Hoy lunes a las 12 del mediodía, se conocerá en los tribunales de la ciudad de Mercedes el veredicto en el juicio a Elián Valenzuela, más conocido como L-Gante, imputado por amenazas, daño y privación de libertad.
El pasado 18 de octubre se desarrollaron los alegatos; allí donde la fiscalía solicitó 7 años de cárcel. Por su parte, la defensa pidió la absolución del músico.
“Soy una persona inocente y estoy en esta sala de juicio porque no quise poner dinero”, dijo el cantante sobre el final de la audiencia ante el juez Ignacio Racca, que encabeza el Tribunal en lo Criminal N°3 de Mercedes.
Luego, agregó: “Estoy muy enojado por esta situación, por haber llegado hasta acá y tener que hacer estas cosas”. Por el hecho, Valenzuela pasó varias semanas detenido en la DDI de Quilmes.
Además, cuestionó a los representantes de la querella. “Salvo el señor fiscal, quien me parece una persona honorable que hace bien su trabajo y nos ha dado un discurso conmovedor -si fuera así verídico-, las personas que están enfrente de mí me parece que tienen una imaginación de director de cine o de niño mentiroso”, señaló L-Gante. Finalmente, arremetió: “No me creo Dios, pero sí creo mucho en Dios y se me hace muy desagradable estar sentado frente a personas que se creen profesionales y quieren hablar de leyes y justicia”.
En el proceso, L-Gante fue acompañado en su defensa por el destituido fiscal sanisidrense Claudio Scapolán, acusado de fraguar un procedimiento narco de media tonelada de cocaína.
En tanto, el fiscal Adrián Landini reprochó a L-Gante y a su entorno por “la forma en la que lamentablemente se comportan en la vida”, pretendiendo solucionar los conflictos sin cumplir las reglas de convivencia establecidas en el Código Penal.
“Valenzuela es una persona conocida y tiene poder. Así se ha manejado. Estas actitudes la hemos visto a lo largo de todo el desarrollo del debate. No recurre a la Justicia, intenta solucionar las cosas a su modo, y su modo está fuera de la ley”, subrayó Landini. A su turno, las querellas pidieron ocho y tres años de prisión efectiva, mientras que la defensa solicitó la absolución.
Los denunciantes del caso son dos empleados municipales. Ambos acusaron al cantante de haberlos subido a su vehículo a la fuerza y amenazarlos a punta de pistola, después de que varios de sus amigos -que se hacen llamar “La Mafilia”- fueran demorados por haber participado de una discusión con otro grupo a la salida de un boliche de la zona oeste del Conurbano.
A pesar de que el cantante no estuvo involucrado en el enfrentamiento entre ambos grupos, los testimonios recogidos por los investigadores señalaron que L-Gante, tras ser notificado del conflicto, buscó a una de las víctimas, vecino del barrio Bicentenario de General Rodríguez. Según la acusación, “el músico tomó al empleado municipal, le apuntó con una pistola, lo obligó a subir a su coche y se lo llevó”.
En la reconstrucción inicial, el músico supuestamente también había hecho lo propio con la otra denunciante.
Sin embargo, posteriormente la mujer se retractó de sus dichos y aseguró no haberse sentido ni privada de su libertad ni amenazada en ningún momento, por lo que su caso particular no prosperó. Lo concreto para la fiscalía es que el cantante retuvo a la primera víctima cerca de 20 minutos dentro de su BMW, mientras lo amenazaba.
Asimismo, Landini, al solicitar la pena de 7 años para el músico, requirió al juez que tuviera en cuenta “la relación de amistad” de la familia del denunciante con el músico. “Eso, creo, agrava la situación de los hechos. Porque esto se arreglaba charlando y no de la forma en que Valenzuela lo hizo”, consideró el fiscal.