Quilmes: un sereno fue asesinado de 20 puñaladas y señaló al sospechoso antes de morir

Gastón Javier Altamirano fue atacado mientras dormía en la fábrica donde trabajaba La causa para esclarecer el hecho está a cargo de la fiscal Ximena Santoro

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El lugar del crimen
El lugar del crimen

La Policía Bonaerense busca all asesino de Gastón Javier Altamirano, un hombre que trabajaba como sereno de una empresa de volquetes en la localidad bonaerense de Bernal Oeste, partido de Quilmes. La víctima recibió 20 puñaladas mientras dormía: el principal sospechoso es un compañero de trabajo, que hasta este martes a la mañana continuaba prófugo.

El brutal ataque ocurrió durante la madrugada del pasado jueves, en el predio de la empresa ubicada en Camino General Belgrano y avenida Montevideo.

Tras el sangriento ataque, Altamirano alcanzó a comunicarse al 911 y dio aviso de lo ocurrido. De inmediato, personal de la Comisaría 7a de Quilmes se dirigió al lugar del hecho y constató lo denunciado por la víctima.

Al momento de su ingreso al predio, los agentes hallaron a Altamirano dentro de un dormitorio, en ropa interior y con varias heridas en su cuerpo. “Fue Pablo, fue Pablo”, repetía una y otra vez a los uniformados el damnificado, que alcanzó a identificar a su atacante.

Altamirano fue trasladado en una ambulancia del SAME al hospital Iriarte, en Quilmes, donde inicialmente quedó internado en estado reservado como consecuencia de las graves heridas sufridas. Tras realizar las tareas investigativas de rigor, la Policía corroboró que la víctima pernoctaba en el lugar del hecho.

En cuanto al mencionado “Pablo”, las averiguaciones de rigor resultaron en que el autor sería un hombre identificado como P.C., oriundo de Rafael Castillo, partido de La Matanza, y que solía concurrir a la fábrica para reparar las maquinarias del lugar.

Gastón, la víctima
Gastón, la víctima

La fiscal Ximena Santoro, titular de la UFI N° 7 de Quilmes, calificó la causa como tentativa de homicidio y ordenó que se perite el lugar del hecho. Una vez finalizado el trabajo de los peritos, y a partir del testimonio del propietario del lugar, los investigadores detectaron que faltaba dinero y el teléfono celular de Altamirano.

El último viernes, un día después del ataque, personal policial se dirigió al domicilio declarado por P.C. pero no lo encontró en el lugar.

Horas después, las autoridades del hospital Iriarte confirmaron la muerte de Altamirano. En este contexto, la fiscal Santoro recalificó el expediente y dispuso una serie de medidas para dar con el sospechoso, que hasta este martes a la mañana continuaba prófugo de la Justicia.

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