D., un adolescente de 16 años, regresaba de madrugada a su casa en el barrio Villa Jardín, en Lanús Oeste, tras haber compartido una cena con su novia. Durante el trayecto sufrió un percance con su moto: se le pinchó la rueda trasera. Como estaba a pocas cuadras de su vivienda, decidió no molestar a su familia y continuó como pudo. Sin embargo, al llegar al cruce de las calles José María Moreno y Coronel Osorio, fue embestido por un colectivo de la Línea 188. Hoy, su pronóstico es reservado.
Ese viernes de la semana pasada a la madrugada, D. resultó gravemente herido y fue trasladado de urgencia al Hospital Evita. Posteriormente, fue derivado al Hospital Bicentenario de Esteban Echeverría, donde permanece internado en el área de cuidados intensivos, según fuentes del caso.
“Está en estado crítico. Tiene que hacerse varias operaciones. Sufrió un golpe muy fuerte en la cabeza, tiene los pulmones dañados y una pierna fracturada en tres partes”, explicó su padre, Alejandro, en diálogo con Infobae.
“Ahora me pidieron que haga unos trámites para conseguir unos clavos que necesita para la pierna, a ver si nos los pueden dar. Y si no, venderé las cosas de mi casa para pagarlos. De algún lado voy a tratar de conseguir el dinero para lo que mi hijo necesita”, agregó el hombre.
El siniestro vial fue captado por una cámara de vigilancia de la zona. En las imágenes se observa que, en un tramo de la cuadra, el motociclista circulaba de pie sobre los patines de su vehículo y, al llegar a la esquina, se acomodó en el asiento.
En ese momento, el colectivo, que transitaba en dirección a la Ciudad de Buenos Aires, apareció en escena. A pesar de la frenada brusca del chofer, no pudo evitar la colisión, arrastrando al menor varios metros bajo la unidad.
El conductor del colectivo, identificado como A.J., de 28 años, resultó ileso. Efectivos de la Seccional Quinta de Lanús trabajaron en el lugar, en el marco de una investigación encabezada por la Unidad Funcional de Instrucción N°7 de Lanús, a cargo de la fiscal Silvia Bussano.
La causa fue provisoriamente caratulada como “lesiones culposas” y las autoridades están a la espera de la evolución del estado de salud del adolescente, quien trabaja con su familia revendiendo soda.
Por el momento, el papá del chico internado se mantiene al margen del proceso judicial: “No fui a hacer la denuncia, no me acerqué a la comisaría, no me interesa nada de eso. Solo quiero que mi hijo se recupere, nada más”.
La desmentida del padre
Durante la conversación con este medio, Alejandro expresó su malestar por una versión que vio en los noticieros. “Me duele mucho porque dicen que él venía haciendo wheelie y el video habla por sí solo. Había ido a ver a su novia y estaba volviendo a casa. En el camino se le pinchó la rueda trasera de la moto. Cualquiera que pase por eso hace lo mismo, va así para no dañar la cubierta. ¿Cómo van a decir que venía haciendo wheelie? Esa maniobra no la estaba haciendo”, comentó.
“Estoy con un ataque de nervios, me la paso rezando, llorando todo el día. Le pido a Dios que me saque de esta situación. Es lo que pido, pero me duele en el alma que en los canales digan que estaba haciendo wheelie cuando no es verdad. Él es un chico sano, trabajador. Quiero que averigüen qué clase de persona es, porque todo el mundo ve a alguien en moto y piensa que es un chorro, que hay que atropellarlo. Y no es así”, continuó.
Por último, tras mencionar que ni el conductor ni la empresa de transporte se acercaron a preguntar por la salud de su hijo, agregó sobre el chofer: “No digo que sea culpable, eso lo determinará la Justicia, pero debe darse cuenta de que esa esquina es peligrosa y hay que reducir la velocidad. Por ahí doblan el 9, el 158. No sé si era su primer día en el recorrido o si ya había pasado por ahí mil veces. Pero tiene que saber que no se puede manejar de esa manera. Cuando uno se sienta al volante, debe tener presente que tiene en sus manos la vida de muchas personas”.