Hasta el más peligroso de los delincuentes puede tener sentimientos y afectos. Así lo demuestra el caso de Fábio Lourerio, más conocido como “El Gitano” (Cigano) o el “Terror de Algave”, un recluso que se escapó el 7 de septiembre pasado junto al argentino Rodolfo “El Ruso” Lohrmann y otros tres reos de la prisión de Valde Judeus, ubicada en las afueras de Lisboa, en Portugal. Un mes más tarde, el portugués cayó en Marruecos por un error que suelen cometer los fugitivos: contactarse con sus seres queridos.
En el caso de “El Gitano”, un hombre atlético y musculoso de 33 años, fue hallado junto a su esposa, de nombre Rita, a quien los investigadores seguían de cerca. La pareja estaba acompañada por un amigo taxista, que sería parte de la banda narco para la que el prófugo trabajaba antes de ser condenado a 25 años de cárcel por secuestro, tráfico de estupefacientes, asociación criminal, robo a mano armada y una fuga previa.
Según consignó la Televisión Independiente de Portugal, los tres fueron sorprendidos en una tienda de deportes en la ciudad de Tánger. De acuerdo a Telecinco, la Policía Judicial lusa informó, tras la recaptura, que contaba con informaciones “creíbles” que situaban a Lourerio en la ciudad del norte de Marruecos. La fuerza de seguridad aseguró que, con el dato certero en sus manos, activó en menos de 24 horas la Operación Retorno, según la cadena RTP. El criminal no opuso resistencia.
En tanto, Noticias ao Minuto puntualizó que los investigadores habían instalado un dispositivo de vigilancia las 24 horas para la pareja del fugitivo, que se movió en una furgoneta de nueve plazas junto a su cómplice que había sido localizada por Sevilla y otras zonas de España antes de cruzar a territorio marroquí por barco.
Por su lado, Rita condujo hasta Madrid, desde donde se dirigió, vía el aeropuerto de Barajas, hasta Casablanca. Luego, ya en territorio marroquí, manejó de nuevo hasta Tánger para encontrarse con su novio, indicó SIC Noticias.
El procedimiento, que habría contado con el apoyo de la Policía Nacional española, se desencadenó tras un “trabajo ininterrumpido” de investigación para atrapar a los presos fugados. En tanto, la Dirección General de Vigilancia del Territorio de Marruecos señaló que el criminal había entrado en el país de forma irregular y que se encuentra bajo custodia, a la espera del inicio del proceso de extradición.
Lo curioso es que, tras la evasión, Rita había realizado un posteo en Instagram en el que pedía respeto por su privacidad a los medios de comunicación que buscaban su testimonio. “Les pido que no me llamen, que respeten mi espacio y estén más pendientes de la información que pasa al exterior/prensa”, publicó en una historia de la red social. El mensaje continuaba: “Independientemente de la situación, siempre hay familias del otro lado que sufren estas situaciones”.
“Agradezco el apoyo, pero en este momento prefiero tener mi espacio”, cerró. Tras la captura, la mujer también pasó la noche en prisión, aunque luego fue liberada.
Con “El Gitano” nuevamente tras las rejas, ahora las autoridades se concentran en la captura del también portugués Fernando Ferreira (63), del británico Mark Roscaleer (39), del georgiano Shergili Farjiani (42) y del argentino Lohrmann (61).
La fuga del “El Ruso” Lohrmann
Rodolfo Lohrmann es uno de los acusados del secuestro y desaparición del estudiante correntino Cristian Schaerer en 2003. Luego de permanecer prófugo por 14 años, había sido detenido en Portugal en febrero de 2017 por un robo a mano armada y aguardaba ser extraditado a la Argentina para poder ser juzgado por el delito de secuestro del estudiante correntino. Logró escaparse junto a otros cuatro reclusos de la prisión de Vale de Judeus justo antes.
A través de la Resolución 1096/2024, el Ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich establece que “ofrece como recompensa, dentro del territorio de la República Argentina, la suma de PESOS CINCO MILLONES ($5.000.000)” para los que puedan brindar “datos útiles que permitan lograr la captura de José Rodolfo LOHRMANN KRENZ, argentino, titular del DNI N° 16.983.899, nacido el 5 de febrero de 1965, sobre quien pesa orden de captura nacional e internacional desde el día 7 de septiembre de 2024″.
El secuestro de Cristian Schaerer ocurrió el 21 de septiembre de 2003. Al joven, que en aquel momento tenía 21 años, lo capturaron cuando llegaba a su casa del barrio Las Tejas de la ciudad de Corrientes. Hubo un pago de rescate: la organización criminal recibió 277.300 dólares. Sin embargo, la víctima nunca fue liberada y nada se sabe de él desde entonces.