los protocolos de seguridad y supervisión de menores en las áreas acuáticas.
Los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de la niña de 12 años que murió en un parque acuático de la provincia de Córdoba confirmaron las sospechas de que la víctima, tal como adelantó Infobae, no sufrió golpes previo a su caída a la pileta donde fue encontrada ya descompensada.
En detalle, el informe forense al que accedió este medio determinó que su cuerpo no contaba con lesiones externas ni internas. No obstante, el estudio no fue concluyente para determinar las causas que provocaron el fallecimiento de la menor oriunda de Mendoza y que se encontraba de viaje de egresados en Villa Carlos Paz junto a sus compañeros del Colegio Sagrado Corazón.
Por este motivo, las conclusiones finales acerca de qué fue lo que le sucedió a la nena quedaron sujetas a una serie de estudios anatomopatológicos complementarios que ya fueron ordenados y cuya realización aún está pendiente. La información que estos arrojen serán clave para esclarecer el hecho que es investigado por la fiscal Silvana Páez.
En el marco de la causa, también se ordenó la clausura del predio de Mundo Cocaguana para terminar las pericias técnicas relacionadas con el episodio trágico que ocurrió el pasado martes a la tarde, en el marco de una de las actividades propuestas para el último día del viaje.
Según quienes presenciaron el hecho, el personal del predio actuó rápidamente luego de que observaran a la niña tendida en el fondo de una de las piletas. Al mismo tiempo, los encargados de los nenes llamaron al 911 para alertar a la Policía y solicitar una ambulancia de urgencia para asistirla. Sin embargo, más allá de los intentos, las maniobras de RCP se realizaron sin éxito y apenas minutos más tarde del despliegue se confirmó su muerte.
En este contexto, ya fueron convocados a declarar los testigos del lugar y los responsables del complejo recreativo para determinar si existieron fallas de seguridad o negligencias en el protocolo de supervisión de la pileta.
Precisamente las autoridades buscan constatar si había guardavidas en el área, así como las medidas de control y prevención implementadas para evitar este tipo de tragedias, considerando que el complejo albergaba menores de edad. De acuerdo a la normativa, estas actividades deberían cumplir con estrictos protocolos de vigilancia y salvamento.
De comprobarse alguna irregularidad en las condiciones de seguridad del parque acuático, la investigación podría derivar en sanciones legales y motivar un refuerzo en los controles de seguridad para complejos recreativos de la región.
El intendente local, Marcos Frey, aseguró que el lugar estaba habilitado desde 2017 y que la última inspección fue en junio de este año, donde constataron tener los papeles y los sistemas de evacuación requeridos.
El regreso de los compañeros de la víctima a Mendoza
En la tarde de este miércoles, los compañeros de menor fallecida regresaron a su provincia bajo un dispositivo especial de seguridad y contención. La llegada del micro, que trasladaba al contingente de 60 estudiantes y seis docentes, fue cerca de las 19, por lo que minutos antes se desplegó un operativo policial en las inmediaciones de la institución para recibir a los niños.
La representante legal de la escuela, María del Carmen Amat, indicó que tanto las autoridades del establecimiento como las familias de los alumnos habían organizado un equipo con psicólogos y monjas de la congregación para apoyar emocionalmente a los chicos, a quienes les comunicaron el hecho una vez que estén todos reunidos en el colegio.
Algunos de ellos ya sabían sobre el accidente que tuvo como víctima a una de sus compañeras porque presenciaron el episodio. Sin embargo, desde la escuela habían remarcado que había otros niños que desconocían los detalles de lo sucedido hasta que regresaron a la escuela.
Según supo este medio, tras el suceso, los docentes que acompañaron al contingente de alumnos les sacaron los celulares a los niños hasta emprender el regreso previsto para esa noche.