Jonathan Raúl Brezik, alias “El Gordo”, hermano de crianza de “Guille” Cantero, capo de la principal facción de Los Monos, es un jugador de la escena narco rosarina envuelto en acusaciones fuertes. Hoy, Brezik, preso en el penal federal de Resistencia, Chaco, es investigado por supuestamente encabezar una violenta organización en la zona noroeste de Rosario, con un expediente a cargo de los fiscales provinciales Alejandro Ferlazzo y Gisela Paolicelli. Por otra parte, la Justicia su posible cuatro homicidios y tres desapariciones en el barrio Gráfico, donde se encuentra el estadio mundialista de hockey.
Los fiscales llegaron a Brezik por un doble crimen cometido en Magaldi al 8700 –donde se supone que donde funcionaba un búnker– el 21 de noviembre de 2023. Allí, fueron acribillados a tiros Francisco Clementino “Negro” García y Karina Soledad Ferreyra, ambos de 23 años. Por ese ataque fueron imputados y están presos los presuntos autores, Lucas Saban y Bruno Leonel Pupo, sindicados como los que “manejaban la calle” a Brezik.
Al avanzar contra Saban y Pupo, los investigadores encontraron indicios de que habrían hecho más trabajos criminales por encargo.
Los homicidios investigados son los de Luciano González, Elio Orlando Romero, Jeremías Villalba y Susana Mena, perpetrados entre febrero del año pasado y enero de 2024. En tanto, se busca establecer si la organización de “El Gordo” está detrás de la desaparición de una mujer que había vendido droga para la banda y de otros dos jóvenes.
Así, este miércoles, los fiscales ordenaron más de una decena de allanamientos contra la estructura de Brezik, donde la Policía de Investigaciones de Santa Fe detuvo a Franco Ezequiel N., Nahuel Ángel R. y Jésica Noelia P.
La mujer no era requerida por la Justicia provincial, pero fue arrestada porque en su domicilio se encontró una pistola Tanfoglio calibre .45. Los dos jóvenes, en tanto, sí se presume que integran la organización que regentea Brezik desde Resistencia. Los agentes, además, incautaron 26 teléfonos, cartuchos calibre .45 y 9 milímetros, una notebook y cinco plantas de cannabis. Todos serán imputados la próxima semana en el Centro de Justicia Penal.
Brezik tiene tres condenas en su contra. Dos de la Justicia federal por narcotráfico, a 13 y 17 años de cárcel, y otra del fuero provincial a 22 años por instigar el asesinato de Rodrigo Carlos Sánchez, conocido ladero de Esteban Lindor Alvarado, quien fue emboscado en marzo de 2020 en Wilde y Urquiza mientras se desplazaba en su camioneta.
El crimen de Sánchez, de acuerdo a la teoría del Ministerio Público de la Acusación, fue la respuesta de Los Monos a un intento de homicidio que había sido cometido días antes en la vecina localidad de Roldán, donde había sido baleada Mariana Ortigala, sindicada como la testaferro de “Guille” Cantero que, a su vez, era testigo en el juicio contra Alvarado, rival del capo de Los Monos.
El de Sánchez no habría sido el único ataque que Brezik habría realizado por pedido de Los Monos. Un informe de inteligencia de la Policía Federal que data de hace 6 años lo ubicó como uno de los encargados de planificar el asesinato en prisión de Luis Paz, enemigo de “Guille” Cantero que ya fue condenado por narcotráfico y lavado.
De acuerdo a ese plan, desde Resistencia, “El Gordo” ofrecía un millón de pesos y una casa a un compañero de pabellón de Paz de la cárcel de Coronda para que le arroje una granada en su celda para matarlo. Dicha información surgió de conversaciones telefónicas detectadas por la Justicia.
Brezik también es conocido en distintos legajos por aplicar “mano de hierro”. Está sospechado de pedirle a sus soldaditos de presenciar por videollamada las palizas a las que eran sometidas las personas que contraen deudas con la presunta organización.
“Domina la organización no solo en el aspecto económico y logístico, sino que él mismo ordenaba golpizas por teléfono para intimidar y amenazar a las víctimas”, señaló el fiscal de juicio Federico Reynares Solari durante uno de los juicios por narcotráfico contra el “Gordo”.
El hermano de crianza de “Guille” Cantero nació en el barrio La Granada, donde justamente creció parte del clan Cantero. Según se detectó en varias oportunidades por parte de los investigadores policiales y judiciales, desde prisión mantenía comunicaciones telefónicas con Patricia Celestina Contreras, la madre del líder de Los Monos.